Una tromba de agua repentina arruina el final de una procesión de éxito televisivo, con unas 80 personas de RTVE retransmitiendo en directo la Función del Descendimiento y el Santo Entierro.
Casi se consigue. Cuando comenzaba la Función del Descendimiento en la plaza de la Inmaculada, el cielo lucía despejado. No se adivinaba que el final de la procesión del Santo Entierro fuera tan ajetreado: una tromba repentina de agua obligaba a las cofradías a cubrir con plásticos las imágenes que ya recorrían las calles Gil de Fuentes y San Marcos, para regresar precipitadamente a la Catedral entre el revuelo de paraguas y carreras de los asistentes. De hecho, la última imagen, la de la Virgen de los Siete Dolores, apenas llegó a cruzar el umbral de la Puerta del Obispo de la seo palentina.
Cerca de 80 técnicos y cámaras de RTVE retransmitieron en directo para La 2 toda la Función del Descendimiento y el inicio de la procesión, entre grúas, andamios, focos y tramoyas que se colaban entre los cofrades de una de los momentos más especiales de la Semana Santa palentina, declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional.
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