CEOE de Castilla y León exige agilizar el proceso burocrático y adelgazar la «ingente documentación que requiere todo este proceso» para impulsar aún más los procesos.
Castilla y León multiplica su peso innovador en España desde la entrada en vigor de la nueva ley de patentes en abril de 2017. Hace cinco años, los investigadores e inventores de la comunidad registraron 90 patentes y 95 modelos de utilidad, que representaron en ambos casos el 3,9 por ciento de los 2.286 y 2.438 registrados en el conjunto nacional, mientras que el año pasado ascendieron a 96 y 401, con un peso en España del 7,8 y 14,3 por ciento, en cada caso. Porcentajes que superan con creces el peso del PIB de la región, en el conjunto nacional del 4,8 por ciento. Sin embargo, Palencia y Segovia son las únicas provincias de Castilla y León que no registraron patente alguna, permaneciendo así a la cola de estos registros estadísticos. En el caso palentino solo se ha registrado una patente en los últimos tres años.
En cualquier caso, el dato de patentes registradas en la comunidad, es el más elevado del período y representa un crecimiento del 14,3 por ciento respecto a las 84 de 2020. Sin embargo, el de modelos de utilidad fue mayor en el año de la pandemia, cuando alcanzaron las 461, es decir, bajaron un 13 por ciento en 2021, informa Ical.
Una apuesta por la I+D en 2021 que llega tras dispararse en 2020 con la pandemia, cuando un número importante de solicitudes fueron relativas a desinfección (composiciones, recubrimientos, dispositivos, mobiliario, accesorios) y protección (mascarillas, prendas, filtros, pantallas, separadores), además de otras relacionadas con las enfermedades asociadas y su tratamiento.
Fuentes gubernamentales remarcaron que la apuesta por la I+D revela que «el sistema económico ha sabido aguantar y transformarse ante los retos que han supuesto las nuevas pautas de consumo y venta derivadas del covid-19». En el lado negativo de los datos que maneja el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo está que las peticiones de marcas nacionales bajó desde 1.890 a 1.712; las concesiones de nombres comerciales se contrajeron de 486 a 500 y las solicitudes de diseño industrial pasaron de 42 a 38. En términos relativos descendieron un 9,4, 2,8 y 9,5 por ciento, en cada caso.
Castilla y León solo representa así el 3,6 por ciento de las marcas pedidas en el conjunto de las autonomías en 2021 (48.015); el cuatro por ciento de los nombres comerciales (12.088); y el tres por ciento de las solicitudes de diseño industrial (1.251).
Los datos de patentes por provincias ponen de manifiesto que se concentraron en Burgos, con 46, y Valladolid, con 23. Asimismo, se contabilizaron 12 patentes en Salamanca y una decena en León. En la provincia abulense se registraron tres patentes, mientras que en Soria y Zamora fueron una en cada caso. Palencia y Segovia, como ya se ha citado, aparecen en blanco.
En cuanto a los modelos de utilidad, la provincia burgalesa también encabeza el ranking, con 329 en 2021, es decir, asumió el 82 por ciento del total de la comunidad. Muy de lejos se situaron León, con 27; Valladolid, con 19, y Segovia, con 13. Cuatro modelos de utilidad se produjeron en Ávila y Zamora, en ambos casos, en Salamanca, tres, y en Palencia y Soria, uno en cada una.
Trámites burocráticos. Fuentes de la CEOE en Castilla y León afirmaron que estos datos reflejan cómo el peso en patentes y modelos de utilidad que se generan en la comunidad, es superior en el PIB regional sobre el nacional, cuestión que «ya pone de relieve cómo este dato va adquiriendo cierta relevancia».
No obstante, apuntaron que toda medida encaminada a hacer crecer este dato «es por supuesto necesaria y bien valorada, como podría ser el seguir trabajando en agilizar este proceso no solo desde el punto de vista burocrático, sino en cuanto a adelgazar la ingente documentación que requiere todo este proceso». Asimismo, defendieron que también es «importante» que se refuerce el ámbito de la vigilancia tecnológica, para que sea «más ágil».
La patronal autonómica razonó que los productos y servicios diferenciados y con innovaciones disruptivas son claves para la competitividad empresarial, «sin olvidar las innovaciones incrementales, en procesos o gestión». «Se debe potenciar la investigación para el alcance de innovaciones de todo tipo, pero en especial las que puedan llegar a ser viables y puestas en el mercado», sentenciaron.
En este contexto, CEOE apostó por que los fondos europeos que llegarán permitan «impulsar» las cifras innovadoras, así como alcanzar y hacer factible la trasformación verde de los modelos de negocio, para lo que es imprescindible invertir en I+D para generar innovaciones que las empresas puedan llevar al mercado.
En cuanto a la mayor intensidad en patentes y modelos de utilidad, frente a las marcas, nombres y diseños industriales, apeló a «continuar reforzando medidas de difusión y sensibilización que hagan que las empresas atiendan de forma más notable estas diferentes formas de protección». Con todo, insistieron en que «se debe trabajar para simplificar la tramitación de estas solicitudes que conlleva no solo largos períodos de tiempo sino también importantes dosis de documentación administrativa y, por tanto, también la generación de importantes períodos de incertidumbre en relación al alcance que tendrán dichas invenciones y protecciones industriales y su posible impacto en los mercados».
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