Los adoquines de la Plaza Mayor se cambiarán por losas de granito para favorecer la accesibilidad. El proyecto reconoce que el actual pavimento es incómodo, inadecuado y precisa de continuas reparaciones. El proyecto se estudió ayer en la Comisión Informativa de Hacienda y el objetivo del equipo de gobierno es que pase por la Junta de Gobierno Local en las próximas semanas, con el fin de que reciba la aprobación de este órgano.
«El objetivo no es otro que mejorar la accesibilidad. El pavimento actual en es adecuado para el tránsito de personas con problemas de movilidad y hemos recibido continuas peticiones desde las organizaciones de personas con discapacidad para que lo cambiemos. Es una actuación muy necesaria y muy demandada», explicaba ayer el concejal de Obras, Facundo Pelayo, tras presentar en la Comisión Informativa de Obras del Ayuntamiento de Palencia el proyecto para ‘ Regeneración Urbana de la Plaza Mayor’.
El edil explicaba que no se trata de un capricho estético, a pesar de que también se intente mejorar la imagen del principal foro de la ciudad, sino de una actuación con un claro componente social, ya que el objetivo principal es resolver los problemas de accesibilidad de un espacio de intenso uso por parte de los ciudadanos.
«La Plaza Mayor es el centro neurálgico de la ciudad, el principal punto de reunión de los palentinos y con el pavimento actual resulta incómodo y peligroso para muchos vecinos. Ya no solo las personas con discapacidad, que apenas pueden entrar con una silla de ruedas, sino también para los mayores o los padres que quieren pasear con un cochecito de bebés», indicaba el edil, quien recordaba además que se trata de un pavimento en avanzado estado deterioro debido a su antigüedad y a que no es el más adecuado para un clima tan duro como el de la capital palentina.
La estatua se desplazará trece metros
Se abrió el debate sobre qué hacer con la estatua de Alonso Berruguete cuando se planteó la idea de cambiar el pavimento de la Plaza Mayor.
Este conjunto escultórico, obra de Victorio Macho, genera de forma habitual inconvenientes en la organización de actos públicos en la Plaza Mayor, ya que su colocación en el centro resta visibilidad o impide la colocación de algunos tipos de carpas o de elementos decorativos.
Por ello, en los primeros momentos surgieron diferentes ideas encaminadas a su retirada de la Plaza Mayor y el posible traslado a otra ubicación en la ciudad. Se planteó, por ejemplo, la plaza del Doctor Díaz-Caneja, junto a la delegación Territorial de la Junta, pero finalmente esta propuesta quedó desestimada y el monumento dedicado al escultor paredeño seguirá en la Plaza Mayor.
No será ya en el centro, como hasta ahora, sino que se desplazará hacia el sur, acercándose a los soportales y la línea de las terrazas de hostelería. En ese lateral, el proyecto de reforma de la plaza incluye también la colocación de ocho nuevos bancos.
Concretamente, el equipo de gobierno ha previsto un desplazamiento de trece metros de la escultura, «con el fin de que podamos contar con una Plaza Mayor diáfana, que nos ofrezca muchas más posibilidades a la hora de programar actividades o celebrar actos públicos», manifestó el concejal de Obras, Facundo Pelayo, quien insistió en que la propuesta de trasladar la escultura fuera de la Plaza Mayor ha quedado totalmente descartada.
El monumento dedicado a Alonso Berruguete se desplazará con las mismas proporciones que tiene en la actualidad, puesto que también se planteó inicialmente despojar a la escultura de una de sus peanas para que no tenga tanta altura. Sin embargo, no habrá ningún cambio más allá del que se refiere a su emplazamiento. «Los técnicos han estado midiendo la altura y comprobando que con las dos peanas actuales no genera ningún tipo de afección a las viviendas, puesto que ahora va a estar más cerca de las ventanas», manifestó el edil de Obras.
«Estos adoquines no son los más adecuados y generan muchos problemas de mantenimiento. No exagero si digo que todos los años tenemos que hacer cuatro o cinco intervenciones en la Plaza Mayor para reparar adoquines que se encuentran deteriorados, por eso es tan importante esta reforma», señalaba Facundo Pelayo.
«El pavimento de la Plaza Mayor está constituido por losas, adoquines y tacos de la denominada ‘piedra de Brañosera’, una arenisca que laja con facilidad. El pavimento posee una irregularidad superficial característica de dicha piedra y debido a la degradación que está sufriendo y la existencia de numerosas juntas, propias de los adoquinados, la hace incómoda, generando un mal tránsito para los usuarios de sillas de ruedas y peatones. El pequeño grosor de las piezas que constituyen el pavimento y su facilidad para descomponerse en lajas, unido a las altas variaciones térmicas diarias y estacionales de esta ciudad y a la inevitable presencia de tráfico rodado por las numerosas actividades que se organizan en la plaza, hace que sean necesarias frecuentes reparaciones», se abunda en la propia mejora de obras elaborada por los técnicos del Ayuntamiento de Palencia.
El proyecto se estudió ayer en la Comisión Informativa de Hacienda y el objetivo del equipo de gobierno es que pase por la Junta de Gobierno Local en las próximas semanas, con el fin de que reciba la aprobación de este órgano, cuyo dictamen es preceptivo para poder sacar a licitación la ejecución de los trabajos.
La propuesta de intervención en la Plaza Mayor cuenta con un presupuesto de 769.908 euros, financiados con los fondos del programa comunitario EDUSI, y un plazo de ejecución de cuatro meses. «Nos gustaría que la tramitación fuera lo más ágil posible, con el fin de que las obras puedan empezar pronto, para que lleguemos a las fiestas de San Antolín con el nuevo pavimento, aunque esto es siempre difícil, porque los trámites de licitación de unas obras se suelen dilatar mucho tiempo. Hay que publicar el concurso, valorar las ofertas y elaborar el contrato, el acta de replanteo de la obra… Son muchos trámites que alargan mucho los plazos, con lo que no podemos aún decir ni cuándo podrán empezar los trabajos ni cuándo finalizarán», indicó Pelayo.
El proyecto afecta a todo el pavimento de la Plaza Mayor y se incluyen también espacios como la Bocaplaza, la Plazuela de la Sal y la travesía del Secretario Vázquez, pero no la plaza de San Francisco, en la que no se interviene.
El primer paso será la demolición de todo el pavimento actual, retirando los adoquines y las losas irregulares que se encuentran colocadas en la actualidad, para su sustitución por dos tipos de baldosas de granito de diferentes tonalidades.
Uno de los modelos de baldosas se colocará en todo el centro de la plaza, hasta alcanzar la línea que forman los bancos y los árboles. Los dos tipos de baldosas quedarán separados por un encintado de granito.
El segundo modelo se colocará en la parte exterior de la plaza, debajo de los soportales y en las plazoletas y calles de acceso.
Los bancos existentes se mantendrán en el mismo lugar, aunque está prevista la colocación de otros ocho, en el lateral sur de la plaza. El diseño será notablemente diferente a los actuales, puesto que se tratará de una plataforma de hormigón de 3 metros, sobre la que se colocará una estructura de listones de madera, de 1,8 metros, para crear la forma de una zona de asiento con respaldo.
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