Los puestos, instalados durante diez días en El Salón, ven reducidos sus ingresos con respecto a 2022, pero se muestran satisfechos de la afluencia.
Diez días se ha podido disfrutar de la Feria del Libro y la de Artesanía en el parque del Salón. Desde el 25 de agosto, que dio el pistoletazo de salida, hasta este mismo domingo, que se despidió con paraguas y viento, pero hasta el último día el tiempo respetó, algo que agradecen tanto los libreros como los artesanos. La conclusión es clara: «El libro de papel sigue vivo y va a seguir vivo», señaló José Ángel Zapatero, portavoz de la Asociación de Libreros y Editores de Palencia y editor de Menoscuarto, porque a pesar de una «ligera» caída de ventas con respecto al año pasado, que fue excepcional, los libreros se muestran satisfechos del resultado y de la acogida de los palentinos.
Y, de la misma forma que las historias y los argumentos escritos en páginas siguen en el día a día de muchos lectores, la labor de los artesanos también. «Los palentinos sabemos valorar la artesanía, siempre consumimos», resumía la ceramista Victoria París.
22 expositores de libros y 32 artistas han ofrecido sus productos a lo largo de todo el parque palentino, tan lleno de vida y de alegría con todas las casetas y la gente. Aunque algunos reconocían este domingo mantenerse en unas ventas similares al año pasado, en general se estima un descenso del 10 al 20%. «La feria ha ido bien, como siempre. Ha habido mucha gente, que se ha acercado a ver libros y a comprar. El descenso está entre un 10 o un 20%, creo que volvemos a los números normales, a los de prepandemia», analizó Zapatero.
«Ha habido menos público que otros años y ventas algo más flojas, sobre un 20% menos, pero Palencia siempre nos acoge muy bien. El primer fin de semana fue más fuerte y ha ido bajando, también el tiempo acompañaba más», argumentaba, por su parte, Noemí Barrera de Foacal (Federación de Organizaciones Artesanas de Castilla y León), quien añadía que «se ha notado también que estaba la Feria Medieval de lunes a jueves».
Las últimas novedades de novela histórica, los cuentos y los tomos de temática local o regional han estado muy presentes en la feria y han sido muy buscados por los lectores. «Nosotros muy bien, sobre todo al principio, la gente comenzó con muchas ganas, fue alucinante. Este fin de semana ha sido un poco más flojo, pero bien como siempre», resumía Maribel Iglesias de Librería Iglesias.
«Estamos satisfechos, pero ha bajado algo con respecto al año pasado, aunque también es lógico porque han aumentado las casetas», señalaba Wifredo Román, de Aruz Ediciones, para quien los días «más fuertes de ventas» fueron este último fin de semana.
Mucha afluencia pero pocos compradores. Así lo sintetizaba Juan Ángel Cantalapiedra, de ‘Amímegustaelpapel’. «Hacía años que no venía, pero para mí ha sido una feria relativamente floja, donde no se han cumplido todas las expectativas», concluía.
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