«Hacerme invisible es lo que más impresiona y sorprende a mi público»

El Norte de Castilla

13 de marzo de 2024

Se sube por segunda vez al escenario del teatro Ortega este sábado para presentar su nuevo show, ‘iReality’.Mago del Año 2012 y Premio Nacional de Magia 2013.

Dakris, acrónimo de David (nombre real de ‘El Mago Invisible’­) y de Cristian, su hermano, decidió ser de mayor ilusionista tras ver a David Copperfield en el programa televisivo ‘Sorpresa, sorpresa’. Y en su empeño hizo diana, ya que su trayectoria le ha encumbrado al listado de los mentalistas más afamados de España. Mago del Año 2012 y Premio Nacional de Magia 2013, amén de otros galardones recibidos en certámenes españoles e italianos, la pericia profesional de David Vidal Carrascosa (Villanueva de Castellón, municipio rebautizado como Castelló, 1987) está asociada a la invisibilidad, al teletransporte y a los viajes en el tiempo. Dakris se sube por segunda vez al escenario del teatro Ortega de Palencia este próximo sábado día 16 (19:30 horas) para presentar su nuevo show, ‘iReality’, en el que distorsiona la realidad para sorprender, emocionar y divertir al público con su magia invisible.

–La comunidad valenciana es cuna de magos…

–Sí, sí, hay muchos magos. Están Yunke, Jandro… Además, hay varias asociaciones de magia y se organizan muchos congresos de ilusionismo. Al primer congreso que asistí, cuando tenía 16 años, fue al de Almusaffes, al que acuden magos de todo el mundo. Algo pasa en nuestra comunidad con la magia…

–Decidió ser de mayor mago cuando, con 7 años, vio a Copperfield en un programa de televisión…

–Fue una noche, estando en casa y viendo la tele con mi familia, cuando se anunció la actuación de un mago, David Copperfield, en el programa ‘Sorpresa, sorpresa’, y decían que iba a desaparecer, entonces se creó un silencio. Bajó en ascensor al escenario, hizo unos juegos de magia y en dos de los momentos de su actuación desapareció. ¡Me impactó! Pero no solo a mí, sino al resto de mi familia, teníamos todos unas caras de asombro… Fue entonces cuando se despertó en mí la chispa por la magia.

–¿Qué dice a los niños que se le acercan y le comentan que desean seguir sus pasos?

–Les digo que luchen por sus sueños, pero que no dejen de estudiar, como les dirán sus padres.

–Además de vocacional, ¿qué condicionantes exige su oficio?

–En la infancia se tiene lo que transmite un mago: ilusión, curiosidad, sorpresa, asombro, emoción… El trabajo de un mago consiste en que los adultos regresen a esa etapa de la vida, que recuperen la ilusión que quizás han perdido y que se sorprendan y emocionen ante nuestras propuestas.

–¿La profesión de mago roza la obsesión?

–Creo que en todos los trabajos que te apasionan siempre hay algo de obsesión. En los comienzos yo era muy obsesivo porque quería aprender todo en la magia. Pero luego esa obsesión se va diluyendo y empiezas a disfrutar un poco más. Aunque siempre procuras practicar a diario para mantener el nivel en el que quieres estar.

–Aterriza por segunda vez en el teatro Ortega de Palencia para dejar boquiabiertos a los espectadores con ‘iReality’. ¿Qué espectacularidades envuelven este show?

–Con este show estaremos dos años y finalizará en el mes de noviembre para después presentar otro en el que ya estamos inmersos. En ‘iReality’ mostramos ilusiones inéditas que están dando muy buenos resultados en los lugares adonde vamos. Generamos la ilusión de que lo que el público está viendo delante de sus ojos es real, aunque puede que no lo sea; jugamos con engañar a la mente.

–Se apoda ‘El Mago Invisible’. ¿En qué situaciones le gustaría ser invisible?

–De niño era muy tímido y me costaba socializarme con otros y en mis años de escolar me imaginaba entrar a clase siendo invisible y aparecer inesperadamente en un sitio del aula o poder hacer volar un lápiz. Hoy, me gustaría ser invisible en los actos sociales, cuando hay demasiada gente.

–De todos los efectos de invisibilidad, ¿cuál ha suscitado mayor perplejidad entre su público?

–A pesar de haber hecho desaparecer una de las torres de la Sagrada Familia de Barcelona, que fue muy espectacular, a la gente lo que más le sorprende es que yo mismo me haga invisible. Es el efecto que más impresiona a mi público y lo que más le sorprende. Y eso lo podrán ver en Palencia, donde ya me hice invisible cuando fui por primera vez al Teatro Ortega. Pero para este último espectáculo lo hemos perfeccionado y va a ser mucho más impresionante.

–Premio Nacional de Magia, Mago del Año… ¿Qué significan para usted este tipo de reconocimientos?

–Esos galardones me los concedieron en los inicios de mi carrera cuando me presentaba a los concursos y tengo recuerdos muy bonitos de esa etapa, pero hace ya años que no me presento a ellos. Un número de concurso dura aproximadamente diez minutos, pero su preparación requiere alrededor de dos años de trabajo… Los premios son un reconocimiento a tus creaciones y que el jurado esté compuesto por magos, ya retirados o en activo, a los que tú admiras, te llena de orgullo y supone una validación del camino que uno ha emprendido en el mundo de la magia.

–¿Qué mago le fascina a nivel mundial?

–Sin duda, Copperfield. Gracias a él me dedico a esto. Es mi referente número uno y aún sigue en activo. Me encantaría ir a Las Vegas, que es donde presenta sus shows, para verle en vivo y, si tengo ocasión, conocerle personalmente. Hay días que hace hasta tres funciones… Es lo que te decía antes que uno tiene que sentir mucha pasión para dedicarse a la magia. Yo también he llegado a hacer tres funciones en un día y el montaje previo es estresante, pero una vez que haces la primera, las siguientes salen rodadas. Eso sí, una vez que acabas, la adrenalina baja y aparece el cansancio, un agotamiento mental provocado por las experiencias vividas y por el exceso de emociones cuando ves que el público disfruta y que tú también has disfrutado.

–Y de España, ¿a qué ilusionistas admira?

–A Jorge Blas. Recuerdo que grababa sus programas de Antena 3 en VHS y los veía en vídeo una y otra vez. Juan Tamariz es también un gran referente y admiro mucho a Antonio Díaz, el Mago Pop, con el que tuve la suerte de trabajar durante tres años. En España hay muchos magos referentes.

–Trabaja como asesor en programas televisivos. ¿Resulta más fácil hacer magia delante de las cámaras que sobre un escenario?

–No, hay mucho más estrés y una preparación previa mucho mayor que en un teatro. Es mucho más complicado, pero es un trabajo con el que también disfruto mucho. Y ahí sigo, aunque hay veces que me llaman de algún programa y no puedo hacerlo al estar de gira.

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1 Comentario

  1. LUIS ANTONIO GÓMEZ ROMERO

    Me ha sorprendido sobremanera la tala de los chopos de los Jardinillos de la Estación, árboles que yo he visto plantar, cuando tendría de once a trece años, aproximadamente, lo que puede haber sido hace ochenta años, yo ahora tengo noventa y tres.
    Hablan del deterioro de estos árboles y he visto los tocones de todos ellos y corresponden a unos árboles completamente sanos, esto no quita para que alguna rama superior pueda secarse, o podrirse, y las podas, para eso están, para mantener los árboles en perfectas condiciones.
    La pérdida de un árbol, es algo doloroso, puesto, que no se hace en un día y máxime cuando tienen aproximadamente los años que he dicho. Que son ochenta años y se podía aprovechar una gran parte del árbol en vez de talarle.
    Un parque tiene más categoría en cuanto a la masa forestal que contiene, y máxime en este caso concreto, que a este parque le han destrozado dándole un color gris al suelo y a los bancos, sis se les puede llamar así,, por el granito que han puesto. Y que para remate, es el único parte en el que la AUSENCIA DE USUARIOS, lo confirma.
    Perdonen, pero la indignación me puede, puesto que yo he vivido desde el año 31 del siglo pasado enfrente de él, en las denominadas Casas de Castrillo, que lindan con lo que ahora es la Pastelería de Polo.
    Bueno, no he terminado. Pese a las ramas podridas que dicen estos árboles podados tenía una altura muy grande y el fuste de ellos, no estaba podrido, aparentemente. Eso es mucha madera y sana que ha podido representar para las arcas municipales y que me, bueno digo que a todos nos gustaría conocer. Son doce árboles.
    NO TENGO INCONVENIENTE ALGUNO PARA QUE ESTO SEA PUBLICADO EN EL PERIÓDICO, PUES MUCHOS OPINARÁN COMO YO.

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