Ampudia suspende el Festival de Paloteo por la falta de participantes. La disolución de muchos grupos a causa de la pandemia y el desplazamiento hasta la localidad palentina han sido los motivos de la imprevista cancelación.
El Ayuntamiento de Ampudia ha comunicado la suspensión del XXXIX Festival de Paloteo Villa de Ampudia, que se tenía previsto celebrar el próximo sábado, 30 de julio. Fuentes municipales han explicado que la suspensión de este evento, que no había podido celebrarse en los dos últimos años como consecuencia de la pandemia, se ha debido a la no asistencia de los grupos de baile con los que se cuenta habitualmente para este festival.
El alcalde de Ampudia, José Luis Gil, lamentaba profundamente la decisión tomada a última hora y ha explicado que «muchos de los grupos se habían disuelto a causa de la pandemia o bien no tenían intención de desplazarse». El grupo de paloteo local tampoco ha sido invitado a ningún otro festival durante el año, «lo que reduce bastante las posibilidades», según ha asegurado el alcalde José Luis Gil. Pese a la existencia del grupo local y la ilusión por el festival que había entre los ampudianos, el Ayuntamiento ha decidido cancelar la celebración a pocos días de que comenzara.
El paloteo es el folclore más típico de Ampudia, compuesto por una antigua y vistosa danza acompañada del típico paloteo. El origen de estos bailes que nos hablan de guerras y luchas es difícil de precisar. Aunque más tarde lo ejecutaran cofradías religiosas, se cree que el origen es pagano. No obstante, ‘La estrella’ es un paloteo con letra religiosa que se hacía a la Virgen de Alconada, Patrona de Ampudia. También se conservan paloteos de origen profano o político como basados en guerras como ‘Los franceses’. Los danzantes, como así se llama a los que bailan el paloteo, difundieron su folclore por numerosos lugares. El grupo de la Villa obtuvo en Madrid el primer Premio Nacional de Danzas, en 1939.
Durante la dictadura franquista su práctica se fue olvidando y fueron las mujeres quienes lo recuperaron, algo insólito ya que antes solo lo practicaban hombres. En 1954, la Sección Femenina hizo una exhibición en Palencia, pero no fue hasta 1968 cuando la Juventud Agraria Local Católica, recuperó la tradición.
La vestimenta común a todos los danzantes de Castilla y León alcanza también a comunidades como La Rioja y otros puntos de la península. El origen de este vistoso traje de apariencia femenina, que originalmente solo vestían hombres, ha llevado a algunos estudiosos a pensar que las danzas procedían de cultos primitivos a divinidades femeninas.
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