El Juaristi exige hasta el final a los de Pedro Rivero que, liderados al final por Wintering, logran su séptima victoria consecutiva.
Victoria de infarto la logrado hace escasos minutos sobre la bocina por el Zunder Palencia en su visita trampa a Azpeitia, casa del colista Juaristi ISB, donde a punto estuvo de caer, igual que el curso pasado, y de confirmar que Guipúzcoa es tierra hostil para el equipo palentino. Los jugadores de Pedro Rivero desconcertaron con un inicio pésimo, una reacción apabullante y dos cuartos finales extraños, en los que Alec Wintering, que no había anotado ni hecho acto de presencia durante treinta minutos, se vistió de héroe para lograr la séptima victoria consecutiva y seguir comandando la clasificación, junto al Andorra, con un triplazo en el último suspiro.
Avisaba Pedro Rivero en la previa de que iban a llegar justos al partido de Azpeitia, y se notó en el primer cuarto. El técnico alineó de salida a Kostadinov en lugar de Rozitis como novedad, más allá de la presencia en el banquillo del fichaje Kasibabu, que no debutó. Al otro lado de la cancha comparecía un colista muy venido arriba tras vapulear 60-86 al Cáceres. Se notó el subidón de los jugadores de Mikel Odriozola, que contrastaba con la pesadez del Zunder Palencia. Ello explicó el 23-12 con el que se llegó al final de los primeros diez minutos, en los que el Juaristi anotó cuatro triples, tiró diez veces más a canasta y perdió un solo balón, por ocho del Palencia. Destacó la aportación del banquillo local, que complementaba los grandes minutos de Ansorregi bajo el aro.
Es posible que el colíder de la categoría no necesitase más días de descanso para entonarse, sino apenas esos diez minutos en forma de bofetón, puesto que el segundo cuarto fue un paseo militar que a punto estuvo de cerrar el partido en favor del cuadro palentino, con un 7-29 de parcial que pudo ser mayor y que le permitió llegar al descanso once puntos arriba (30-41). Los triples de Kamba y la fabulosa dirección de Germán Martínez destrozaron a un Juaristi que empezó a pecar de lo que acostumbra esta campaña: precipitación en el tiro y pérdidas. Pero el partido estaba lejos de estar cerrado.
La relajación de haber pasado por encima de su último rival en una semana exigente, lo notaron los jugadores de Pedro Rivero, puesto que en apenas un minuto de juego, el Juaristi asestó un 7-0 de parcial con canastas por dentro y por fuera que acercaban a cuatro puntos al equipo guipuzcoano y obligaba al entrenador del Zunder Palencia a parar el encuentro. Había partido por delante. Tras otro triplazo de Aizpitarte que colocaba el 40-41 en el marcador, apareció Chumi Ortega con un gran 2+1 que inauguraba el casillero visitante en el tercer cuarto y rompía el 10-0 de salida.
Fue el comienzo de un periodo vibrante de tú a tú (28-22) con grandes acciones individuales en ataque y en defensa, pero también una laguna de colectivos. Hoover, con triple sobre la bocina (15), y Aizpitarte (4 de 4 en triples) cuestionaban la superioridad del Palencia y dejaban todo vivo para el último cuarto con solo cinco puntos de desventaja. En la escuadra palentina destacaban McGrew y Martínez con 12 puntos, pero se echaban en falta las aportaciones de Schmidt, Rodríguez, Ortega o Wintering.
Este último iba a ser el que irrumpiera con fuerza en el acto final. Doce puntos de jugador grande, con triple sobre la bocina incluido. Se puso por delante Juaristi desde el arranque, y comandó el cuarto, llegando a marcharse nueve puntos arriba, pero la acumulación de faltas, un poco de mala suerte y la irrupción del base con nacionalidad jamaicana, acabaron con las ilusiones de la campanada. Tuvieron la victoria en su mano con un triple fuera de tiempo de posesión, por milésimas, de Magassa, y otro de Buckingham anulado por falta en ataque de Sy. Se equivocaron en la última posesión, con empate 84-84 tras un buen rebote y tiro libre encestado de Devin Schmidt, ya que no agotaron lo suficiente los 28 segundos restantes. También fallaron el triple liberado, el Zunder Palencia cogió el rebote con siete segundos y permitieron recibir, correr y tirar a Alec Wintering.
La celebración efusiva y llena de rabia del Zunder Palencia ilustraba la dificultad del partido y dignificaba el encuentro disputado por el Juaristi.
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