El Ayuntamiento de Villada dona ropa interior, baúles y muebles al Museo Etnográfico y Agrícola de Autilla del Pino. Este importante patrimonio material que portaron los antepasados de las dos localidades, se conserva con esmero en este museo. Luce como el mejor reflejo de un ayer que sigue más vivo que nunca en la exposición ‘Íntimo y Femenino’
La indumentaria tradicional fue el domingo protagonista de una vistosa presentación y muestra en el Museo de Autilla del Pino. El motivo: la donación principalmente de ropa interior, baúles y muebles que ha realizado el Ayuntamiento de Villada al Museo Etnográfico y Agrícola del municipio terracampino de Autilla.
Este importante patrimonio material que portaron los antepasados de las dos localidades, se conserva con esmero en este museo. Luce como el mejor reflejo de un ayer que sigue más vivo que nunca en la exposición ‘Íntimo y Femenino’ desde el 2 de julio hasta el 30 de septiembre en horario de 18 a 21 horas de martes a domingo.
El recorrido por la ropa interior en el tiempo fue presentado por Esther Miguel, especialista y premio 2022 José María Silva, quien estuvo arropada por la alcaldesa de Autilla del Pino, María del Rosario Diez, y el alcalde de Villada, Manuel Gañán, junto al investigador villadino Francisco Calvo.
La riqueza de los fondos de este museo, en su indumentaria y en especial en la femenina, con un traje para cada ocasión, es en muchas circunstancias un telón de fondo religioso. En su recorrido se puede ir viendo trajes de ceremonia, de tornaboda, de cofradía, de iglesia, de cristianar, de fiesta y de trabajo. Los tonos de la naturaleza dan vida a los refajos populares autillanos, mientras que la cromática de las prendas más sobrias eran llevabas en el luto y para ir a la iglesia. De hecho, esta localidad es de los pocos lugares de la provincia donde la indumentaria que se conserva en la localidad más allá de los muros del Museo Etnográfico y Agrícola es un reflejo de la riqueza en la indumentaria tradicional con más de 190 piezas de la de la localidad, que muestran un modo de vestir de un pueblo y una zona de Tierra de Campos «histórica».
Explica la alcaldesa de Autilla del Pino que si hay una tipología que no deja de sorprender en el vestidor tradicional del museo autillano son los «faldetes», denominados así por la superposición de faldas. Enaguas interiores de piqué o muletón, de lana o bayeta; refajos bajeros de lana tejidos con ornamentos florales en vistosos colores y camisas, que en su origen eran tratadas como vestuario íntimo en sus distintas épocas, con el corsé colocado sobre esta camisa interior. A muchos sorprende descubrir que inicialmente la mujer no llevaba bragas, vistiendo únicamente la camisa, como ropa interior. Entre 1830 y 1914, una mujer vestía tanta o más ropa interior que exterior dada la gran influencia del periodo isabelino (1830-1868). El traje de fiesta está influenciado por la moda aristocrática o burguesa del momento, y se muestra también la tipología con camisa, enaguas y calza o braga que cubre desde la cintura hasta la rodilla, ajustándose por encima de ésta, mediante lazo con abertura en la entrepierna.
Es importante reconocer como las clases populares fueron mucho más conservadoras en cuanto a la indumentaria del traje de diario, reflejo de sus condiciones de vida, su entorno y su limitación de recursos, para poder adquirirlos. Las condiciones climáticas hacen que el vestido esté más adaptado al frío y a la dureza del trabajo en la intemperie.
La donación villadina, se ha encajado en distintos espacios, con piezas que se fusionan a las colecciones existentes. Conocer las prendas testigo, que «todavía se encuentran guardadas en el pueblo con piezas de indumentaria únicas y exquisitas del siglo XIX y XX de varias familias y lugares de procedencia, es completar una visión histórica de las prendas que se han perdido con el paso del tiempo, y materializar estas actuaciones con una visualización cultural y patrimonial de la provincia y en Tierra de Campos», asevera la alcaldesa de Autilla, María Rosario Diez.
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