Los vecinos prepararon una jornada especial para reconocer la labor pastoral del cura, que estuvo a punto de llorar de emoción
Los vecinos de Castromocho han celebrado los cincuenta años de la ordenación sacerdotal de su párroco, Joaquin Camina. El sacerdota, natural de Meneses de Campos, llegó de manera provisional a Castromocho hace veinte años.
Joaquin Camina fue ordenado sacerdote en 1960 en la Catedral de Palencia. Natural de Meneses de Campos, sus primeros destinos fueron varios pueblos de la Montaña Palentina, como Camasobres, Casavegas o Piedrasluengas. Años después, el cura llegó Valoria de Alcor o Castrillo de Villavega, municipios en los que desarrolló sus primeros años de labor pastoral como un sacerdote joven que supo contactar con la gente y que se desplazaba de pueblo en pueblo con una motocicleta, y en invierno, durante las frías nevadas de la montaña lo hacía caminando con tal de llegar hasta sus feligreses.
En la década de los años noventa, el entonces obispo de Palencia, Nicolás Castellanos, llamó a Joaquín Camina para encargarle de manera temporal la parroquia de Castromocho, que se quedaba sin sacerdote. Ese periodo se alargó en el tiempo hasta cumplir las dos décadas en las que este cura de Meneses lleva al frente de la parroquia y que compagina con las de Abarca y Fuentes de Nava.
Conociendo la fecha del aniversario de la ordenación de su sacerdote, la junta parroquial de Castromocho comenzó a idear el pasado mes de mayo un sentido homenaje para celebrar el quincuagéstimo aniversario de su ordenación con una misa que se celebró el pasado domingo qué mejor forma de hacerlo -cuenta años y un día después de su ordenación sacerdotal-, en la que colaboraron los vecinos del municipio y en la que participaron los sacerdotes José Luis Caballero, natural de Castromocho, y Antonio Antolín, compañero de seminario y amigo de Camina, que fue párroco de Mazariegos, Baquerín y Becerril de Campos.
El pueblo de Castromocho respondió a la llamada de la junta parroquial y durante el homenaje logró arrancar unas lagrimas a su párroco, que emocionado agradeció este acto de reconocimiento brindado por el municipio al que llegó hace veinte años de forma temporal’-
Tras la misa, el cura, rodeado de feligreses, familiares y amigos, recorrió los escasos metros que separan la iglesia de San Esteban del bar y centro de reunión de Castromocho y que estaba también lleno de vecinos ansiosos por felicitar a su sacerdote, con el que compartieron un aperitivo amenizado por una proyección fotográfica que recordaba los 50 años de trayectoria pastoral de Joaquín Camina Villa.
El Norte de Castilla, 7 julio 2010.
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