Palentinos en la diáspora aprovechan la fiesta para reforzar el vínculo con sus orígenes

Carmen Aguado Pardo

7 de septiembre de 2025

183 palentinos de siete casas regionales del País Vasco, Asturias, Burgos, Cantabria y Madrid comparten anécdotas en la jornada festiva. Tras finalizar el acto, el grupo de danzas Jorge Manrique puso el broche de oro bailando sobre el escenario antes de dar paso al recorrido en la calle.

El Día del Palentino Ausente nació como una tradición para rendir homenaje a quienes tuvieron que dejar su tierra. Esa jornada se ha transformado en una convivencia en la que, con el nombre del Día del Encuentro de las Casas Regionales, la gastronomía y la música se convierten en una auténtica fiesta para los palentinos que un día tuvieron que abandonar su lugar de origen.

183 palentinos pertenecientes a un total de siete casas regionales repartidas entre País Vasco, Asturias, Cantabria, Burgos y Madrid participaron ayer en una jornada que arrancaba a las 12:00 horas en el Teatro Principal de Palencia. Una vez recibidos por los representantes de las administraciones, se abrían los actos preparados con motivo de este día tan singular y especial.

En ese marco, la Banda Municipal de Música de era la encargada de interpretar el Himno de Palencia, mientras los asistentes se ponían en pie para entonar ‘Dios te salve, Palencia querida’. Este canto a la tierra, uno de los momentos más emocionantes, terminaba entre vítores y un ¡Viva Palencia! por parte de todos los palentinos que llenaban desde el patio de butacas hasta la primera planta del teatro.

Como se explicaba al comienzo, este día estrenaba un nuevo formato para adaptarse a las solicitudes de los participantes, quienes pidieron poder disfrutar de la fiesta al aire libre, lejos del hotel donde en años anteriores realizaban la comida de hermandad. De esta manera, todos ellos pudieron ayer vivir un día disfrutando de las actividades al aire libre que se ofrecieron en diferentes puntos de la capital.

Una jornada en la que los palentinos participantes en esta nueva cita volvieron de nuevo a su hogar, aunque su alma, aseguraron, nunca se ha ido de Palencia. Por este motivo, quisieron celebrar que la distancia no puede con la memoria, convirtiendo ese sentimiento común de añoranza en pura emoción.

Gracias a todos ellos, Palencia es más universal y todas sus virtudes traspasan fronteras. En Vitoria, Durango, Barakaldo, Asturias, Cantabria, Burgos y Madrid conocen lo que es el arambol, tienen constancia de que en Palencia está el Cristo más alto de España o que la Catedral de Palencia es bella pero cada vez menos desconocida.

Aurelio Lobos, presidente de la Casa Regional de Palencia en Vitoria, era el encargado de poner voz al sentir compartido de todos los palentinos que se encuentran fuera de casa. «Es un honor estar hoy aquí representándoos. Hoy celebramos algo más que un encuentro, nuestra identidad y nuestras raíces», dijo.

«A veces, al estar lejos, valoramos más el abrazo de nuestra gente y la sencillez y austeridad que nos caracteriza. Palencia nunca nos abandona y hoy es un buen momento para sentir el calor humano de sus gentes. La distancia no hace más que reforzar nuestro amor por Palencia, hoy al estar aquí nos sentimos más cerca», agregó.

Para finalizar este primer acto en el Teatro Principal, la alcaldesa de Palencia, Miriam Andrés, dio la bienvenida a los asistentes antes de hacerles entrega, junto al resto de concejales del Ayuntamiento, de los obsequios que se habían preparado para cada casa regional.

«La memoria no puede con la distancia. En este reconocimiento está muy presente el papel de la mujer palentina, porque donde está la mujer se asienta la población. Es por ello que queremos que en cada una de vuestras casas regionales tengáis muy presente el papel que tuvieron cuando lucharon contra las tropas de Lancaster a través de este pequeño obsequio en el que se narra este hecho histórico junto a una pequeña banda dorada», explicó.

Aurelio Lobos (Vitoria), Catalina García (Durango), Julián Izquierdo (Asturias), Andoni Paredes (Barakaldo), Salvador Carretón (Cantabria), Agustín Chicharro (Madrid) y, por último, María Jesús Ortega (Burgos) recogían en el escenario este detalle conmemorativo.

Tras finalizar el acto, el grupo de danzas Jorge Manrique puso el broche de oro bailando sobre el escenario antes de dar paso al recorrido en la calle. Desde los Cuatro Cantones hasta la Huerta de Guadián, donde comieron bajo una gran carpa instalada antes de disfrutar del grupo de folklore palentino ‘Patas de peces’, encargado de poner la nota musical con sus canciones de raíces populares castellanas. 

Por el camino pudieron pasear por el Paseo del Salón, donde se encuentra instalada la Feria del Libro y la de Artesanía. A lo largo de las casetas pudieron conocer tanto las novedades literarias como los libros dedicados a la ciudad y provincia de Palencia. Además, los diferentes puestos artesanos resultaron también de un gran interés.

Hasta el final del día, los asistentes pudieron escuchar historias de quienes emigraron hace décadas y relatos que reflejaban la voluntad por mantener vivas las raíces a pesar de encontrarse a kilómetros de Palencia.

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