El Partido Popular traslada toda la responsabilidad al alcalde, Mario Simón, si no se cumplen las normas de ornato. El respaldo de Cs y PP al nuevo texto necesitaba de la abstención de Vox para salir adelante.
La ciudad contará con una nueva ordenanza reguladora de terrazas en la vía pública después de que el pleno aprobase ayer, con los votos a favor de Cs y PP, la abstención de Vox y el voto de calidad de alcalde, un nuevo texto que, en la práctica, legaliza las denominadas terrazas-covid, aunque no podrán tener palés, ya que en su artículo 11 prohíbe «expresamente» su uso «para la delimitación de la terraza».
De esta forma, las terrazas-covid, es decir, aquellas que el Ayuntamiento permitió ubicar excepcionalmente a causa de la pandemia en zonas verdes, aparcamientos, aceras y calzadas y que en la actualidad suman 114, pierden esa excepcionalidad y se igualan en derechos y deberes a las del resto de la ciudad.
Las ubicadas en zonas verdes exigirán el compromiso de su propietario de hacerse cargo del mantenimiento y riego, así como el recorte y la reposición de plantas «donde se ubique la terraza y todos sus elementos, incluidas las zonas aledañas más próximas».
Mientras, las ubicadas en zonas de aparcamiento, las que más quejas generan entre los vecinos, deberán seguir teniendo tarima a nivel del acerado y deberán ser desinstaladas y recogidas en su totalidad si no se usa por un periodo superior a 15 días naturales, plazo que se rebajó en cinco días antes del pleno por acuerdo de los portavoces.
No fue ese el único cambio que se introdujo vía enmienda en el texto de la ordenanza, ya que también se modificó el horario de cierre de las de terrazas, que será como máximo hasta la 1,00 h, excepto las noches de los viernes y sábados, y las vísperas de festivos, que en ese caso será como máximo las 2,30 h «salvo que el horario de cierre del establecimiento sea anterior, en cuyo caso el titular del mismo deberá retirar la terraza».
Además, todas las terrazas de la ciudad podrán albergar actividades gastronómicas, culturales o musicales previa solicitud con al menos 15 días de antelación y autorización municipal, con un horario límite hasta las 22 horas de octubre a marzo y hasta las 00,00 h de abril a septiembre.
el debate. Estos cambios, y uno no menos importante como es el que el alcalde tendrá la potestad vía decreto de ordenar levantar cualquier terraza que no se ajuste a la ley, lograrán «conciliar el ocio con el descanso vecinal». Así lo defendió la concejala de Tráfico, Carolina Gómez, que hizo hincapié en que «se ha tratado de regular las actividades que la hostelería puede realizar en el exterior conciliándolas con el descanso de las personas».
«Hemos buscado mejorar la imagen de la ciudad prohibiendo de forma tajante los palés, debiendo tener y mantener un ornato optimo, penalizando la falta de limpieza y de ornato y respetando la nueva normativa de movilidad», defendió Gómez.
Para la edil de Tráfico, con la aprobación de la ordenanza «el equipo de Gobierno está ayudando a los sectores de la hostelería, distribución, gastronomía, música e, incluso, de la cultura».
«La realidad de hoy en día es que las personas prefieren consumir en el exterior de los establecimientos, y esta ordenanza favorece el empleo y la actividad económica de la ciudad», finalizó la edil.
En ese cambio de hábitos se apoyó también el grupo municipal del Partido Popular. El edil de Hacienda, Luis Miguel Cárcel, que defendió que «las terrazas-covid se han acabado» porque pasan a estar reguladas por la ordenanza «para que sea posible le convivencia de la hostelería y los vecinos, el ocio y el descanso».
«Esperamos terminar con los corrales y los hosteleros que quieran continuar deberán prestar el servicio de una forma adecuada y continuada, además de pagar unas tasas», sostuvo Cárcel. «Regulamos la estética, la accesibilidad, la distancia, la ocupación, el ruido y los horarios», aunque recordó que con terraza o sin ellas, «los maleducados permanecerán exactamente igual en las puertas de los locales molestando a los ciudadanos», por lo que también abogó por un comportamiento más cívico.
«Aprovecha lo bueno y quita lo malo, la ocupación sin sentido», especificaría después el portavoz del PP, Alfonso Polanco, que aseguró que el nuevo texto «devolverá la dignidad a muchas calles» y «convertirá nuestra capital en una ciudad dinámica, alegre y respetuosa».
«Tenemos que conseguir que la normativa se aplique con el mayor rigor posible», finalizó Cárcel, una idea en la que incidió también el portavoz del PP, Alfonso Polanco, que aseguró que cuenta «con el compromiso del alcalde» para ello.
Es más, el también teniente de alcalde recalcó que Mario Simón es el jefe de Policía Local, y si la ordenanza no se lleva a cabo, «la responsabilidad será única y exclusivamente» de él.
El respaldo de Cs y PP al nuevo texto necesitaba de la abstención de Vox para salir adelante, voto que Sonia Lalanda argumentó en que ha llegado la hora de «organizar y regular» con una ordenanza «que atienda al cambio de hábitos en los ciudadanos» porque «ahora se vive más en la calle».
«Es evidente que unas plataformas, estén a nivel o no de la acera, rodeadas de palés no aportan gran cosa a la ciudad», recalcó Sonia Lalanda, que recordó, no obstante, que esta normativa saldrá a exposición pública, entrará en vigor y, si no resulta, se volverá a modificar o hará una nueva. «No son las tablas de la ley», sentenció.
Para Vox, la verdadera clave de esta ordenanza es que «alcanza un equilibrio» entre los intereses en juego, «el descanso y aparcamiento de los vecinos; la actividad económica, ya que hay muchas familias que viven de la hostelería; y la vida en la ciudad», enumeró.
«Ya no se va a permitir que estén los tablaos sin utilizar y se fijan unas normas de ocupación, distancia y estéticas», explicó Lalanda, que intentó vía enmienda introducir un cambio en la ordenanza para exigir que las terrazas del casco histórico que tengan 10 o más veladores estén atendidas por un camarero de forma obligatoria. Sin embargo, nadie apoyó su propuesta.
Por último, Lalanda instó a la Policía Municipal a que vele por que se cumpla la ordenanza: distancias, horarios, apertura, atención, decibelios, etc. y que se proteja al que puede ser más débil, a los vecinos. «Seremos beligerantes», advirtió.
Oposición. Sin embargo, para el PSOE, el principal problema de esta ordenanza es que «parte de las terrazas-covid, de los decretos que se hicieron en un tiempo excepcional de pandemia cuando los aforos en el interior estaban limitados y la distancia entre veladores era de medio metro».
«Claro que hay que regularlas, Claro que hay que generar actividad económica y apoyar a hosteleros, pero hagámoslo bien, partamos desde antes de 2020 y no de una situación excepcional que ya no existe», insistió Miriam Andrés, que advirtió que al no hacerlo, la ordenanza «depara contradicciones».
«A ustedes les parece razonable que una terraza tenga un Dj un martes hasta las 24 horas, pero un vecino no puede poner su lavadora si hacer mucho ruido a partir de las 22 horas», puso como ejemplo.
El PSOE reconoció que «no le genera ninguna confianza» que este equipo de Gobierno asegure que la situación de las terrazas va a cambiar con la nueva ordenanza. «¿De dónde sacan que se van a quedar solo 15 terrazas?», preguntó la portavoz socialista, que recalcó que «este equipo de Gobierno es el que ha permitido que haya terrazas sin veladores montados, con mesas altas para que la gente salga con la copa a fumar ocon motos aparcadas». «Son los mismos que han cerrado los ojos el último año y ahora lo único que prohíben son los palés. En muy poco tiempo vamos a ver si las terrazas-covid desaparecen o no», sentenció Miriam Andrés.
Por su parte, Ganemos no varió un ápice su postura e insistió en que mientras no se retiren las terrazas extraordinarias, no respaldarán la ordenanza. «Suponen una privatización del espacio público», aseveró su portavoz, Sonia Ordóñez. «En muchos casos, esta ordenanza no respeta los derechos de los vecinos y va en contra del derecho al descanso, reconocido por la Constitución. Además, genera inseguridad jurídica, abre la puerta a grandes abusos e incumple la legislación sobre accesibilidad», sentenció la edil.
Ganemos acusó la equipo de Gobierno de incurrir en una «dejación de funciones» que generará «una competencia desleal», además de criticar que se vayan a permitir actividades «que tienen en común que producirán molestias al público».
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