El Ayuntamiento quiere aprobar la adjudicación a la unión de empresas formada por FCC y Acciona en el pleno de noviembre. Este contrato, el de mayor montante económico de cuantos formaliza el Ayuntamiento de Palencia, se pretende adjudicar por un plazo de diez años, por un coste global que supera los 90,6 millones de euros.
El 1 de enero. Esta es la fecha que se ha marcado el equipo de gobierno municipal, del PSOE, para la entrada en vigor del nuevo contrato para el aseo urbano, con un cambio de empresa adjudicataria por primera ven en 45 años.
En todo este periodo de tiempo, desde el año 1979 el servicio de limpieza viaria y recogida de basuras, ha estado en manos de la firma Urbaser, que lo ha venido desempeñando bajo diferentes denominaciones, como Semat, Tecmed u Onyx. Ahora, será la unión temporal de empresas formada por FCC Medio Ambiente y Acciona Servicios Urbanos la que firme el nuevo contrato con el Ayuntamiento de Palencia, en la que se considera la concesión administrativa más importante de cuantas dependen del Consistorio de la capital palentina, puesto que se trata de un contrato a largo plazo -se firma por un periodo de diez años-, con lo que el coste final se eleva prácticamente a los 90 millones de euros.
Pero para que se produzca este cambio de empresa, deben todavía superarse numerosos trámites administrativos. De momento, la Mesa de Contratación del Ayuntamiento de Palencia ha dado su visto bueno a la clasificación de ofertas, que ha quedado encabezada por la que han presentado FCC y Acciona. Además, también se ha resuelto excluir de la convocatoria las propuestas planteadas por Urbaser y por otra UTE constituida por Ohl Servicios Ingesan y Talher. Esta propuesta de clasificación de ofertas fue ya ratificada por el pleno del Ayuntamiento en el mes de septiembre.
El siguiente paso es llevar la propuesta definitiva de adjudicación y la exclusión de las otras dos licitantes a la sesión plenaria de este mes de noviembre, previsto para el 16 de noviembre (tercer jueves de mes), con el objetivo de la nueva empresa pueda comenzar a prestar el servicio el 1 de enero. «Si aprobamos la propuesta de adjudicación en el mes de noviembre y vamos dando los pasos para formalizar el contrato, nuestra ide es que arranque el año ya con la nueva empresa, aunque no dependerá exclusivamente de nosotros, porque pueden darse muchas circunstancias», manifiesta el concejal de Hacienda, Carlos Hernández, quien explica que una vez que se apruebe la adjudicación en el pleno se abre la posibilidad de que alguna de las mercantiles que han sido excluidas plantee un recurso, con lo que la entrada en vigor del nuevo contrato podría retrasarse.
Este contrato, el de mayor montante económico de cuantos formaliza el Ayuntamiento de Palencia, se pretende adjudicar por un plazo de diez años, por un coste global que supera los 90,6 millones de euros. El canon que se plantea para el primer año es de 8,5 millones. En los siguientes años de concesión, la cuantía anual se sitúa en torno a los 8,2 millones.
Estas cifras corresponden al lote principal del contrato, ya que, al incluirse también la recogida y gestión del aceite usado domiciliario, se ha optado por dividir el contrato en dos partes. La principal es la relativa a la limpieza de las calles y la recogida de basuras, que se lleva las cifras millonarias.
Mientras, el contrato para la gestión del aceite, que se concede por un tiempo inferior, solo cinco años, sale a licitación con un precio anual de 5.700 euros, aunque el coste global de la adjudicación al cumplirse el plazo de los cinco años será de 171.000 euros.
El aspecto más destacado del futuro contrato de limpieza y basuras es la instalación en las calles de la capital palentina del quinto contenedor de basuras, que se unirá a los cuatro que ya están instalados de forma generalizada (verde, azul, amarillo y los iglús, también verdes, para el reciclaje del vidrio). Este nuevo recipiente, del que inicialmente se instalarán 250, según se recoge en los pliegos de condiciones, será de color marrón y se destinará a recoger únicamente residuos de carácter orgánico, como los restos de alimentos, fundamentalmente. También, servirán para deshacerse de los residuos vegetales.
Mientras, en los actuales contenedores verdes el depósito se limitará a lo que en el sector se conoce como la fracción resto, que corresponde a aquellos residuos que no pueden reciclarse en el resto de los cubos, al no estar fabricados en papel o cartón, ni en vidrio o no ser un envase (un cepillo de dientes desechado, una percha rota, un plato de cerámica o un juguete inservible, entre otras muchas posibilidades).
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