El 75% de los vecinos nacieron en Palencia y el 15%, en otro punto de España y el extranjero. Uno de cada diez habitantes procede de otra provincia de la comunidad y el 9,4% ocupa la misma casa que hace veinte años.
El último censo de población y viviendas de 2021 publicado por el INE refleja que de los residentes en la provincia de Palencia, un tercio no ha nacido en ella, ya que el 75% de los habitantes son palentinos de origen. Además, el 47% de los palentinos siguen residiendo en el mismo municipio en el que nacieron, y el 28% en otra localidad del entorno pero en la misma provincia de Palencia. Es casi el 10%, es decir 15.560 residentes en Palencia los que proceden de otra provincia de Castilla y León, una cifra casi similar a la que representan los que vienen de otra comunidad autónoma española. Son 14.486 los residentes en Palencia que proceden otro punto de España, y el 6,3% de los palentinos actuales han llegado del extranjero (10.021 personas, según los datos del último censo del INE).
Es más, el 9,43% de los palentinos ocupan la misma vivienda en la que han vivido al menos en los últimos veinte años, y otro 27,5% (43.821 personas) en otra casa pero en el mismo municipio. Palencia cuenta actualmente con un censo de población de 159.146 personas, de las que 151.869 son españoles y 7.277, extranjeros. La capital acoge una población ligeramente inferior a la que está censada en el ámbito rural, con 77.086 vecinos en la ciudad, y los 82.060 restantes en los pueblos.
Cada informe del Instituto Nacional de Estadística hace retemblar los cimientos demográficos de la provincia, ya resquebrajados en este siglo XXI. Desde 2002 hasta este año, en dos décadas exactamente, la provincia de Palencia ha perdido 14.600 habitantes, con un descenso superior al millar en cada ejercicio. Ni un pico al alza registran las estadísticas en Palencia en lo que va de siglo, confirmándose las peores perspectivas de evolución demográfica que ya hablaban a comienzos de siglo de esta sangría demográfica, que ni la natalidad (las defunciones anuales suponen más del doble de nacimientos desde hace años, un dato empeorado en los dos últimos años de pandemia) ni la migración logran revertir a pesar de que hasta irrumpir la pandemia la llegada anual de extranjeros a Palencia se había multiplicado por diez en este siglo. 2019 destacó con el pico más alto (con una tasa de immigración en Palencia del 6,42; en 2011 era del 3,37 y en 2021 ese índice estaba en 4,52), año en el que llegaron 6.612 extranjeros, diez veces más que los 651 llegados en 1999. Pero aún así el saldo migratorio no ha sido positivo, porque aún conteniendo un poco la caída del padrón en Palencia, es mucho más destacada la marcha de palentinos fuera, la mayoría de entre 25 y 45 años.
Los datos del INE referidos a 2012, cerrados y definitivos, contabilizan 159.146 vecinos en Palencia, si bien el avance de la primera mitad de este año ya los hace caer a 157.205, tres mil menos que hace tres años. Valladolid es la provincia de Castilla y León que ha perdido un menor porcentaje de vecinos en el último año, seguida de Burgos (-4,43%), Segovia (-5,85%) y Soria (-6,5%). Mientras, en el conjunto de la comunidad ha habido un descenso del 6,1% del número de vecinos.
La media de edad es 47 años, cuatro más que la nacional
El censo de población y viviendas de 2021 elaborado por el INE permite conocer la media de edad de todas las comunidades, provincias y municipios del país. En el conjunto de España está situada en 43,3 años, en Castilla y León se eleva hasta los 47,43 años. Mientras, los 45,56 años de media de los segovianos convierten a Segovia en la provincia de la comunidad con una media más baja, seguida de la provincia de Valladolid (45,90) y la de Burgos (46,36). Como dato curioso, el municipio vallisoletano con una media de edad más alta es Castrobol (66,09 años) y el de Castilla y León es Torreblacos (Soria) con una media de 75,35 años. Por su parte, el que la tiene más baja de Valladolid es Arroyo de la Encomienda (35,48 años) y del conjunto de la comunidad es Hontanares de Eresma (Segovia) con 33,46 años.
Mención aparte merecen los datos de Zamora, que es la provincia de España que más población ha perdido en la última década, el 11,72%. Pero esta tendencia no es algo nuevo, ya que la provincia zamorana se ha quedado sin un cuarto de su población en cuarenta años. La profesora de la Universidad de Valladolid de análisis geográfico regional, la palentina Milagros Alario, señala que invertir esta tendencia tan sostenida en el tiempo será complicado. «Zamora pierde tanta población porque tanto la dinámica demográfica como la migratoria son negativas y la pérdida es brutal. Todos los indicadores son siempre muy preocupantes», asegura.
El conjunto de la comunidad de Castilla y León ha perdido en los últimos diez años el 6,1% de la población, unos datos que convierten a la región en la comunidad con un mayor porcentaje de merma poblacional. Esta cifra es preocupante para el futuro castellano y leonés, según Alario, quien asegura que la tendencia se puede revertir, aunque no será fácil. «Para saber qué se puede hacer tenemos que saber dónde queremos llegar. Está claro que no vamos a volver a la situación de mediados del siglo pasado porque corresponde a un modelo económico que ha ido cambiando, pero quizás se pueda parar la sangría. ¿Cómo? Arraigando a la gente que tenemos, evitando que se sigan marchando los jóvenes y para ello hay que hacer más atractivos los territorios con trabajo, sobre todo cualificado, y con mejor accesibilidad a los servicios. Esa es la única manera», explica la profesora de la Universidad de Valladolid de análisis geográfico regional en un discurso cargado de sentido común.
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