Los nuevos cambios en el PGOU tratan de facilitar viviendas en locales y entreplantas. El Ayuntamiento tramita una solicitud de los constructores y la adaptación a la normativa BIC del casco histórico.
El desolador paisaje que ofrecen algunas de las calles más céntricas de la ciudad, con un reguero continuo de entreplantas y locales vacíos, que en muchos casos parecen ya imposibles de volver a la vida con un nuevo negocio. Son tantos que comienzan a representar un serio problema para la imagen que ofrece la ciudad de Palencia para cualquiera que recorra sus calles, por ello, comienzan ya a plantearse diferentes opciones que permitan darle una vida futura a esos locales vacíos.
A este problema se suma también la nueva tendencia, impulsada por las políticas ambientales de la Unión Europea, de peatonalizar los cascos históricos de la ciudades, lo que conlleva una creciente desaparición de plazas de aparcamiento, sin que esto suponga, por otra parte, la reducción del parque móvil, que comienza a quedarse sin espacios para estacionar.
Ambos problemas han comenzado a estudiarse desde diferentes ámbitos. Por un lado, los departamentos de Urbanismo de los ayuntamientos, concretamente en el caso de Palencia es una preocupación cada vez mayor. Y también desde las empresas del sector de la construcción, que ya empiezan a plantear posibles soluciones.
Sin embargo, la mayor parte de estas ideas está topando, como si de Sancho y el Quijote fueran cuando chocaron con los muros de una iglesia, con la normativa urbanística vigente en la ciudad. Porque el problema, fundamentalmente, radica en los planteamientos tan restrictivos que se recogen en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aprobado en 2008 con respecto a la posible transformación de usos de esos locales y viviendas.
La reglamentación nacional o autonómica, fijada en el Código Técnico de la Edificación, no lo impide, y ni siquiera el PGOU de Palencia lo hace, aunque sí establece unas limitaciones muy importantes y contra ellas ha comenzado a trabajarse en diferentes frentes.
Por un lado, se encuentra el propio Ayuntamiento de Palencia, inmerso en una modificación del planeamiento urbanístico para adaptar la normativa relativa a la protección del denominado casco histórico a la declaración como bien de interés cultural que ha recibido la capital palentina y que afecta prácticamente al 60% de la trama urbana, dado que la zona reconocida como de interés cultural es mucho más amplia de lo que tradicionalmente afectaba a esa parte antigua, pues se incorpora, por ejemplo, el cerro del Otero.
Pero también han iniciado unos procedimientos para lograr un cambio de la normativa urbanística de Palencia la Asocieción de Empresarios de la Construcción (Aecopa), que han presentado una solicitud para la modificación puntual de cuatro artículos concretos del Plan General de Urbanismo. Son procesos diferentes e independientes, que tienen como fin en ambos casos facilitar la creación de nuevas viviendas en la ciudad, especialmente en el casco antiguo. Y mientras desde el Ayuntamiento se centra el esfuerzo en lo tocante a los locales y las entreplantas, Aecopa incide especialmente en las plazas de garaje, aunque no olvida tampoco los nuevos diseños de casas.
Por el momento, ha avanzado más rápido la modificación urbanística que plantean los constructores, ya es es mucho más sencilla y solo afecta a cuatro artículos del Plan General.
Hace referencia al artículo 54, para la redefinición de vivienda exterior; al 57.1, para eliminar la limitación del número de trasteros; al 60 para permitir garajes en los locales comerciales y al 63 para permitir garajes en los edificios de reducidas dimensiones.
Esta modificación puntual impulsada por Aecopa ya ha pasado los primeros trámites administrativos municipales e incluso ha sido ya estudiada por la Ponencia Técnica de la Comisión Territorial de Urbanismo, que tienen que emitir su dictamen, que es vinculante.
«Es una propuesta de la iniciativa privada, que está muy preocupada por las dificultades que se ponen a la rehabilitación de los edificios. Quieren modificar una serie de artículos que les perjudican a la hora de construir nuevas viviendas o para la creación de garajes. Una posibilidad que se puede dar a los locales cerrados es la transformación en garajes, pero el Plan General lo impide, ya que los edificios solo pueden tener una entrada de garaje y quiere cambiarse esa limitación, entre otras cuestiones», explicó ayer el concejal de Urbanismo, Luis Fernández Vallejo, quien se mostró confiado en que esta modificación urbanística pueda salir adelante.
Adaptación del casco viejo
En cuanto la que plantea el Ayuntamiento, mucho más compleja, dado que afecta a todo el casco histórico para su adaptación a la nueva declaración como bien de interés cultural, se pretende que vaya al pleno de noviembre para su aprobación inicial, y hemos intentado cambiar algunos aspectos relativo a las dificultades que los empresarios están encontrando para la rehabilitación de edificios», indicó el concejal, quien señaló que en ese documento se han incluido algunas propuestas para facilitar la creación de viviendas en locales y entreplantas.
En este sentido, el Plan General de Urbanismo es muy restrictivo, puesto que establece que una vivienda tiene que tener una altura mínima de 2,5 metros, con lo que quedan excluidas la mayor parte de las entreplantas, dado que suelen tener entre 2,30 y 2,40 metros de altura.
Además, se exige tambiénque cada vivienda, además del resto de requisitos del Código Técnico de la Edificación, esté dotada con una plaza de garaje, con lo que esto imposibilita también la creación de pisos en los locales comerciales, en edificios, en los que no pueden hacerse más aparcamientos.
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