En Salinas de Pisuerga ya nos cautivó el puente que cruza el río que lo nombra, con sus nueve ojos, y la imponente iglesia de San Pelayo, con su torre adosada ejerciendo las veces de pórtico.
Este templo al que llegamos hoy no es románico, sino gótico, del siglo XVI, construido en piedra de sillería con gruesos contrafuertes en su exterior y compuesto de tres naves, separadas por pilares que soportan bóvedas de crucería estrellada. En su torre-pórtico, se localiza una hornacina donde se aloja la estatua de San Pelayo.
En el interior encontramos varios retablos de los siglos XVII y XVIII, una talla de Cristo y una cruz latina, obra del platero Antonio Gil.
«Escalonadamente se suceden más pueblos a lo largo de los márgenes del río, dándoles apellido. Es el caso de Salinas de Pisuerga, en él se encuentra esta Iglesia de estilo gótico, bajo la advocación de San Pelayo y que fue construida en el Siglo XVI. Posee un bonito pórtico con una torre de tres cuerpos y una magnífica portada renacentista. En su interior podremos ver una pila bautismal románica instalada en el sotocoro así como una cruz procesional de plata que pertenece al siglo XVII.
En el muro, al lado de la Epístola, se encuentra un ventanal gótico y dentro de la Iglesia además de la hornacina donde se localiza la talla de San Pelayo, también podremos admirar dos magníficos retablos de los siglos XVI y XVII».
En octubre de 2013, la Diócesis y Cultura inician la catalogación de piezas de Semana Santa, entre un buen número de parroquias de la provincia entre las que se encuentra esta de Salinas.
La cruz procesional de plata que pertenece al siglo XVII, como hemos dicho ya, estuvo presente en la magna exposición Memorias y Esplendores de Las Edades del Hombre de Palencia en el año 1999.
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