El equipo de Edu Narganes se impone al Tardelcuende tras el descanso y pone el broche de oro a una temporada perfecta.
El Becerril vuelve a disfrutar de un ascenso de categoría, en este caso, a la renovada Tercera RFEF. Los terracampinos han puesto este domingo el broche de oro a una temporada casi perfecta con la victoria en casa por 2-0 ante el Tardelcuende, equipo ya descendido. El conjunto dirigido por Edu Narganes devuelve la alegría a todo un pueblo que no dudó en acudir en masa a apoyar a su equipo, teniendo en cuenta que este fin de semana también han podido disfrutar de la Romería del Cristo de San Felices, una de las fechas señaladas en el calendario para los becerrileños. El Mariano Haro fue una fiesta, en una estampa donde equipo y afición demostraron ser solo uno.
Como se esperaba desde un principio, el Becerril saltó al césped del Mariano Haro dispuesto a dominar el partido, con personalidad para sacar el balón desde atrás y buscando las bandas de Blanco y Melero. Cinco minutos tardó el conjunto morado en tener la primera ocasión. Franín, de primeras y casi sin mirar, puso un muy buen centro a media altura para que Blanco, con poca fortuna, lo mandase ligeramente desviado por el lateral de la portería. Pocos minutos después, Franín, de nuevo, casi sorprende al guardameta visitante Edu con un centro que poco a poco se fue envenenando hacia la portería rival. Mientras tanto, el conjunto soriano basaba su juego en buscar con rapidez a su hombre de referencia en la punta de ataque, Manu, al que le tocó pugnar en varias ocasiones con Varo y Carlos, muy seguros atrás.
Cuando el duelo alcanzaba el ecuador de la primera parte, David tuvo una muy buena ocasión en un mano a mano frente al portero rival. Pese a que intentó un buen regate para sobrepasarle, Edu se mantuvo firme y repelió el balón con una buena estirada de su pierna derecha.
Las ocasiones no cesaron. De nuevo, David tuvo la oportunidad de empujar el balón a portería vacía tras un buen pase de Isma, pero el central visitante cubrió bien ese balón y pudo despejarlo fuera de la zona de peligro, frustrando por momentos a los jugadores palentinos. Edu Narganes se desesperaba en la banda, viendo como el gol no llegaba por muy claras que fueran las ocasiones de anotar. A falta de un minuto para el final de la primera mitad, Rober, en la línea de gol, desbarató una gran jugada individual de David tras un disparo a la media vuelta.
La dinámica del partido no cambió en la segunda mitad, con el Tardelcuende totalmente metido en su campo y esperando alguna ocasión en la que dar la sorpresa. A los pocos instantes de dar comienzo el segundo período, David volvió a disponer de un balón a placer dentro del área pequeña para haber abierto la lata, pero el balón se marchó por encima de la portería de Edu ante el asombro de todos los aficionados. Edu, otra vez, volvió a ser el héroe de los suyos despejando un libre directo ejecutado por Melero en el minuto 60. El veterano jugador del Becerril disparó raso al palo más alejado de la portería visitante, pero el meta rival apareció con una estirada felina para salvar a los suyos.
Al final, tanto fue el cántaro a la fuente, que pasó lo que todos esperaban. En el minuto 63, Vallejo se quedó solo frente a la meta rival, y esta vez no perdonó, batiendo a Edu con un disparo raso que levantó los ánimos de la grada en el Mariano Haro. El ritmo del encuentro no decayó y Edu Narganes aprovechó para poner toda la carne en el asador, sacando a Kuko para explotar en velocidad la banda izquierda del equipo terracampino. Con pocos minutos en el cronómetro para el final de la contienda, el juego de ambos equipos se atascó en el medio campo y ninguno era capaz de elaborar una jugada de cierto peligro. El cuadro soriano, lejos de achantarse, salió a jugar el balón en los últimos instantes, demostrando personalidad e intentando tener alguna oportunidad.
El Becerril durmió el partido en los instantes finales, momento que aprovechó Kuko para poner la guinda en el minuto 90. El extremo batió por raso a Edu tras una gran jugada personal, consiguiendo el segundo tanto con el que certificaba el ascenso directo del Becerril a la Tercera RFEF.
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