La Cátedra de Micología de la UVa, en colaboración con la empresa Talher, presentará el 23 de junio en Toledo sus propuestas para proteger la biodiversidad de los bosques de ribera
Las investigaciones desarrolladas por la Cátedra de Micología de la Universidad de Valladolid, en colaboración con la empresa medioambiental Talher, filial de Clece, sostienen la necesidad de implantar medidas eficaces de gestión ambiental para conseguir el buen estado sanitario de los bosques españoles desde la perspectiva de la sostenibilidad y la conservación.
Según un comunicado recogido por la Agencia ICAL, uno de los estudios más innovadores consiste en la identificación y selección de medidas técnicas basadas en el control de plagas y enfermedades en bosques de ribera mediante una gestión que aborde el problema desde todos los prismas a través de una visión ecológica, procurando en todo momento que los tratamientos utilizados sean lo más naturales posibles para lograr una protección eficaz y viable hacia la biodiversidad.
Los resultados se darán a conocer en el Congreso Nacional RestauraRíos, que se celebra del 20 al 23 de junio en Toledo. Los encargados de presentar las investigaciones en este importante evento que reúne en la ciudad imperial del Tajo a expertos internacionales en gestión de cuencas hidrológicas y recursos naturales serán la doctora Ana Isables Magide y el doctor Juan Andrés Oria de Rueda.
En su ponencia, el profesor Oria de Rueda, quien dirige la Cátedra de Micología de la UVa, ubicada en el Campus Universitario de La Yutera y patrocinada por la Diputación de Palencia, y la profesora Magide, docente de la asignatura de Plagas yenfermedades Forestales en la citada universidad, además del responsable en el Departamento de Comunicación de Talher, abordarán las causas del decaimiento de las comunidades vegetales de ribera y las posibles soluciones.
En este sentido, consideran la reducción de caudales a raíz de las sequías extremas y el aumento de temperaturas; la antigua canalización y dragado de ríos y arroyos susceptibles de inundaciones, así como la situación de abandono, los culpables de unas deficientes condiciones de salud vegetal. Todo ello provoca una preocupante debilidad de la vitalidad de las comunidades vegetales de ribera.Este decaimiento está siendo aprovechado por plagas y enfermedades para colonizar a las especies verdes y propagarse en exceso.
Entre ellas se encuentran hongos patógenos (como la grafiosis del olmo), que provocan graves enfermedades, tanto en hojas como en ramas y troncos, provocando la muerte del ejemplar, o especies defoiladoras, minadoras, chupadoras o perforadoras de brotes y troncos, que afectan en mayor o menor medida a todas las especies vegetales presentes en estos hábitats.
Es por ello que es necesario establecer medidas de manejo en los ecosistemas, pérdida de diversidad y expansión de enfermedades, así como tomar conciencia del lamentable estado actual de las riberas para intentar frenarlo mediante un control integral que proteja esta vegetación.
Magide denunció que no se da «la importancia que se merece» al correcto desarrollo de la vegetación de las riberas, y que las plagas y enfermedades son «uno de los múltiples factores que influyen en el correcto desarrollo» de estas zonas. «La plantación de árboles de ribera en los montes puede ayudar de forma estratégica a detener los macroincendios forestales», Concluyó Oria de Rueda.
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