El conjunto de Pedro Rivero vence en Guipúzcoa y apuntala la cuarta plaza con una exhibición de Noah Allen y Prince Ali a partir del intermedio.
Sufrió y mucho este domingo el EasyCharger Palencia para sumar su segunda victoria consecutiva, la decimosexta de la temporada, en la cancha del Acunsa Gipuzkoa. La meritoria metamorfosis tras el descanso, así como la actuación estelar de Allen, secundado por Ali y por un Blumbergs letal en el cuarto final, fueron las claves de un éxito que apuntala la cuarta plaza.
Resulta difícil encontrar ejemplos más paradigmáticos de lo que es un partido igualado, ya que, al menos de salida, ninguno de los dos equipos gozó de ventajas demasiado significativas. En el caso del EasyCharger Palencia resulta especialmente meritorio debido a los pobres guarismos, a pesar de los cuales consiguió mantenerse a flote.
Fue esperanzador el inicio de juego para los jugadores entrenados por Pedro Rivero. Una canasta de Allen y un triple de Rubio en los primeros ataques (0-5) empezó a poner tierra de por medio. El alero murciano estuvo especialmente entonado, y en un abrir y cerrar de ojos subió su cuenta personal hasta los seis puntos. La canasta de Ali para el 3-10 supuso la distancia máxima que el cuadro palentino fue capaz de marcar, poco antes de sufrir una minicrisis que reactivó a su rival.
Parecieron contagiarse ambos conjuntos, hasta el punto de que el duelo entró en una fase errática en lo que a acierto se refiere. Pero cuando el Acunsa Gipuzkoa encontró a Simmons, todos los pasos al frente que había dado el Palencia se quedaron en nada. El americano firmó cinco de los once puntos sin respuesta con los que el cuadro local volteó el marcador (14-10). Sin embargo, y a pesar de conseguir solamente dos asistencias en todo el primer cuarto, el Easycharger Palencia logró dominar el marcador.
Más ‘soldados’
Mientras le funcionó la inspiración individual, el conjunto palentino se mantuvo a flote, pero su rival encontró paulatinamente más ‘soldados’ para la batalla. Barton, con cinco puntos consecutivos, y Zubizarreta, desde el exterior, aumentaron el nivel de amenaza local, también reforzada por la alta intensidad defensiva. Desde que Rubio reapareció para firmar el 26-27 a falta de seis minutos, los jugadores entrenados por Pedro Rivero solamente fueron capaces de anotar dos canastas.
Lo más sorprendente de todo es que, con un 38% de acierto en tiro de campo, un 50% en tiros libres, ocho pérdidas de balón y solamente cuatro faltas cometidas, el EasyCharger Palencia estaba muy vivo y solamente a cuatro puntos de distancia de su oponente.
Apareció la mejor versión de prácticamente todo el plantel palentino tras el paso por vestuarios. Paradigmático resulta el caso de Speight, quien había fallado los cinco lanzamientos intentados antes del descanso. Sin embargo, el base mantuvo la fe y encestó un triple de genio para devolver, después de muchos minutos, la igualada al marcador (41-41).
Detrás llegó la confirmación del partidazo de Noah Allen, líder y MVP de la tarde, y de un Prince Ali que ejerció de escudero. El ghanés fue dominador incontestable en la pintura, pero también recuperó, asistió y hasta se permitió alguna licencia desde más allá de la línea de 6,75. De la conexión entre todos ellos salieron seis puntos consecutivos más (43-49) que encendieron todas las alarmas en un equipo local que no había sido capaz de romper el partido cuando lo tuvo en su mano.
Un factor decisivo en el cuarto final fue el estado de ánimo, y las trayectorias de unos y otros. Un lanzamiento exterior de Motos puso de nuevo al equipo vasco a tiro de canasta (54-55), pero rápidamente Allen le dio forma a la réplica. Hubo tiempo para un último arreón local de la mano de Simmons. El americano firmó una canasta (60-60) que redujo el partido a tres minutos y 52 segundos. Curiosamente, el acierto desde el perímetro, que había sido el talón de Aquiles del EasyCharger en la primera mitad, resultó determinante a su favor. Dos lanzamientos de tres de Blumbergs y otro de Ali pusieron el listón demasiado alto para el Acunsa Gipuzkoa, impotente tras tener el partido en su mano y acabar rendido ante un Palencia con dos caras, en la que la buena resultó decisiva.
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