El proyecto Palomares de Palencia permite rehabilitar 29 edificios en tres años. La provincia cuenta con 900 construcciones catalogadas de la arquitectura popular, ya sean circulares, cuadrados o rectangulares.
Los palomares, las casetas de era, molinos y batanes, colmenares, así como los chozos, guardaviñas, cabañas y corralizas realizadas en piedra en seco son algunas de las construcciones que forman parte del paisaje de la provincia a lo largo de la historia, ejemplos de sostenibilidad y elementos propios que definen la arquitectura popular de Palencia.
La arquitectura popular se ha basado tradicionalmente en la utilización de los recursos al alcance de las personas que habitan un territorio. Un aprovechamiento de los bienes de manera sostenible, en cuanto que se trataba de recursos naturales procedentes del territorio que una vez finalizado su ciclo útil volvían a integrarse en la tierra de donde procedían y en la eficacia, ya que la tipología arquitectónica se adaptaba al clima local y a las necesidades del hombre.
Algunos elementos de esta arquitectura, como las casetas de era o los palomares, son claves en los variados paisajes de la provincia, desde la Tierra de Campos, a la Montaña, pasando por el Cerrato, el Boedo, la Ojeda, o la Vega-Valdavia. La mayoría forman parte de la denominada arquitectura en tierra, por su carácter arcilloso, y estaban situadas en los alrededores de los pueblos.
Las casetas de era eran lugares de gran actividad estival, se usaban para comer, como alojamiento a los jornaleros, cobijaban en algunos casos a las mulas y en invierno servían de almacén de los aperos de labranza, hoy han perdido el uso, pero son señas de identidad de esta provincia. Lo mismo pasa con los palomares, y de manera más notable, de la misma forma que el molino de viento define a la Mancha o el hórreo a los pueblos gallegos. En la provincia están catalogados más de 900 palomares, ya sean circulares, cuadrados o rectangulares, que generan la imagen paisajística de nuestra provincia.
El barro es la base constructiva en ambas, un material, que puede adoptar las formas de tapial o de adobe, tiene la ventaja del buen aislamiento térmico y sonoro necesario para en tanto para albergar a los labradores en su faena, como para la cría de las palomas.
El proyecto Palomares de Palencia es el resultado de la colaboración institucional de la Diputación Provincial con el Colegio Oficial de Arquitectos de León, Delegación de Palencia. Inició su andadura en el año 2018, en el que se fijaron las bases para la documentación y caracterización de esta arquitectura, que incluye un punto de vista paisajístico.
Centro temático en Santoyo
Antes, con el objetivo de difundir la tradición de los palomares, en 2007 se abrió al público el Centro Temático del Palomar en la localidad de Santoyo. Ubicado en una antigua casa de labranza, ofrece al visitante un recorrido temático por un elemento patrimonial que se ha convertido en una de las claves de su identidad territorial.
El objetivo del programa Palomares de Palencia es establecer medidas de protección de esta arquitectura de tierra, se ha definido un método actuación para documentar y caracterizar estas construcciones en la provincia, de cara su preservación. A raíz de la colaboración con el Colegio de Arquitectos, la institución empezó a convocar ayudas a particulares, para recuperarlos. En total se han invertido más de 100.000 euros, y se prevé finalizar esta convocatoria con 29 edificios rehabilitados.
Además de sensibilizar y divulgar la propia existencia de esta arquitectura, no sólo hacia el exterior sino también entre los propios habitantes de los municipios, pues el desconocimiento es el primer paso para el abandono más allá de los cambios sociales y el desuso de los edificios, e intentar que se integre en un conjunto territorial de gran valor.
Al proyecto se suman la creación de una serie de rutas documentadas. En Tierra de Campos, se alcanzan nueve municipios (Villamartín de Campos, Pedraza de Campos, Torremormojón, Capillas, Guaza de Campos y Frechilla), cuyos palomares pudieran entenderse como un conjunto relevante, monumental e identificador. En la ruta este de Tierra de Campos figuran 67 palomares de gran envergadura) y en la oeste, otros 51 palomares de tipologías variadas. En los municipios del Camino de Santiago Francés, se localizan 78 edificios en Boadilla del Camino, Frómista, Población de Campos, Revenga, Villarmentero de Campos, Villalcázar de Sirga, Carrión de los Condes, Quintanilla de la Cueza, Ledigos, Terradillos de los Templarios y San Nicolás del Real Camino.
El proyecto, que cuenta también con la colaboración de la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León, incluirán próximamente los trabajos que se están realizando en la comarca del Cerrato.
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