El Sindicato a poco de su fundación
Hospital de San Juan
Casas de los maestros
Plaza de la Sola y el Sindicato
Sala del cine/teatro mediados de los ’80
El Sindicato y la Caja Rural
Salón superior del Sindicato
Conmemoración del Centenario
Descubrimiento de la Placa
Contemporáneo al ferrocarril, es decir de primeros del siglo XX, es también la Cooperativa Católica Agraria, más popularmente conocida con el nombre de El Sindicato, un monumental edificio de dos plantas con amplios ventanales y un espacioso balcón encima de la entrada principal. Arquitectónicamente no ha cambiado nada desde su construcción hasta nuestros días a excepción de que en 1949 (foto de la izquierda) el edificio no tenía balcón y en 2008 sí (foto de la derecha). ¿Cuando se hizo el balcón? No disponemos de ese dato en estos momentos.
Fue fundado el 10 de julio de 1911 por D. Dionisio Benito, sacerdote e hijo del pueblo, siguiendo las premisas del P. Sisinio Nevares.
Su primer domicilio fue el Ayuntamiento, luego el antiguo Hospital de San Juan, (el lugar donde se construyeron las casas de los maestros de las Escuelas Nuevas) y por último la plaza de la Solana. Tenía como finalidad cubrir las necesidades agrícolas, velar por los más necesitados y por el buen espíritu y religiosidad de sus asociados.
Al ser una Cooperativa pertenecía a los socios (en su mayoría labradores) y estaba regulado por un Reglamento y administrado por una junta rectora elegida por los mismos socios.
Debido al buen funcionamiento en sus inicios, esta Cooperativa compró el terreno de la Solana y se trasladó allí. Se tiraron entonces las casas que había en este lugar y se edificó el Círculo de Recreo, que en un principio llegaba desde la esquina de la carretera hasta la actual puerta de ingreso. El resto era una panera. Años más tarde se compró también el terreno que ocupaba la panera y se alargó el Sindicato hasta la otra esquina, tal como ahora se encuentra.
Fue entonces cuando se hizo el segundo piso. Al principio servía como sala de reuniones, luego desde 1954 hasta 1960, como cine Parroquial.
A medida que empezaron a incrementarse los televisores, el cine fue perdiendo interés hasta tal punto de venderse la cámara para comprar una televisión que se colocó en el salón de abajo. Como emisiones estrella en esta televisión se vieron la boda real de Fabiola y Balduino en 1960 y la exequias por el papa Juan XXIII EN 1963. Esto hizo que pasados no muchos años este fabuloso salón cayera en desuso y abandono total convirtiéndose en un trastero en ruinas durante mucho tiempo.
En su centenaria historia este edificio o parte de este edificio ha tenido diversos usos. La esquina este fue tienda de aceites y piezas para los primeros tractores y cosechadoras del pueblo; luego pasó a ser una sucursal bancaria de la Caja Rural para terminar en la actualidad en el consultorio médico.
Ochenta años después de su fundación, el año 1991, el Sindicato desaparece como Cooperativa. El domingo día 3 de marzo de 1991, medio centenar de socios, presididos por Carlos Caballero, último presidente, decidieron que el mantenimiento y la sostenibilidad de esta institución era ruinosa.
La asamblea general, ante las dificultades que tenía para mantener un edificio tan grande, acordó cederlo al Ayuntamiento para que pudiera seguir prestando al pueblo los mismos servicios de interés general. Se pidió, además, que se hiciese constar en las escrituras de cesión el compromiso del Ayuntamiento de no vender con posterioridad el edificio. Era alcalde en esos momentos Lázaro Martínez.
Fue entonces cuando se restauró el piso superior; se quitó el escenario donde estuvo la pantalla de cine y donde también se representaron comedias y obras de teatro y se hizo un salón diáfano y multifuncional tal y como se encuentra en estos momentos. También se cambiaron las antiguas ventanas de madera por las actuales de aluminio.
El 6 de agosto de 2011, con motivo de la “Romería Chica” o “Fiesta del Emigrante”, se conmemoró el Centenario de su fundación y se colocó la fachada principal del edificio la placa que ahora figura a mano derecha de la entrada principal. La confluencia fue masiva por parte de los vecinos del pueblo. Hubo palabras de agradecimiento y recuerdo a sus fundadores por parte del alcalde del pueblo, Florencio Caballero, y de familiares de Don Dionisio.
En la actualidad, es aquí donde transcurre principalmente toda la vida social del pueblo. Aquí se hace la matanza del cerdo para los vecinos del pueblo, promovida por el Ayuntamiento desde hace unos años; aquí se celebra la fiesta de San Antón, los disfraces de los carnavales y otras muchas actividades de carácter lúdico e interés general para el pueblo. Hay que dar un millón de gracias a los cooperativistas que se lo entregaron al Ayuntamiento a coste cero para disfrute del pueblo. De lo contrario hubiera corrido la misma suerte que la fábrica de harinas “Los Ángeles”.
Por la Romería el Ayuntamiento usa el salón de arriba para dar un aperitivo a las autoridades civiles y eclesiásticas así como para algún que otro invitado de excepción.