Los 268 misioneros palentinos llevan su labor pastoral a 42 países del mundo. El número de religiosos que ejercen voluntariado fuera de España baja con respecto a 2022, cuando eran 277.
Solidaridad, generosidad y fe son las características que definen a los 268 misioneros de la Diócesis de Palencia que ayudan a quienes más lo necesitan en 42 países del mundo. Este jueves se ha celebrado el habitual encuentro en el Obispado de la capital donde algunos de ellos se han reencontrado y han compartido sus vivencias.
141 hombres y 127 mujeres naturales de la provincia realizan sus labores de evangelización en diferentes estados de América, África, Asia y Europa. El continente americano es el que más religiosos alberga siendo un total de 206, que están repartidos en países como Perú (30), Argentina (29), Venezuela (21), Chile (16), Bolivia (15) o Ecuador (14).
Europa es el segundo continente con un mayor número de misioneros; 24 palentinos colaboran en Italia, Francia, Portugal y Rumanía. Asia es el siguiente territorio con más sacerdotes, siendo un total de 21 los que ayudan de forma voluntaria en Japón, China, Filipinas o Tailandia, entre otros. Finalmente, África reúne a 11 misioneros palentinos, repartidos en países como Chad, Marruecos, Mozambique, Kenia o Malí.
Destaca, con respecto al año anterior, una disminución de los religiosos palentinos que dedican su vida a ayudar a los demás. En 2022, fueron 277 misioneros los que llevaron la palabra de Dios a un total de 38 países. Este año, son nueve sacerdotes menos, siendo cinco de ellas las mujeres y cuatro, los hombres.
Sin embargo, ahora son cuatro países más en los que colaboran los misioneros. En América, Perú sigue siendo el país líder, al igual que en Europa se mantiene Italia con la misma cifra (15). También, en Asia, Japón continúa con el mayor número de voluntarios. Aunque, en África se ha producido un cambio significativo, ya que en 2022 el país que más misioneros albergaba era Angola. Por el contrario, ahora no hay ningún sacerdote allí y los que más tienen son Chad, Marruecos y Mozambique.
La gran mayoría de los voluntarios religiosos están consagrados (que viven en estado de virginidad o de castidad perpetua), siendo un total de 192. Aunque, también hay sacerdotes religiosos (60) y diocesanos (11). Además, la Diócesis de la provincia palentina cuenta el obispo emérito, Nicolás Castellanos. Asimismo, es de señalar que dos de los misioneros son laicos, por lo que, en su caso, la labor de ayudar al prójimo prevalece por encima del resto.
Por otro lado, las congregaciones a las que pertenecen son muy variadas. La mayoría son Hermanos Maristas de la Enseñanza, siendo un total de 53 sacerdotes. Dominicos (16), Hermanas del Santo Ángel (11), misioneras Dominicas del Rosario (9), la Orden de San Agustín y las Carmelitas Misioneras son algunas de las muchas agrupaciones que colaboran con la Diócesis.
Evangelizar desde la promoción integral de todos los hombres y mujeres y llevar la buena noticia de Jesús es la tarea fundamental de los más de doscientos misioneros palentinos que dejan su vida atrás para entregársela a los que más la necesitan. Las escuelas, los hospitales y los comedores sociales son los principales lugares donde los voluntarios cooperan para lograr un mundo mejor.
Las tareas que realizan en los países en los que residen y que además, se han transformado en su hogar, son muy diversas y varían en función de las necesidades de cada uno. Ayudar a cada persona en los problemas que pueda tener es una de sus principales preocupaciones e intentar resolverlos se convierte en su mayor logro.
Los misioneros dejan atrás a sus familias, sus amigos y su país porque se han comprometido a dar su vida a los demás, es su misión principal. Colaborar en la construcción de colegios y en el avance de la educación escolar, fomentar una salud pública y adecuada para todos y promocionar a la mujer en aquellos países donde están completamente relegada a un segundo plano son muchas de las funciones que los religiosos realizan.
Los más pequeños, al igual que las mujeres, son las personas que más sufren cuando un país está en guerra. Por ello, entre las tareas de los voluntarios religiosos está la de encargarse de miles de niños huérfanos o abandonados. Ellos ayudan para que sean trasladados a campos de refugiados y no se conviertan en personas olvidadas para el resto.
En un conflicto armado
Asimismo, muchos se trasladan a países que se encuentran en un conflicto armado o donde la democracia y los derechos humanos no son una obligación para quienes controlan el poder. Los misioneros arriesgan su vida por mantener la de miles de personas, sin recibir nada a cambio. Solo cuentan con el amor y el cariño que los habitantes de los pueblos y ciudades les transmiten.
Sin embargo, no todas las naciones donde colaboran los misioneros pertenecen al Tercer Mundo. Países cercanos a España, como Portugal, Francia, Italia o Rumanía también necesitan ayuda. La pobreza y el hambre están presentes en todos los rincones del planeta. La labor de los misioneros es fundamental; su objetivo es lograr que los derechos humanos se respeten en todos los lugares del mundo, sin distinción de hemisferio o continente.
Para ellos, sus vidas representan un compromiso. Se han involucrado con aquellas personas que no pueden alzar su voz porque quiénes controlan su país se lo impiden. El mundo está lleno de guerras, dictaduras e injusticias y los misioneros palentinos luchan por llevar la paz y la fe a todos esos lugares donde prima el conflicto y el dolor.
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