La nueva sensación del tenis mundial consume productos energéticos de una empresa palentina, pionera en sector en la región, que se distingue por evitar los azúcares añadidos y los alimentos ultraprocesados.
No hace ni una semana, todos se acabaron de rendir ante el poderío de Carlos Alcaraz, la joven sensación del tenis mundial del momento. Su triunfo en el Open de Madrid tuvo un sello palentino al recibir un original trofeo de acero diseñado y confeccionado por David Rodríguez Caballero, inspirado en la épica victoria de Rafael Nadal en el último Open de Australia. Pero esa relación de Alcaraz con Palencia va más allá que un precioso trofeo. La energía que esgrime el joven tenista murciano está firmada por una empresa palentina, Paleobull (el nombre fiscal es Bambini-Foods), que le suministra desde hace mucho tiempo las productos energéticos que toma antes y durante los partidos, allá por cualquier parte del mundo donde Carlos Alcaraz se bate el cobre.
«La empresa, con un capital social inicial de 13.500 euros, nació hace cinco años y somos tres los socios fundadores (Enrique Viloria, Luis Ángel Gómez y Pedro Herrezuelo), dos palentinos y un sevillano pero con orígenes en Palencia», comenta a Diario Palentino, Enrique Viloria, quien reconoce que la firma comercial se ha visto, de manera colateral, catapultada por el fenómeno Alcaraz con un incremento importante en las ventas. Explica que poner en marcha Paleobull, ubicada en el polígono industrial de Nuestra Señora de los Ángeles, surgió cuando los tres socios fundadores, fieles seguidores de las dietas que evitan los azúcares añadidos y los alimentos ultraprocesados, se dieron cuenta de que en el mercado había un hueco para crear productos energéticos a base de alimentos naturales y sin conservantes. «Creemos que somos pioneros en este sector en Palencia y también en Castilla y León. Nuestro éxito se basa también en la interactuación en las redes sociales donde vemos los posibles nichos de mercado a través de la denominada dieta paleolítica, con productos de primera calidad», apunta Enrique Viloria.
Paleobull, sustentado con 15 profesionales (ocho en producción y cuatro en administración), incluidos los citados tres socios fundadores, produce en su centro de Palencia (la sala de fabricación tiene una dimensión de unos 1.000 metros cuadrados, a los que habría que añadir los 900 metros cuadrados del centro de logística y administración), una treintena de productos diferentes, entre los que se incluyen 13 barritas energéticas totalmente distintas (no llevan colorantes, basadas en el dátil y en la proteína de huevo), así como su producto estrella: Ambrosía, una crema de cacao o avellana que está elaborada sin azúcares añadidos y que desecha por completo el aceite de palma para incorporar el aceite de oliva extravirgen. «Alcaraz consume nuestros productos desde hace tiempo. Es su padre -reitera Enrique Viloria- quien los adquiere porque él mismo nos lo ha solicitado. Es público que en el descanso de los partidos el tenista degusta las barritas de Paleobull y también sabemos que hora y media antes de cada encuentro toma Ambrosía».
«Tengo que decir que no todos los fabricamos en Palencia, ya que contamos con otros colaboradores foráneos. La mitad de nuestras ventas se formaliza vía online y el resto a través de herbolarios, tiendas delicatessen y centros deportivos», subraya Viloria, quien reitera que durante el ejercicio de 2021 la empresa llegó a facturar más de dos millones de euros. Viloria reconoce que el futuro que se abre a esta empresa palentina puede ser boyante, «pero debemos seguir trabajando. Lo más duro ha sido poner la primera piedra porque nos costó mucho contar con financiación, pero estamos decididos a seguir apostando por nuestros productos y por nuestra empresa».
Deportistas de élite
Carlos Alcaraz no es el único deportista de élite español que consume los productos elaborados por la firma palentina Paleobull. Marc Gasol es otro de los enamorados de sus barritas, Ambrosía y demás (en la imagen Viloria posa con todo un ganador de la NBA norteamericana). El equipo nacional femenino de balonmano, conocido popularmente como Las Guerreras, también son devotas a Paleobull, así como varios jugadores de fútbol de equipos de renombre como el Atlético de Madrid, Athlétic de Bilbao o Real Betis. Para terminar, no falta en este elenco toda una medallista olímpica de halterofilia, Lidia Valentín.
Los productos de Paleobull siguen la máxima de lo que se conoce como dieta paleolítica. Se trata de un plan dietético basado en alimentos similares a los que se podrían haber consumido durante la era Paleolítica, que data de hace aproximadamente 2,5 millones a 10.000 años. Suele incluir carnes magras, pescado, frutas, verduras, frutos secos y semillas, alimentos que en el pasado se podían obtener mediante la caza y la recolección. La dieta paleo limita los alimentos que se volvieron comunes cuando surgió la agricultura, hace unos 10.000 años. Estos alimentos incluyen productos lácteos, legumbres y granos. Otros nombres de la dieta paleo son: dieta paleolítica, dieta de la Edad de Piedra, dieta de cazadores-recolectores y dieta de cavernícola. Su objetivo consiste en regresar a un modo de alimentación más similar al de los primeros humanos. El razonamiento de la dieta es que el cuerpo humano es genéticamente incompatible con la alimentación moderna que surgió a partir de la aparición de la agricultura, una idea que se conoce como «hipótesis de discordancia». La agricultura cambió lo que comían las personas y estableció los lácteos, cereales y legumbres como alimentos de primera necesidad adicionales en la dieta humana. Según esta hipótesis, este cambio relativamente tardío y rápido en la dieta superó la capacidad de adaptación del cuerpo. Se cree que esta incompatibilidad es un factor que contribuye a que en la actualidad prevalezcan la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardíacas.
Carlos Ríos (Huelva, 1991), estudió Nutrición Humana y Dietética en la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla). Dietista-Nutricionista inconformista, es el creador del movimiento Realfooding, un estilo de vida al que se han sumado cientos de miles de seguidores por redes sociales y que tiene como objetivo eliminar definitivamente de su dieta el consumo de ultraprocesados y que se vuelva a comer comida real. En julio de 2020 ya publicó en sus redes que un año antes contactó con una empresa que hacían barritas sin ingredientes insanos y comentó lo siguiente. «Esta empresa está en Palencia y se llama Paleobull. Les dije que si hacían barritas también podrían hacer una crema de cacao con ingredientes saludables. Y así lo hicieron. Utilizaron dátiles en lugar de azúcar, para así aportar más fibra, vitaminas, antioxidantes del dátil y menos azúcar, además, añadieron una buena cantidad de avellanas y cacao, pues ambos ingredientes aportan grasas saludables y polifenoles interesantes. Por último, había un problema ¿cómo sustituir el tan insano aceite de palma? Pues buscamos algo más cerquita, algo de aquí, nuestro maravilloso aceite de oliva virgen extra, el que cae de nuestros olivos, sin tener que arrasar con las selvas tropicales como hacen las empresas de ultraprocesados para conseguir la palma». Paleobull lleva ahora estas recomendaciones a rajatabla.
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