Magaz de Pisuerga: las ventajas del cerro y el punto de encuentro por el emplazamiento. Por estas tierras pasaron celtas, visigodos, romanos y musulmanes, todos ellos buscando las ventajas de un cerro, claro baluarte en tiempos de guerra.
Los vestigios que el paso del tiempo ha brindado a aquellos curiosos que desempolvaron la historia de Magaz de Pisuerga, hablan de gentes pacíficas y otras belicosas que dejaron una huella imborrable en la localidad. Por estas tierras pasaron celtas, visigodos, romanos y musulmanes, todos ellos buscando las ventajas de un cerro, claro baluarte en tiempos de guerra, y de un emplazamiento que era punto de encuentro de caminos y parada indiscutible en el viaje a importantes villas castellanas. Tanto es así que el levantamiento de un castillo en el mencionado cerro puso de manifiesto la importancia estratégica de Magaz.
La localidad llegó a ser un lugar próspero donde confluían y convivían gentes de toda condición, haciendo honor a esa prosperidad se levantó hacia el siglo XII la Iglesia Parroquial en honor a San Mamés, de estilo románico. La llegada y ocupación de la villa por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia por hallarse ésta en el Camino Real entre Valladolid y Burgos, provocó la desaparición de numerosos documentos y obras de valor.
San Mamés tradicionalmente es considerado como el protector de las personas con roturas de huesos y de los lactantes. Los magaceños danzan cada siete de agosto en su honor. Una costumbre que se incorporó a la fiesta hace más de dos décadas, cuando el párroco de la localidad de entonces, Marcelino Rodríguez, animó a los jóvenes para danzar también a San Mamés, aunque la danza tradicional es en honor a la Patrona, la Virgen de Villaverde. Por este motivo, en esas fiestas acude un grupo más reducido de danzantes, con la particularidad de que son solo chicos, costumbre que se mantiene en la actualidad. Ataviados con pantalón azul marino o negro y rayas rojas en los laterales, fajín rojo, camisa blanca, pañuelo rojo en la cabeza y castañuelas, los danzantes dan color a una vistosa procesión, dirigidos por el birria. La peculiaridad de esta procesión es que la danza es rápida y va muy acompasada en sus movimientos, volviéndose después de cada danza al Patrono para ofrecérsela a San Mamés entre animados vivas.
Las danzas vuelven a protagonizar las fiestas en honor a la Virgen de Villaverde en el mes de septiembre. Numerosos vecinos acompañan a la Patrona desde su Ermita hasta el templo Parroquial entre animadas danzas y vivas. Una tradición que se repite en su regreso.
Desde el Ayuntamiento de Magaz de Pisuerga se trabaja por conservar estas tradiciones y dar a conocer el patrimonio de la localidad, como las bodegas y los chozos de pastor. Por este motivo, se organizan rutas naturales que permitan a vecinos y visitantes conocer y conservar este patrimonio etnográfico.
Además, la localidad cuenta con un campo permanente de orientación ubicado en el Cerro ‘El Castillo’, donde grupos y familias realizan pruebas ayudados por una brújula, siguiendo las indicaciones del mapa que pueden conseguir a través del Ayuntamiento. Las jornadas de orientación deportiva congregan cada año a numerosos participantes y escolares. Es un campo ubicado en un espacio natural típico del paisaje cerrateño. Y lo mismo sucede con el Trail «Entre Cerros Magaceños» que se desarrolla en esta zona, que apunta a convertirse en un referente deportivo en la provincia.
Magaz de Pisuerga ofrece unos servicios de calidad y desde el Ayuntamiento promueven actividades que unan a los vecinos del casco histórico con los nuevos pobladores asentados en el llamado «Castillo» de Magaz. Son iniciativas fundamentales para crear ese sentimiento de pueblo y llevar con orgullo el nombre de Magaz de Pisuerga.
0 comentarios