La iglesia de San Agustín de Palencia reabre tras la restauración integral de la cubierta. El templo, que depende de la parroquia de Santa Marina, ya no ofrecerá misas, pero mantendrá los oficios religiosos de la cofradía de la Piedad.
Cerrada desde hace siete meses, la iglesia de San Agustín, la única que puede encontrarse en la Calle Mayor de Palencia, volverá en los próximos días a investirse como sede canónica de la Hermandad de la Virgen de la Piedad, que durante los últimos meses ha tenido que refugiarse en la capilla Sacramental de San Miguel, debido a las obras de restauración que se han acometido en el templo.
Los trabajos, que han costado finalmente 211.000 euros, han servido para restaurar por completo la cubierta de la iglesia. Inicialmente, solo se pretendían reparar las deficiencias que se apreciaban en la bóveda del crucero, cuyas cerchas de madera se apoyaban sobre la estructura y la estaban deteriorando, con lo que corría riesgo. Era una actuación importante, valorada en 132.000 euros, pero que tuvo que ser ampliada, al iniciarse los trabajos, puesto que se detectó que también existían problemas de sobrecarga en la nave central, debido a una gran acumulación de hormigón bajo las tejas. Esta segunda actuación sobrevenida ha costado otros 60.000 euros, que se decidieron invertir, dado que ya se contaba en la iglesia con maquinaria y material adecuado para acometer los trabajos. Además, los responsables de la obra aprovecharon también para ejecutar otra serie de mejoras que han permitido sellar todas las grietas del templo, pintarlo y ponerlo a punto. Esta tercera intervención se ha valorado en otros 20.000 euros.
Ahora las obras en la estructura están terminadas, pero se ha podido detectar que el retablo mayor sufre también un gran deterioro, por lo que se ha previsto una futura restauración. Los problemas afectan fundamentalmente a la base de piedra y a la parte superior del retablo, que está muy dañado y pueden producirse desprendimientos de algunos de sus elementos, como unos grandes ángeles, que no están lo suficientemente sujetos. Por ello, se ha trasladado el altar, adelantándolo, para impedir el acceso a la zona del retablo.
La Diócesis, en su plan de reordenación de recursos, ha decidido además que la iglesia de San Agustín ya no ofrezca las misas habituales, con lo que el culto quedará reducido a los oficios religiosos que programe a lo largo de todo el año la Hermandad Franciscana de la Virgen de la Piedad, cofradía que tiene esta iglesia como su sede canónica y en la que conserva de forma habitual sus cuatro imágenes principales.
Desde el mes de septiembre, dado que las obras se iniciaron a mediados de agosto, la Hermandad de la Piedad trasladó su sede a la capilla Sacramental de San Miguel (en la plaza de Zurradores), en donde han custodiado sus imágenes y celebrados sus oficios religiosos.
Esta situación de interinidad se mantendrá aún durante este mes de marzo, en el que los franciscanos de la Piedad celebrarán todavía el triduo al Santo Cristo Señor de la Vida y de la Muerte en la Sacramental de San Miguel, los días 17, 18 y 19 de marzo. Ese último día, a las 21:30 horas, está previsto que la cofradía traslade de forma solemne el paso del Cristo de la Vida y de la Muerte desde la plaza de Zurradores a San Agustín.
Posteriormente, el 26 de marzo, los hermanos de la Piedad celebrarán otro traslado de imágenes desde la Sacramental al templo de la Plaza Mayor. Así, regresarán a la iglesia de San Agustín, en un pequeño cortejo solemne, las imágenes de la Virgen de la Piedad, Nuestra Señora de los Ángeles y la talla de San Francisco.
Esta actividad extraordinaria de Cuaresma finalizará el fin de semana de los días 2 y 3 de abril con unas jornadas de puertas abiertas en San Agustín, en el que los visitantes podrán venerar de nuevo las imágenes que custodia la cofradía, además de apreciar los trabajos de restauración que se han desarrollado en el templo.
0 comentarios