El Consistorio regala terreno público para construir viviendas en el centro de la localidad. Entotal son unos 500 metros cuadrados con los que se quiere atraer a jóvenes familias al pueblo.
Los alcaldes del medio rural palentino se devanan los sesos pensando en nuevas iniciativas con las que hacer frente a la sangría demográfica que sufren los pueblos desde el pasado siglo, cuando muchos de sus jóvenes -y no tan jóvenes- tuvieron que hacer las maletas y empender una nueva vida lejos de sus raíces en territorios más industrializados y prósperos.
El Ayuntamiento de Castromocho (211 personas empadronadas, según los últimos datos disponibles en el Instituto Nacional de Estadística) no es ajeno a esta realidad. En este contexto, regala parcelas de propiedad municipal ubicadas en pleno casco urbano del pueblo destinadas a la construcción de viviendas para aquellos nuevos pobladores que apuesten por esta localidad terracampina ubicada a poco más de 24 kilómetros (unos 20 minutos en coche) de la capital para emprender su proyecto de vida.
Son media docena de fincas, que varían entre los 70 y los 90 metros cuadrados (unos 500 metros cuadrados en total) que el Consistorio de Castromocho estaría encantado de ceder a sus nuevos vecinos, a los que solo se les exige estar empadronados en el municipio por un período mínimo de cinco años.
«Cuentan con todos los servicios urbanos. Las parcelas están listas para empezar a construir en cuando se formalice la cesión al nuevo propietario», explicó ayer el alcalde, Florencio Caballero, en declaraciones a Diario Palentino, al que mostró in situ la ubicación de los terrenos.
SIN INTERESADOS
Pese a lo atractivo que pueda resultar la oferta para todos aquellos que quieran huir del asfalto, lo cierto es que aún no ha habido ni un solo interesado que se haya puesto en contacto con el Consistorio, al que deben dirigirse las personas interesadas por una de estas parcelas.
El primer edil pone el acento en las «muchas ventajas» que ofrece el pueblo a quienes quieran instalarse en él: cercanía con la capital, supermercado y tenderos ambulantes que visitan el pueblo varias veces por semana. «Podría ser una alternativa para aquellos que optan por el teletrabajo, vecinos del pueblo que quieran regresar o gente que viva en la ciudad pero quiera vivir en un entorno más tranquilo», apuntó el regidor, muy preocupado por el declive poblacional de la provincia. Como muestra, hace años impulsó con la Junta una promoción de ocho viviendas de protección oficial que están arrendadas por 100 euros al mes.
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