La subvención asciende a 750.000 euros para actuaciones prioritarias de abastecimiento. Las ayudas para que los ayuntamientos, mancomunidades y pedanías puedan mejorar sus canalizaciones es de 350.000€.
Abrir el grifo y que fluya el agua con la presión suficiente se ha convertido casi en un lujo para muchos palentinos en pleno siglo XXI. El desabastecimiento es una tónica habitual en muchas localidades, más aún en veranos especialmente secos como el actual, en el que una docena de localidades han recurrido a la Diputación para abastecer con cisternas a sus vecinos.
Se trata, según la información aportada por la institución provincial, de los pueblos de Itero Seco, Villantodrigo (Ayuntamiento de Quintanilla de Onsoña), Reinoso de Cerrato, Villasarracino, Verdeña (término municipal de Cervera de Pisuerga), Villalcón, Cubillos de Ojeda, Olmos de Ojeda, Villavega o Villaescusa de Ecla -lo hizo ayer mismo-, además de la Mancomunidad Valle del Pisuerga, que incluye localidades como Mudá o Salinas de Pisuerga (en este caso por avería).
Cuatro son las empresas autorizadas en la provincia palentina para el suministro de agua potable por cisternas homologadas por Sanidad. «Este año está siendo complicado, bastante más que los anteriores», confiesa a este periódico Daniel González, gerente de Transportes González, una de las empresas que cubre el servicio en el medio rural palentino.
La forma de proceder siempre suele ser la misma. Como punto de partida cargan el agua en el depósito del municipio de cabecera, que habitualmente es más grande y tiene mayor capacidad, y de ahí lo llevan a las localidades que registran escasez de recursos.
Hasta los pueblos en cuestión se llega con dos tipos de vehículos: grandes tráileres de entre 26.000 y 27.000 litros de capacidad o camiones de dimensiones reducidas, con tanques de 17.000 y tres ejes que facilitan el acceso a los depósitos.
«Esperamos que la situación se normalice a medida que avance este mes y que a finales de agosto deje de haber problemas», aventura González, quien alerta de que también empieza a haber escasez en algunos depósitos de los grandes municipios.
AYUDAS DE LA DIPUTACIÓN
Para hacer frente a todos estos contratiempos, la Diputación articula ayudas del 80 por ciento (90 por ciento en el caso de que haya que sustituir tuberías de fibrocemento) destinadas a resolver cuantos problemas podrían producirse derivados de las captaciones, los manantiales, las fugas o la correcta impermeabilización del sistema.
«Estas ayudas se mantienen todo el año, sea cuando sea, porque las obras relacionadas con el ciclo hidráulico y el abastecimiento de agua en los pueblos son dos de los temas que más preocupan a la Diputación», señala el diputado responsable del área de Acción Territorial, Urbano Alonso, quien concreta que en el caso de las cisternas el tope está fijado en 25.000 euros por localidad. «Los recursos están a disposición de los ciudadanos», añade.
INVERSIONES
El Boletín Oficial de la Provincia (BOP) publicaba el pasado febrero la resolución definitiva del plan de actuaciones prioritarias de abastecimiento de aguas 2020-2023 de la Diputación, que incluye inversiones por un importe total que supera los 917.000 euros, que impulsará en el próximo bienio la institución provincial. De hecho, el presupuesto para este ejercicio dispone ya de una consignación de 750.000 euros para afrontar estas obras.
Por otro lado, la resolución de ayudas para que los ayuntamientos, mancomunidades y entidades locales menores puedan mejorar sus sistemas de abastecimiento, mediante la ejecución de pequeñas obras y reparaciones, asciende a 350.000 euros.
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