Los de Diego Rojas se imponen a La Virgen del Camino a domicilio con un gran juego liderado por Raúl Vallejo. El gol nacido de un intento aislado de sacudirse la presión permitió al once palentino ganar en aplomo y comodidad.
El Palencia CF está para grandes cosas y no solo por seguir invicto tras cinco jornadas y dormir en lo más alto de la tabla. Victorias como la de este sábado, por escenario, rival y contundencia, ponen el foco sobre una escuadra decidida a pelear por jugar en una categoría superior la próxima temporada. Ante La Virgen lució efectividad y ejecutó un férreo control defensivo en un choque notable.
Los pupilos de Nanín saltaron al césped con el deseo de regalar un motivo más de fiesta en plena semana grande de la localidad. En definitiva, una atmósfera que propició una tormenta perfecta en la que el cuadro morado trató de no zozobrar hasta poder igualar las fuerzas con el paso de los minutos. No fue, desde luego, una empresa sencilla, tal y como avisó Jairo con un derechazo que se marchó alto. Acto seguido fue Miguel Ángel quien tuvo la opción más clara gracias a un lanzamiento seco que despejó Alberto. Fueron minutos para poner a prueba el orden y el rigor defensivo de un Palencia CF que sufrió con el fútbol directo y las opciones generadas en segundas jugadas por La Virgen del Camino.
Pero ya se sabe que no hay peor cuña que la de la misma madera. Por eso, rebasado el ecuador de la primera parte, Gianluca apuró la línea de banda hasta servir un balón muy profundo que no pudo despejar ningún zaguero permitiendo la entrada cerca del poste de Raúl Vallejo para golear en la que fue su casa hace seis años con la ayuda involuntaria pero necesaria de Jairo Blanco.
El gol nacido de un intento aislado de sacudirse la presión permitió al once palentino ganar en aplomo y comodidad. Pesaron los nervios en los futbolistas de Nanín, poco acostumbrados a improvisar en su casa. Una situación idónea para que pudiese sentenciar el ataque dirigido por Diego Rojas con un centro de Edipo que remató desviado dentro del área Torres.
Fue ya en la segunda parte cuando regresaron las hostilidades con un centro de Abel que cabeceó Visa desviado y que encontró rápida respuesta con un golpeo de Sekou atajado por el meta de La Virgen. Un serio aviso de lo que vino escasos minutos después a través de un cabezazo de Marcelo como continuación a un saque de esquina originado por un tiro de Raúl Vallejo para dejar el pulso sentenciado en favor de las huestes palentinas.
El único lunar en una tarde inmaculada de los palentinos fue un rechace blando que aprovechó Abel para conectar un toque preciso que sorprendió por arriba a Alberto, para hacer el definitivo 1-2 para los morados.
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