Ocho obradores se han adherido a la figura de calidad -marca de garantía- que combate el fraude y las imitaciones en un pan de calidad del que cada año se produce un millón de unidades.
La fabiola de Palencia estrenó ayer su marca de garantía, así que los consumidores pueden adquirir este pan, ya con su correspondiente vitola acreditativa de su origen y calidad, en medio millar de puntos de venta desde los que se distribuye la producción de ocho obradores adscritos y comprometidos con este marchamo: El Horno de Pablo (Palencia), Panadería San Francisco (Villamuriel), La Consuelo (Torquemada), Panadería El Alar (Alar del Rey), Panadería Berruguete (Paredes de Nava), Panadería El Valle (Saldaña), Panadería Salazar (Frómista) y La Tahona de Sahagún (Sahagún).
La Fundación Centro Tecnológico de Cereales de Castilla y León, Cetece, fue ayer escenario de esta puesta de largo, acto en el que el presidente de la Asociación Promotora Fabiola de Palencia, Higinio Álvarez, tras mostrar su «orgullo» por haber llegado hasta este etiquetado con vitola numerada, recordó que los ocho obradores adheridos -expresó su confianza en que sean «muchos más»- han sido certificados por una entidad externa, «un trabajo estrictamente necesario porque es el que garantiza que se elaborará una fabiola que cumple los requisitos de calidad de la marca de garantía».
«Muchas gracias al Cetece por su trabajo e ilusión por sacar adelante la marca, así como por ser veedores para lograr que pudiéramos certificarnos. Gracias también a la Diputación ya que sin su apoyo económico no habría sido posible poner en marcha la marca, lo que demuestra una apuesta decidida por el sector, clave para el mundo rural », afirmó Álvarez.
Por su parte, la presidenta de la Asociación Provincial de Fabricantes de Pan, María Franco, , hizo referencia a que son «muchos años» los que se lleva trabajando para conseguir la marca de garantía, y es que fue en 2009 la primera vez que se planteó la necesidad, en 2017 cuando se decidió constituir la asociación de la fabiola y en 2018 cuando llegó la autorización de la marca de garantía. «Es totalmente necesario que un producto tan emblemático como la fabiola por fin pueda tener su figura de calidad», incidió.
Franco explicó que la fabiola de Palencia tiene su origen en los años 60 del siglo pasado cuando un grupo de panaderos creó un producto que se adaptara a las necesidades del consumidor de la época, ya que casi todo lo que se consumía eran hogazas de gran tamaño. «Fue un trabajo de unión e innovación», destacó. En cuanto al nombre, comentó que tiene que ver con la aristócrata Fabiola de Mora y Aragón -«con lazos con Palencia»-, que en 1960 se casó con Balduino de Sajonia, convirtiéndose en los futuros reyes belgas.
«La fabiola es un producto de máxima calidad, elaborado de forma tradicional. Tiene un hueco en el mercado y está fuertemente afianzado por lo que es necesario que esté protegido por una figura como es la marca de garantía, que ayuda a que no haya fraudes ni imitaciones», recalcó María Franco.
Del «yo no puedo comer sin un buen pan» al «yo no puedo comer sin una buena fabiola de Palencia». Con esta frase destacó la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, la puesta en marcha de la marca de garantía, que cuenta con el apoyo de la institución provincial.
El distintivo de marca de garantía para la fabiola llegó después de que el Centro Tecnológico de Cereales de Castilla y León (Cetece) realizara un estudio sobre esta variedad de pan. Un informe que, posteriormente, fue remitido al Instituto Tecnológico Agrario de la región (Itacyl), como paso previo a la certificación última de la Junta. Ahora, según explicaron ayer, queda la aprobación definitiva de la Oficina de Patentes y marcas.
La fabiola de Palencia es un producto de panadería obtenido a partir de una masa de baja hidratación (con un porcentaje de agua de entre el 42 y el 48%), refinada a través de cilindros dando lugar al característico bregado. Al año se produce un millón de ellas.
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