Esta comarca es la más afectada de la comunidad autónoma por la proliferación de roedores. En la provincia hay entre 250 y 300 afectados.
Tierra de Campos, la comarca de Palencia más afectada por la plaga de topillos, concentra la mayor parte de esos 70 casos de personas contagiadas por tularemia que los servicios epidemiológicos de la Junta han confirmado en la provincia, según apuntaron ayer las organizaciones agrarias, que acotaron esa acumulación de afectados a municipios como Fuentes de Nava, Paredes, Villanueva del Rebollar, Castromocho, Frechilla o Pedraza de Campos, y volvieron mostrar sus discrepancias con respecto a esas cifras que maneja la administración regional y que sitúan en 88 el número de casos registrados en la comunidad.
«La Junta falta a la verdad, en la provincia hay entre 250 y 300 afectados por tularemia y el goteo va a ser incesante, lo que pasa es que tras los primeros análisis se les somete a un tratamiento de choque y cuando llegan los contraanálisis de Majadahonda, los pacientes ya están curados», asegura el presidente provincial de Asaja, Alfonso Núñez, que no entiende la actitud de la Junta. «Se está confundiendo, no hay nada mejor que decir la verdad, porque nadie tiene toda la culpa», afirma Núñez, más comedido en sus críticas por lo que considera una ocultación de datos que el coordinador provincial de UPA, Domiciano Pastor.
«Hay una barbaridad de casos, hay que ser muy tontos para hacerlo tan mal, hace unos días dicen que hay 29 y luego no les queda más remedio que reconocer que hay 70», apunta Pastor, que establece una relación directa entre tularemia y topillos. «El factor desencadenante al 100% son los topillos, al estar en contacto con ellos. El año pasado había liebres, cangrejos, agua, pero no había tularemia. ¿Entonces?», apostilla el secretario provincial de UPA, y sus tesis las respalda el coordinador provincial de COAG, Pablo García. «Toda plaga de topillos conlleva tularemia en las personas, la liebre come topillos y está en contacto con su piel, lo mismo que la mosca», apostilla García, que ve también en los cangrejos otro agente transmisor.
«Si las liebres están bien cocinadas, lo mismo que los cangrejos, no hay ningún problema. Eso sí, no se pueden congelar, la bacteria se destruye con el calor, no con frío», subraya Pablo García. «Esas medidas deben hacerse en bloque, si se trata el regadío y no se trata el secano, los estamos desplazando», denuncia el coordinador provincial de UPA, que encuentra en Pablo García un aliado en su petición de medidas más drásticas. «La Junta está minimizando la plaga», asegura.
Sin embargo, de las 88 personas contagiadas por la tularemia, la Junta atribuye a roedores, como son los topillos, tan solo 17 de los casos. 24 se atribuyen a aspectos relacionados con la agricultura y la jardinería; 13 a «otros trabajos con exposición medioambiental»; 12 a la «manipulación de cangrejos de río», y el mismo número de casos a «paseos frecuentes por el campo».
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