El conjunto dirigido por De los Mozos concluye la campaña en séptima posición y con un empate en Las Salinas. El partido acabó como empezó porque ninguno se esforzó en lo contrario.
El Palencia CF dio por concluida la campaña de Tercera RFEF ante el Atlético Tordesillas en Las Salinas sin goles y ya sin nada en juego para los de Álvarez de los Mozos tras haber perdido las opciones de clasificarse para el ‘play-off’ al caer en el derbi ante el Palencia Cristo. Finalmente, el conjunto palentino concluye en séptima posición, con el Palencia Cristo por encima y el Becerril por debajo en la tabla.
Por su parte, el cuadro de la villa vivirá su tercera promoción consecutiva, con una diferencia frente a las anteriores, la superioridad de principio a fin sobre sus rivales. Quedó tercero, sin abandonar los puestos de arriba en toda la temporada y con el mérito de ganar al menos una vez a todos los equipos menos al Santa Marta.
Maxi tuvo trabajo, pero lo solventó con seguridad ante un Palencia CF relativamente combativo, más que un Tordesillas un tanto pusilánime. Hasta que se asomó con Mateo, el más activo al principio, que puso una pelota tensa al área pasada la media hora que le llegó con música a Hugo. Un defensa la desvió lo justo.
Para el segundo tiempo, el técnico local optó por seguir poniendo hombres de refresco. Entre ellos, el juvenil Sergio, que en pretemporada ya dejó sus primeros destellos y disfrutó de minutos en el último partido de la liga regular. También Omar, que al poco de entrar ya tiró de carácter para llevarse la segunda y última amarilla del partido.
La segunda ocasión de la escuadra vallisoletana volvió a llevar la firma de Hugo, sin romper el 0-0. El tiempo avanzaba, en beneficio de todos, y el carrusel de cambios era lo único narrable. El del ‘Torde’ más que el visitante, porque el Palencia CF llevó a dos jugadores de campo para el banquillo.
Ver un gol rozaba el milagro, aunque lo cierto es que llegó, eso sí, anulado. Habría firmado una tarde de ensueño el joven Omar, pero controló previamente con la mano. En la última opción de vencer la controló como debía, pero se le marchó desviada.
El partido acabó como empezó porque ninguno se esforzó en lo contrario.
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