La cerámica que es terapia se afianza en Paredes. El municipio acoge desde hace casi dos décadas la feria nacional, que en los últimos años homenajea a su fundador, Manuel Ceinos, fallecido en 2012
La ilusión de Manuel Ceinos era ver cómo las calles de su pueblo, Paredes de Nava, se han llenado de cerámica con diferentes formas y colores. La decimoctava edición de la Feria Nacional de la Cerámica Manuel Ceinos pretendió conseguirlo este fin de semana. Catorce profesionales de distintos talleres y con técnicas desde la cerámica vidriada hasta la cuarteada, inauguraron la feria. El hermano de Manuel, Luciano Ceinos, fue el encargado de presentar el programa para dar visibilidad a este arte milenario y a sus profesionales.
El programa de la feria incluye desde demostraciones en directo hasta talleres infantiles y para adultos. El grupo de pop rock Flor de lavanda puso la nota musical a la feria, que ha concluido a las 20:30 horas.
La iglesia de San Juan ha sido por segundo año consecutivo el escenario elegido. Las pasadas ediciones se hacía en la plaza del pueblo, por donde transitaba más público. Pero según el coordinador, Luciano Ceinos, «la iglesia está restaurada, y aunque es un lugar más pequeño, da carácter a la feria, y los visitantes que vienen lo hacen con intención», ha asegurado.
Manuel Ceinos fue un ceramista pionero y autodidacta de Paredes de Nava que logró crear escuela e impulsar esta feria hace dieciocho años. En el pueblo se abrieron hasta cuatro talleres de cerámica impulsados por él y su obra. Su hermano Luciano, también ceramista, tomó el relevo de la feria, y le puso el nombre de Manuel Ceinos en su honor, cuando falleció en 2012.
Luciano Ceinos ha destacado que no se está produciendo un relevo generacional, lo que supone un problema de cara al futuro. La esperanza del oficio se sustenta cada vez más en la ‘ceramicoterapia’, actividad lúdica que además de dar a conocer las diferentes técnicas y herramientas de la profesión, fomenta la creatividad, relajación y estimulación motriz. «En la actualidad, muchos profesionales abren sus talleres para convertirlos en clases de cerámica, no para producir», ha sostenido Luciano.
Uno de los talleres participativos ha estado a cargo de Cristina Ortiz, ceramista de origen gallego afincada en Cantabria. Ha presentado la porcelana facetada, procedente de una técnica oriental que aprendió en Corea del Sur. «Se trata de una material delicado que hay que tratar a capas de distintos colores para después cortarlas de manera sutil y se pueda apreciar toda la gama cromática» ha explicado Cristina Ortiz. El sábado a las 13 horas el leonés Javier García Santalla realizó una demostración de ‘Rakú Obvara’. Fue la primera vez que se expuso esta variedad de cerámica. Se trata de una cocción originaria del siglo XII, en la cual para reducir la porosidad de las piezas se sacan del horno a 950º de temperatura y se produce una reducción en una mezcla de harina y levadura. Para los más pequeños hubo un taller infantil de cerámica efímera, ‘Nendo Dango’, con los abulenses María del Carmen Ramírez y José Manuel García Sanz. La técnica trata de armar bolitas con una mezcla de arcilla, semillas, un sustrato vegetal y agua. Se realizaron pequeñas esculturas o flores en las que se pudieron incrustar semillas como decoración.
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