La crisis energética nos ha llevado a la regulación de la misma. En invierno, la calefacción no podía estar por encima de los 19 grados mientras que, en verano, el aire acondicionado no debía bajar de los 27. Sin embargo los establecimientos reconocen que la situación varía según el día y la época del año.
Andar por la calle en las horas centrales de la jornada conlleva soportar las altas temperaturas que marcan los mercurios en Palencia. Por eso, muchos viandantes aprovechan para entrar en alguno de los comercios palentinos en busca no solo de encontrar el producto buscado sino también de poder disfrutar de un pequeño respiro gracias a la climatización de la mayoría de estos locales, que supone una buena forma de soportar estas temperaturas.
Una posibilidad de refrescarse que se puede realizar a pesar del Decreto Ley anunciado por el Gobierno de España durante el verano del año pasado en el que se fijaba en el punto 29 la obligación de los locales comerciales y públicos, así como también del transporte público, de realizar un control de su temperatura.
Por este mismo punto se establecía un total de cuatro obligaciones que se debían cumplir. En invierno, la calefacción no podía estar por encima de los 19 grados mientras que, en verano, el aire acondicionado no debía bajar de los 27. Además, las tiendas tendrían que contar con pantallas que informaran al cliente de la temperatura y la humedad relativa en el local.
Tan solo hace falta darse un paseo por algunas de las calles más céntricas y comerciales de la ciudad para comprobar que esto no se está realizando. Al igual que ocurre en otras provincias de la comunidad donde es casi misión imposible poder encontrar un establecimiento que mantenga una temperatura de 27 grados teniendo más de 32 en el exterior.
En este mismo Decreto Ley aprobado el pasado 1 de agosto de 2022 se anunciaba el margen con el que los comercios contarían para establecer estas medidas y que fijaba como último día el 30 de septiembre. Pero no solo para controlar la temperatura de la climatización sino también para adoptar otras medidas como el sistema de puertas adecuado que impidiera al local permanecer abierto.
Para todo ello se anunciaban multas de hasta 60.000 euros en caso de incumplir cualquiera de estas medidas que también incluía la obligación de tener que pagar los escaparates desde las diez de la noche con el perjuicio comercial, aseguraba hace un año el sector, que esta medida ocasionaba en su negocio.
Unas medidas que respondían al Plan de choque de ahorro y gestión energética en climatización que anunció el Gobierno en un contexto diferente al de ahora. Hace un año, España registraba un IPC del 10%, el precio de la luz estaba completamente disparado y los carburantes alcanzaban unos picos históricos.
Este anuncio se consideró que ponía al comercio en el punto de mira de unas medidas que, desde un principio, se tildaron como injustas, ya que el sector justificaba era completamente inviable poder tener 27 grados en un local cuando la temperatura exterior alcanzaba y llegaba a superar los 35 grados.
Altas temperaturas
En el caso de Palencia, la situación varía según el día, explican en el comercio palentino. Ya que, durante las jornadas de mayor temperatura, es necesario mantener el aire acondicionado a veintidós o veintitrés grados, los días que ha hecho menos calor se ha reducido su uso y también se ha subido su temperatura.
Al igual ha ocurrido con el cierre de las puertas. Hay negocios que creen indispensable que esta se mantenga abierta para animar a los clientes a que entren y no dar una falsa imagen de local cerrado, mientras que otros tienen claro que esta debe mantenerse cerrada para evitar que se salga el aire acondicionado.
Todo depende de cada local, su localización y su situación por lo que hace muy difícil poder establecer unos mismos parámetros para todos ellos. De igual forma, no es lo mismo una zapatería que una tienda de ropa y cada una de estas tiendas requiere de una menor o mayor temperatura.
Tras un paseo por las principales vías comerciales de Palencia durante una tarde en la que los termómetros superan los 32 grados, es imposible encontrar una tienda que mantenga la puerta cerrada y veintisiete grados en su interior, ya que, aseguran, lo que busca el cliente es poderse sentir cómodo cuando entra a uno de sus establecimientos.
El Decreto publicado en el BOE también incluía una disposición final que establecía que las medidas vinculadas respecto a los límites de temperaturas y al apagado de escaparates estaría en vigor hasta el 1 de noviembre de 2023, siendo esta la fecha final en la que se debería cumplir.
«Yo por ejemplo no doy el aire acondicionado, aunque hoy tengo mucho calor. Se trata de un local muy grande de muchos metros en los que enseguida se escapa tanto el calor en invierno, como el frío en verano. Aunque, es verdad, que se trata de un espacio muy agradecido en esta época ya que es fresquito», explica Ana Fernández, de Eutopía Vintage.
En su caso, en verano también mantiene la puerta abierta no solo para invitar a los viandantes a que entren a su establecimiento, sino también para ventilar y refrescar sobre todo cuando da la sombra a primera hora de la mañana en la calle Colón. «Si cierras la puerta parece que no quieres que entre la gente», agrega Ana Fernández.
Aunque la comerciante confiesa que hay días que sí que cierra la puerta y pone un poco el aire para conseguir refrescar el ambiente al igual que hace en invierno cuando pone la calefacción, ya que en esta época se trata de un local muy frío que apenas consigue subir de los diecinueve grados.
Por su parte, en Deportes Artiza explican que sí que han tratado de cumplir estas normas tanto durante el verano pasado como este. En su caso, la puerta siempre está cerrada, en invierno y en verano, para evitar que se escape tanto el aire acondicionado como la calefacción.
A pesar de su cumplimiento, aseguran que durante este año no han recibido ninguna visita en busca de ningún control al respecto. «Por la mañana nunca doy el aire y ya por la tarde cuando da más el sol sí que opto por encenderlo, sobre todo los días en los que aprieta tanto el calor», sostiene Margot Reguero.
Apagado de escaparates por ahorro y sostenibilidad
Los comerciantes que han sido preguntados por el Plan de choque de ahorro y gestión energética en climatización que anunció el Gobierno afirman no haber sido sometidos a ningún tipo de inspección a lo largo de estos doce meses que lleva en vigor y aseguran desconocer de quién es la competencia pertinente para abrir un posible expediente. El objetivo de plan para el consumo nacional, que se llevó a cabo siguiendo las recomendaciones de Bruselas, era reducir hasta un 7% el consumo nacional.
Aunque hay unanimidad por parte del comercio palentino en acatar las normas establecidas, también aseguran que hay determinados días al año, sobre todo en verano, que es imposible mantener estas medidas ya que «no puede haber gente probándose ropa y sudando la gota gorda», explican.
Aunque la climatización ha sido más difícil de seguir, lo que sí que se ha llevado a cabo es el apagado de los escaparates a partir de las diez de la noche, aunque siempre con excepciones de quien ha decidido seguir iluminando su negocio asegurando que lo hacen con una completa conciencia económica y medioambiental de lo que esto puede llegar a suponer.
Este apagado, a semejanza de lo que sucedía en los países de Francia y Alemania, también se llevó a cabo como medida en los edificios públicos que no estuvieran en uso, la iluminación decorativa de sus fachadas y los monumentos. Los comerciantes criticaron que esta nueva actuación perjudicaba sus ventas, ya que dependiendo de la época del año, a las 22 horas aún habría muchos viandantes y posibles clientes por la calle, que podrían detenerse a ver los distintos productos que están en venta en caso de estar el local iluminado.
Los comerciantes también señalan que estas obligaciones nunca deberían haber sido más que recomendaciones para ellos, ya que son ellos mismos quienes tratan de ahorrar todo lo posible en luz, no solo debido al alto precio que registra sino también por un compromiso con la sostenibilidad y el medio ambiente.
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