El EasyCharger pierde ante el Bàsquet Girona a domicilio (89-72), después de firmar una gran primera parte. Décima derrota y sigue cuarto.
El ensayo de partido de ‘play-off’ acabó con la racha del EasyCharger Palencia, que vio cortada su trayectoria de cuatro victorias consecutivas. El equipo entrenado por Pedro Rivero protagonizó frente al Bàsquet Girona de Marc Gasol (19 puntos y 12 rebotes) una primera mitad para el recuerdo, tanto en lo que a espectáculo como a inspiración se refiere, pero acabó cediendo frente a un rival con hombres determinantes y que tiró de experiencia para decidir en ‘el otro baloncesto’. El conjunto catalán, que acumula doce triunfos en los trece últimos encuentros, cimentó su victoria también en detalles importantes, como un expediente inmaculado en el tiro libre (hasta que a falta de un minuto Molins erró un lanzamiento), frente a los seis fallos del cuadro palentino, especialmente en momentos clave.
Los dos equipos más en forma de la competición evidenciaron durante la primera parte el por qué de su momento dulce, con un espectáculo electrizante, sin un segundo para el respiro y con alternancias en el dominio y el protagonismo. Lo que en cualquier otro partido hubiesen sido parciales decisivos o para romper un partido, en esta ocasión eran neutralizados por acciones proporcionalmente igual de importantes, nacidas del talento a raudales que derrochan ambas plantillas.
Curiosamente, lo más modesto y discreto de los dos primeros cuartos fueron los compases iniciales, en los que los dos equipos parecieron ajustar la mirilla. Fue poco más de un minuto de intentonas fallidas, antesala de un intercambio de golpes paradigmático: Marc Gasol se lució con dos canastas desde cuatro metros en las que dejó en evidencia la marca de Barro. En el EasyCharger Palencia se encargó de enseñar su carta de presentación Speight, al que pareció motivar y enchufar aún más la altura del reto que tenía enfrente. Un lanzamiento exterior de Blumbergs (8-9) le dio al cuadro vestido ayer de blanco la primera, única y efímera ventaja de un primer cuarto en el que siempre fue a remolque y en el que estuvo a punto de desengancharse con diez puntos de desventaja (23-13). Sabat y Franch encontraron cierta facilidad para penetrar y romper el sistema defensivo. Ali y Fall, con un pequeño parcial de 0-5 y buenos gestos técnicos en la pintura, salieron al rescate para devolver al conjunto palentino al partido (23-18).
Nicholas y Ali reventaron de salida el partido en el segundo cuarto y elevaron hasta el 0-13 el parcial para los colegiales (23-26). Sin embargo, tal y como sucedió cuando el Girona marcó el ritmo, lo que parecían momentos de plenitud en un lado y de crisis en el otro resultaban tan volátiles que el partido dio la sensación de un hermoso caos para el espectador. Marc Gasol reapareció con un triple brutal desde más de ocho metros de distancia para reenganchar a los suyos y anotar su undécimo punto (33-30). Se animó a ‘bailar’ Speight, que con un arreón de siete puntos seguidos puso al conjunto visitante nuevamente por delante (35-37). El último gran jugador en reivindicarse fue Franch, poco antes del intermedio, que con dos triples mandó al Girona por delante (46-43).
Se resintió el partido en un tercer período. Y en ese baloncesto de manejo de ritmos y con la intensidad defensiva de la que adolecieron los otros cuartos, hizo valer su mayor experiencia el equipo local. Blumbergs abrió la lata tras dos minutos sin canastas, mientras que Allen estableció una igualada que jamás volvería a conseguir el EasyCharger Palencia (48-48). Con un ritmo lentísimo, muchísimas interrupciones y los primeros problemas de faltas de sus jugadores interiores (dos para Fall y tres para Barro), Marc Gasol se encontró más a gusto, si cabe, y poco a poco fue minando la capacidad de resistencia rival. Sabat, con su octavo punto, aumentó a ocho la distancia (64-56).
Sobró en todos los aspectos el último acto, en el que tanto la rotación como el estado de forma de un Franch imperial (21 puntos al final del partido) pusieron demasiada tierra de por medio. Con trece puntos de desventaja, Barro reclamó una falta y vio cómo le señalaban una técnica que acabó por desquiciar a un EasyCharger Palencia al que el marcador final (89-72) castigó en exceso para la buena imagen ofrecida durante buena parte de la cita.
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