La manifestación de la Plataforma de las Mujeres, con más de 1.400 personas, se erige en el acto más multitudinario.
Carteles morados eran repartidos en la Estatua de la Mujer, instantes antes de que partiese la manifestación con destino la Plaza Mayor. ‘No tenemos miedo’ o ‘El machismo es terrorismo’ fueron algunos de los mensajes que se podían leer. El acto más concurrido del Día Internacional de la Mujer fue la manifestación de las 20 horas, organizada por la Plataforma por los Derechos de las Mujeres y que contó con más de 1.400 personas, que también protestaron contra la violencia de género.
«¡Las nadie somos nosotras!», decía el manifiesto. «Cada una de las mujeres a las que no se le reconoce su valía, ni se les paga acorde al trabajo que realizan. Las nadie somos las mujeres que, aunque levantemos la voz, seguimos siendo invisibles», continuaba hasta finalizar con «¡Derechos para todas, todos los días! Mujeres somos muchas y estamos juntas», ponía punto y final a una protesta que, por fin, podía volver a ser multitudinaria.
La concentración de los sindicatos dio el pistoletazo de salida a los distintos actos programados por el 8M. La plaza de los Juzgados contó con gran afluencia de palentinos que quisieron dar un apoyo a la igualdad real. Lejos de la cita del año pasado, donde las marcas del suelo señalaban la distancia entre los presentes por la pandemia, ayer hubo gritos, música y aplausos. Y mensajes de reivindicación. «Es un día importante, venimos a reclamar la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, sobre todo en los centros de trabajo. Se están consiguiendo avances en materia de trabajo como la reforma laboral y el salario mínimo interprofesional, pero aún quedan muchas cosas por hacer, por eso estamos aquí. Y es importante hacer frente a todos los discursos de odio que ponen en tela de juicio a la violencia de género y obstáculos a la consecución real de la igualdad», afirmó Elena Villamediana, secretaria de CC OO.
Los sindicatos apelan a la importancia de los planes de igualdad, que desde el 7 de marzo son obligatorios en las empresas de más de 50 empleados y que en Palencia solo lo tienen el 40,8%. «Reclamamos la igualdad real en todos los ámbitos y, sobre todo, en el ámbito laboral», comentó Gorka López, secretario de UGT.
La vicerrectora, Amalia Rodríguez, habla del 8M ante representantes de la comunidad universitaria. /
Durante la lectura del manifiesto, señalaron la ‘crisis de los cuidados’ como algo que sufren las mujeres. «Continúa vigente una división sexual del trabajo que adjudica a los hombres la prioridad del trabajo asalariado y a las mujeres la prioridad del trabajo no remunerado de cuidados en el entorno familiar». También, se acordaron de las mujeres migrantes, las refugiadas o las afganas, «que han visto eliminados sus derechos».
Por su parte, el Ayuntamiento de Palencia utilizó la frase ‘Sueño con…’ para luchar por la igualdad. Así comenzó el ejercicio para tratar de buscar las mejores ideas para lograr la equidad real. Partió de los más pequeños, los que no siempre son escuchados y los que tienen cosas muy interesantes que decir. El mensaje que este martes se leyó delante del Ayuntamiento, y que contó con gran afluencia de público, incluidos los sindicatos, partió de estas mentes infantiles o más bien juveniles, que creen «en la igualdad y queremos que a las mujeres se les dé un voto más y no se les excluya en nada. Esperemos que poco a poco lo consigamos», afirmaba Ana Mendiguchía, alumna de Dominicas, antes de leer sus deseos.
Educación sin colores
«Sueño con una educación que no entienda de colores para niños y para niñas», se oía, con voz de esperanza en la Plaza Mayor. Junto a la educación, se apeló a los juguetes, a los trabajos, a los deportes, «que una mujer pueda jugar al fútbol y un hombre practicar la gimnasia rítmica, si eso es lo que desean», a visibilizar la historia de las mujeres, devolverlas al lugar que corresponden.
El mensaje, escrito por el Consejo Municipal de la Mujer y el Consejo Infantil y que también clamó contra la guerra en Ucrania, concluyó con un sonoro aplauso tras las últimas líneas, leídas por la concejala de Servicios Sociales, Raquel Martín. «Hoy, 8 de marzo, seguimos juntas soñando… porque todo lo creado fue antes soñado… porque la igualdad sí es posible».
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