La Panera pertenecía al Real Hospicio llamado Casa de la Misericordia de Valladolid, cuyo administrador era Julián López Ortíz. Al parecer había unos bienes de una Memoria, fundada por don Juan Álvarez de Soto, para repartir limosna a los pobres que incluían esta panera. Pero en 1789 la Panera necesitaba reparaciones que suponían un gasto de 2478 reales de vellón según testimonio de Manuel de la Fuente González, maestro albañil que presenta un presupuesto. El arrendamiento era antiguo y se buscan nuevos inquilinos a los que se cobrarán 20 fanegas más al año, con lo que se aumenta el beneficio del Real Hospicio de 100 a 120 fanegas al año (unos 6 ducados). No hay necesidad de la panera si el hospicio pone la condición de la conducción del trigo a Valladolid como lo hacen las monjas de Santa Catalina.
Todo esto se presenta a Don Fernando Muñoz de Guzmán, del Consejo de S.M., su oidor en la Real Chancillería, juez protector del Real Hospicio. Éste Resuelve y decreta que se venda la panera, con tasación y edictos y dando cuenta de las posturas. Es tasada en 2560 reales de vellón por Juan Manuel Rodríguez, maestro de obras de Valladolid. Se hacen edictos en Castromocho que han de ponerse en los sitios públicos acostumbrados y puertas de las carnicerías. Tan sólo hace postura ante el administrador, Don Julián López Ortiz y D. Vicente Velasco García, vecino de Castromocho, que ofrece 2000 reales de vellón. Se acuerda el remate el domingo 25 de octubre de 1789 a las 12 h. en la Real Casa de la Misericordia y allí se ratificó la postura de venta y se hace escritura con los gastos de cuenta de D. Vicente Velasco García, vecino de Castromocho, que paga en monedas de oro y plata.
Los lindes de la panera son:
Linda por Levante con camino o senda que de la Fortaleza de dicha villa que sale al que va a la de Baquerín, por el Mediodía con corral para encerrar ganado lanar propio de Don Matheo Frances, beneficiado en dicha villa y por el Poniente y Norte con solares de los Propios de ella.
El 6 de noviembre de 1789 lo firma Julian López Ortiz ante Manuel de Ortega Álvarez (escribano de la Chancillería )
Real Casa de Misericordia (1786 – 1847)
Su establecimiento fue concedido por Real Orden de 29 de enero de 1783, que instituía, a la vez, una Junta General del Hospicio como organismo rector.
La Junta General del Hospicio, que tuvo su sesión constituyente el 30 de abril de 1783, estaba compuesta por:
- El Presidente de la Chancillería.
- El Obispo.
- El Intendente.
- Dos vocales: uno por el Ayuntamiento y otro por el Cabildo Catedralicio.
Los fines de la Real Casa de Misericordia eran:
- Proporcionar alimento, vestido y albergue a los necesitados.
- Instruirles en las verdades de la fe cristiana.
- Evitar la ociosidad promocionando diferentes oficios a los hospiciados.
Su apertura data del 1 de agosto de 1786, en el Palacio de los Condes de Benavente, ya con el nombre de Real Casa de Misericordia que sustituirá desde entonces al de Hospicio.
Al amparo de lo establecido en la restablecida ley de beneficencia de 1822, la Junta Municipal de Beneficencia se hace cargo de los establecimientos benéficos de la ciudad (21-X-1836).
En virtud de la Real Orden de 22 de octubre de 1846, el Consejo Provincial, en sesión del 5 de enero de 1847, acuerda fusionar la Casa de Maternidad, la Casa de Expósitos y la Casa de Misericordia en un único establecimiento que se denominaría Hospicio Provincial.
[Datos de proporcionados por Gema Mª Andrés Ramallo]