Pronovias baja la persiana en diciembre en Palencia tras 25 años de actividad

Carmen Aguado Pardo

11 de septiembre de 2023

Asunción Barcenilla, gerente del negocio en la capital, se jubila después de toda una vida dedicada a la moda nupcial. «Lo ideal sería poder traspasarlo, por el trabajo de las dos empleadas y por no cerrar un negocio que funciona muy bien» añade con cierta nostagia.

Si nada y, sobre todo, nadie lo impide, Palencia se quedará a finales de este año sin una de las tiendas referencia en moda nupcial de la ciudad. En el mes de diciembre –aún sin fecha concreta– está previsto que la famosa firma Pronovias cierre sus puertas en la capital con motivo de la jubilación de su gerente, Asunción Barcenilla.

Fue en el año 1998 cuando Pronovias abrió en Palencia de mano de esta burgalesa afincada en la capital desde hace más de cuarenta años. Desde entonces, por este local ubicado en la céntrica calle de Becerro de Bengoa han pasado miles de novias que han confiado en Asunción Barcenilla y en su equipo para vestirse en uno de los días más importantes de su vida.

«Es prácticamente imposible calcular el número exacto de novias que han pasado por aquí en todo este tiempo, pero son miles, muchas, muchísimas», señala la responsable de Pronovias Palencia, quien comenzó su trayectoria con anterioridad en este mismo sector textil.

Cuando cerró la última tienda en la que trabajó, decidió emprender su propio camino abriendo esta franquicia, sumándose así a Pronovias Burgos o Pronovias Valladolid. En la actualidad solo queda abierta la de la capital vallisoletana, la más cercana ahora también para las novias palentinas que quieran vestir de la firma catalana a partir del año que viene.

La burgalesa afirma que le encantaría poder continuar pero que considera que ha llegado el momento de retirarse de la actividad profesional y más aún cuando ninguno de sus dos hijos quiere continuar con el negocio. «La decisión la tomé el año pasado y tanto Marian como Paqui, mi equipo, lo entendieron perfectamente», recuerda.

Aunque la decisión estaba tomada, Asunción necesitó tiempo para poder planificar y llevar a cabo esta transición tras más de dos décadas de intensa actividad. Comenzó a comunicárselo a sus clientas para después empezar a reducir el número de pedidos, así como los encargos de las colecciones.

«Necesité tiempo para prepararme. Me costó mucho dar el paso. De hecho, el cierre se ha dilatado en el tiempo hasta que decidí que diciembre sería el último mes de actividad», señala. Con pena por el cierre, pero con una inmensa satisfacción por el trabajo realizado, la prioridad ahora para Asunción es encontrar a alguien que pueda quedarse con el traspaso del negocio para evitar así que la firma desaparezca de la ciudad. «Eso sería lo ideal, por el trabajo de las dos empleadas que tengo, y por no cerrar un negocio que funciona muy bien», confiesa.

Las novias palentinas son muy fieles a comprar en Palencia, asegura Asunción, ya que priorizan comprar en la capital antes de irse fuera de ella a buscar su vestido de novia. De igual forma su familia más cercana como sus madres, sus hermanas o las madrinas de la ceremonia. «En Palencia hay tradición de venir con alguien muy cercano, madre o hermana», agrega.

Hasta final de año hay cerradas veinte bodas, una cifra menor que la que han llegado a tener durante años en las que se han juntado más de 400 solo anualmente. «El número de ceremonias y celebraciones ha bajado, pero hemos vivido años de auténtica locura vistiendo a cientos y cientos de novias», recuerda con cariño.

De hecho, algunas de las novias que ha vestido a lo largo de estas más de dos décadas ya han acudido con sus hijas para que hiciera lo mismo con ellas. «Son muchos años y aunque hay muchas cosas que han cambiado, el significado y la importancia del vestido de novia no ha variado igual», recalca.

Ahora hay mayor diversidad, una inmensa mayoría le dan prioridad a esta compra y mucha importancia, pero hay quien también lo considera un mero trámite y acude a comprarlo con muy poco tiempo de antelación. Aunque lo que es indiscutible, es que el vestido de novia es uno de los grandes protagonistas de una boda.

Tras toda una vida dedicada a la moda nupcial, Asunción aconseja a las futuras novias que acudan a comprar el vestido acompañadas de una persona o, como mucho, dos. «Cada persona que traiga aquí tiene un gusto y al final se va a comprar lo que la otra persona quiere y no lo que le gusta a ella», destaca.

En muchas ocasiones, la novia se decanta por un vestido que al resto de acompañantes no le gusta o se acaba llevando algo que ella no habría elegido nunca. «Las que vendemos no estamos a vender el vestido, nosotras decimos lo que sentimos, lo que más le favorece. La mejor venta es que una novia vaya guapa y pregunten de dónde es el vestido», indica la gerente.

Diferentes estilos

El 80% de las novias terminan llevándose un vestido que jamás habrían imaginado que llevarían el día de su boda. El equipo de Pronovias destaca que se suele acudir con una idea preconcebida de un modelo que se ha visto a otra novia pero que no siempre queda bien o favorece.

«Si te abres a probar determinados modelos y diferentes te puede sorprender y lo más probable es que caigas en uno que tú no pensabas llevar», comenta. En la tienda se ha llegado a tener más de 300 modelos que poderse probar, una talla de cada vestido que suele comprarse con una media de ocho meses de previsión. El estilo ha ido variando a lo largo de los años y aunque han surgido modas como el mono o el conjunto de chaqueta y pantalón, en moda nupcial, el vestido sigue siendo el gran protagonista y el más elegido.

Lo mismo pasa con el color, aunque hay novias que acuden con la idea de no vestir de blanco, cuando se prueban uno de ellos terminan optando por el color clásico. «El blanco, cuando te lo pruebas, impacta y por eso optan por ello», agrega.

Actualmente, Pronovias Palencia se encuentra en liquidación, una gran oportunidad que las novias y madrinas palentinas pueden aprovechar ya que hay vestidos desde 200 o 300 euros hasta un máximo de 2.000 euros. Un precio reducido al 50% que puede permitir que una novia vista de esta firma por un coste económico prácticamente inimaginable.

Con la jubilación de Asunción Barcenilla también se produce el cierre de Atenea, también dirigido por ella misma, que se encuentra en un local contiguo al de Pronovias. Durante estos años se ha dedicado tanto a la moda nupcial como a las de las comuniones, vistiendo de igual forma a cientos de niñas para este día.

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