El cantante repasó durante la noche sus temas más conocidos y reconocibles, así como también entonó sus últimos temas musicales con los que hizo cantar y bailar a las miles de personas congregadas.
Derrochando arte. Así llegaba el icónico Antonio Carmona anoche a Palencia para festejar a San Antolín. El que fuera vocalista de Ketama, uno de los grupos más icónicos de los años noventa dentro del panorama musical español, revolucionó por completo el flamenco hace más de treinta años, convirtiéndose en uno de los mayores exponentes de una saga de músicos gitanos, los Habichuela, y también representante del denominado nuevo flamenco.
El cantante repasó durante la noche sus temas más conocidos y reconocibles, así como también entonó sus últimos temas musicales con los que hizo cantar y bailar a las miles de personas congregadas en el escenario escogido para acoger una de las actuaciones más mediáticas de todo el programa festivo. ‘Mencanta’ o ‘Para que tú no llores’ fueron algunas de las letras más famosas que el cantante y los ocho miembros que le acompañaban sobre el escenario interpretaron, incluida también su hija, Lucía Fernanda, con la que cantó uno de sus temas. Además, no dudó en homenajear a Antonio Vega versionando ‘Se dejaba llevar por ti’.
Pero si algo en común tenían todos los asistentes, amantes del arte flamenco y otros menos entusiastas, eran las ganas de disfrutar y rememorar las letras más conocidas de Antonio Carmona. Muchas de ellas convertidas en verdaderos himnos musicales como ‘no estamos locos, sabemos lo que queremos, vive la vida igual que si fuera un sueño’ .
El granadino abría el concierto con uno de sus temas más conocidos, ‘Vengo venenoso’ con el que lograba comenzar a calentar el ambiente de una noche de temperatura agradable que animó a los palentinos a esperar pacientemente la actuación a pesar de no dar comienzo hasta pasadas las once de la noche. Había ganas de disfrutar del andaluz y así se pudo palpar en el ánimo de los asistentes.
Manteniéndose en plena forma, Antonio Carmona realizó varios guiños a Ketama, la agrupación musical que le aupó al éxito y sin la que aún sigue triunfando. Antes de que diese comienzo el recital musical, seguidores y fans del artista esperaban en las primeras filas con el deseo de poder ver al artista a pocos metros de distancia. Y así lo consiguieron. Haciendo gala de una gran cercanía y conexión, el cantante pudo percibir el cariño y la entrega del público desde que sonaron los primeros acordes en los que la gente se empezó a arrancar contagiando así su pasión por el flamenco, lo que el cantante ha llegado a definir como una auténtica vivencia.
«Qué alegría que me han traído hasta aquí, a San Antolín. A esta ciudad preciosa, llevo todo el día paseando por aquí, qué maravilla. Tenéis una tierra que sabe acoger muy bien a la gente, que Dios os bendiga», señalaba el ex de Ketama.
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