Comienzan las obras de construcción de los 8 chalés con el fin de aumentar la población del municipio.
La construcción de nuevas viviendas que alberguen a futuros inquilinos son un verdadero halo de esperanza para cualquier padrón de habitantes, y más en el ámbito rural. Así que Castromocho está de enhorabuena con la edificación de ocho pisos protegidos que aún no están adjudicados, y más porque la demanda de peticionarios es mayor que la oferta.
Su alcalde, Florencio Caballero, está satisfecho también por el reciente arreglo de la carretera N-610, en la que se han invertido 480.000 euros, y por lo que agradece la colaboración de las administraciones. Entre las novedades, tampoco hay que olvidar un parque, inaugurado hace un año, que cuenta con juegos infantiles y con aparatos de gimnasia para las personas mayores.
El pueblo ha mejorado mucho, y más que lo está haciendo, insiste el regidor, quien pone como ejemplo la segunda fase de la obra de rehabilitación del edificio del Ayuntamiento, que permitirá habilitar un inmueble anexo como local de reuniones y encuentros de vecinos. Porque el Ayuntamiento se empeña en unir a los vecinos, y para ello organiza unas fiestas al año que son ineludibles en la agenda de cualquier persona ligada a Castromocho. San Antón, la fiesta del Ángel o la paella del verano vienen rápidamente a la memoria del alcalde cuando se le pregunta por los días más señeros en Castromocho. Y es que los vecinos son bastante activos, y prueba de ello son las clases de pintura, gimnasia o batuca de las amas de casa, igual que los encuentros de la veintena de jóvenes que viven en el municipio.
El pueblo también resulta atractivo para las cigüeñas, que llegaron a formar 94 nidos en la iglesia, una situación a la que ha habido que hacer frente instalando un sistema de electrificación que las ahuyente.
Norte de Castilla, 12 marzo 2011.
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