El Ayuntamiento de Palencia confía en que la retirada de árboles en mal estado comience este mes

José María Díaz

8 de junio de 2022

La empresa Tragsa tiene encomendada la tala de 63 chopos en la ribera desde Puentecillas hasta la zona de los maristas. Esta intervención ha sido ya muy criticada por organizaciones como la Plataforma en Defensa del Arbolado, que la considera excesivamente invasiva y contraria a los criterios de preservación del medio ambiente.

Llevan años causando problemas, aunque en las últimas semanas se están convirtiendo en un verdadero quebradero de cabeza. Desde luego, quienes más lo están sufriendo en estos días son los integrantes del parque de bomberos, que no paran de acudir a la ribera del río a trocear los grandes árboles que repentinamente se vienen abajo y caen sobre los carriles de ocio, las zonas de esparcimiento o sobre el propio cauce del Carrión.

La última de estas salidas se produjo el pasado lunes, cuando hubieron de retirar un árbol caído junto al Puente Mayor, ya completamente seco y que no había aguantado más. Pocos días antes, el 1 de junio, tuvieron también que acudir a la misma zona para despejar el cauce del río, por otro de estos chopos híbridos que se había precipitado sobre las aguas, con lo que los bomberos tuvieron incluso que utilizar las sierras desde una barca zodiac. También en abril, fueron otros tres los ejemplares que se cayeron sobre los carriles de paseo de la orilla del río, en esa misma zona céntrica de la ciudad de los entornos del Puente Mayor, Puentecillas o el Puente de Hierro.

Es un problema recurrente del que viene alertando el propio Ayuntamiento de Palencia, aunque la solución resulta un problema complejo, dado que la normativa municipal (incluida en el Plan General de Ordenación Urbana de Palencia) es muy restrictiva a la hora de que se pueda autorizar la tala de un árbol y el Consistorio se encuentra además con dificultades administrativas, dado que es necesaria también la autorización de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), y con problemas judiciales, puesto que determinados movimientos ciudadanos han creado una Plataforma en Defensa del Arbolado, contraria a cualquier intervención de estas características y dispuesta a denunciar los proyectos de limpieza ambiental de la zona ante los tribunales.

Esta plataforma ya logró a través de una de sus denuncias que el Juzgado paralizase la tala de 73 árboles en el parque de los Jardinillos durante la reforma de hace dos años y también ha impulsado iniciativas de protesta en contra de los planes de recuperación ambiental que ha trazado el Ayuntamiento de Palencia para las márgenes del Carrión en la zona más céntrica de la ciudad.

El primer paso ya lo dio el Ayuntamiento hace dos años, cuando se limpiaron forestalmente las márgenes del río, en su cauce original, entre el Puente Mayor y el Puente de Sandoval. Ambas orillas fueron sometidas a un tratamiento de tala rasa, en la que se eliminaron prácticamente todos los árboles –se talaron 140 chopos–, se limpió la vegetación y se eliminaron cinco grandes tapones que colapsaban el cauce.

Esta actuación, que se contrató con la empresa pública Tragsa por 39.000 euros, también fue denunciada, argumentándose que el Ayuntamiento actuó sin la autorización de la CHD, a la que únicamente se informó mediante una declaración responsable del concejal de Urbanismo, en la que, según los denunciantes, no se indicaba que se fueran a talar todos los árboles, sino aquellos que resultasen peligrosos.

Pero a pesar de estas denuncias o de las quejas de la Plataforma en Defensa del Arbolado, desde el equipo de gobierno municipal se insiste en la necesidad de dar solución al problema que suponen los chopos de la ribera del Carrión a su paso por Palencia, dada su avanzada edad y a la escasa raigambre que presentan, puesto que en su mayor parte se trata de rebrotes de cepas de árboles retirados anteriormente.

«Gran parte de esos árboles que se están cayendo, que son todos chopos híbridos, de los que se utilizan en cultivo para producir pasta de papel, luego no tienen ningún tipo de valor ecológico, muchos de ellos proceden además de rebrotes de cepas de podas que se hicieron hace años. La debilidad de la inserción de esos troncos con el cuello del árbol es extrema y por eso se caen. Muchos están inclinados o hacia el río o hacía las zonas de paseo y son un peligro para los ciudadanos. Creo que deberíamos, con urgencia, además, comenzar a sustituirlos por otras especies más adecuadas», explicaba recientemente el concejal de Medio Ambiente, Juan Antonio Marcos, mientras defendía un nuevo proyecto del Ayuntamiento para intervenir ambientalmente en la ribera, en este caso en el tramo comprendido entre Puentecillas y el parque Marcelino Champagnat (avenida de Santiago Amón), y para el que, de nuevo, se quiere contar con la empresa pública Tragsa.

Se trata de un proyecto denominado Regeneración de la Vegetación de la Ribera del Río Carrión, que ha sido encargado a la empresa Tragsa a través de un convenio con la Diputación de Palencia, a la que el Ayuntamiento de la capital ya ha adelantado 203.685 euros, por lo que está a la espera de que los trabajos puedan comenzar de forma inminente.

Aún no hay fecha fijada para el inicio de estas tareas de limpieza de la flora ribereña, aunque las comunicaciones que han mantenido los responsables de Tragsa con los de la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento de Palencia apuntan a que el objetivo es que las actuaciones arranquen a mediados de este mes de junio.

Sin embargo, esto es por el momento solo una previsión, puesto tanto Tragsa como el Ayuntamiento no quieren que se repita la situación del contrato anterior, cuando se limpió la vegetación entre el Puente Mayor y el puente de Sandoval. En aquel momento, las actuaciones arrancaron sin un consentimiento expreso de la CHD, a la que solo se remitió una declaración responsable desde el Consistorio, con lo que el Ayuntamiento fue denunciado por el propio organismo de cuenca, al entender que se estaban desarrollando trabajos que no se recogían en el contenido de esa declaración responsable.

Coordinación

Así, en esta ocasión, se está esperando a que la Confederación del Duero dé su consentimiento expreso a la intervención coordinada entre los técnicos municipales y los de la empresa Tragsa. El objetivo es actuar sobre toda la vegetación comprendida entre Puentecillas y el parque Marcelino Champagnat (a la altura de los Maristas aproximadamente), en ambas orillas del cuérnago del Carrión (cauce más próximo al casco urbano). Son más de 10.000 metros cuadrados, que serán desbrozados para eliminar la maleza acumulada. Además, se actuará sobre 63 chopos que se encuentran en muy mal estado y que serán talados por completo. En otros 71 ejemplares se efectuarán labores de saneamiento, para la eliminación de las ramas secas y prácticamente en todos los árboles de la zona se procederá a ejecutar podas para la mejora de la salud de la flora.

El proyecto incluye además la plantación de 111 nuevos árboles, que sustituirán a los 63 que van a talarse, pero que en lugar de chopos híbridos de plantación, como son los actuales, se tratará de diversas especies autóctonas, como alisos y fresnos fundamentalmente.

Esta intervención ha sido ya muy criticada por organizaciones como la Plataforma en Defensa del Arbolado, que la considera excesivamente invasiva y contraria a los criterios de preservación del medio ambiente. Las duras críticas que ha recibido el proyecto y denuncias como la presentada anteriormente contra el proyecto de retirada de árboles en el parque de los Jardinillos, que se cerró con una resolución judicial en contra, han llevado al Ayuntamiento y a Tragsa a modificar la propuesta inicial de intervención en la ribera del río que habían elaborado.

El objetivo de ese primer borrador era la limpieza prácticamente total de todos los ejemplares de chopos híbridos del tramo ribereño de la capital palentina por los problemas que acarrean. Se quería actuar de esta forma sobre más de 400 ejemplares, para lo que Tragsa elaboró un inventario pormenorizado sobre la situación vital de cada uno de los árboles de la zona. «Al final el proyecto ha quedado un tanto reducido sobre nuestra previsión inicial, que llegaba a los cuatrocientos árboles. Pero con la legislación tan restrictiva que tenemos en el Plan General sobre los árboles hemos creído prudente actuar solo en aquellos que lo precisen con urgencia, debido a su mal estado de salud. No va a resolver todo el problema que tenemos planteado, pero lo a aliviar», explicó el concejal de Urbanismo, Luis Fernández Vallejo.

El concejal lamenta que no se hayan podido incorporar más árboles al proyecto, puesto que son muchos más de 63 los que tienen realmente problemas de salud. «Hace unos meses se cayeron tres árboles sobre los carriles bici, y en los últimos días ha vuelto a pasar. Y los que se han caído no estaban en el listado de los que se van a retirar, con lo que el problema es mayor de lo que parece, pero no podemos hacer otra cosa. Esperemos que no se produzca ningún accidente y tengamos que lamentarlo», manifestó el concejal de Urbanismo.

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