El miedo y la inseguridad ante el covid provoca diferencia de opiniones en el uso del cubrebocas. La población ha recibido con aprobación e incluso satisfacción para algunos la noticia.
El Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas pactaron el pasado lunes eliminar la obligatoriedad del uso de las mascarillas en espacios exteriores. Únicamente serán imprescindibles en eventos multitudinarios y cuando no sea respete el metro y medio de distancia de seguridad.
A ojos de la población, la noticia ha sido recibida con aprobación e incluso satisfacción para algunos. Sin embargo, la preocupación sigue presente en la sociedad.
En líneas generales, los palentinos encuestados ven bien la introducción de esta medida, pero seguirán utilizando la mascarilla en la mayoría de situaciones. Los habitantes de la provincia, sobre todo las personas mayores, no dejarán de usar este elemento de prevención ni con la Calle Mayor poco transitada, por ejemplo.
El miedo provocado por el COVID-19 es la causa principal por la que la mascarilla seguirá formando parte de la vida diaria de los palentinos. Los usuarios la llevarán consigo a cualquier parte, ya sea puesta o en un bolsillo preparada a ser utilizada cuando la situación lo requiera.
Después de casi dos años en los que la sociedad lleva conviviendo con el virus, el uso del cubrebocas es ya, incluso, una costumbre para muchas personas. Por ello, ahora cuesta pensar en una vida rutinaria sin la compañía de este objeto.
En el lado contrario, algunos usuarios más jóvenes expresan la descarga que provocará dejar de ponerse la mascarilla en el día a día, Es cierto que su habitual uso estimuló la aparición de fatigas y agobios en algunos casos y, tras tanto tiempo, el deseo de deshacerse de este instrumento ha crecido como una bola de nieve, a pesar de ser material sanitario.
Una vez que el jueves entre en vigor el real decreto que aprobará el Consejo de Ministros, las mascarillas al aire libre serán simplemente recomendadas cuando haya aglomeraciones, y en el caso de acontecimientos, a gran escala, serán completamente obligatorias.
Aún así, se puede observar cómo la sociedad palentina ha ido desarrollando un sexto sentido de la responsabilidad, por lo que parece difícil alejarse de los cubrebocas como accesorio indispensables en el día a día y en cualquier lugar.
El miedo y la inseguridad de lo que puede pasar en un futuro incierto causará una gran diferencia de opiniones entre los habitantes, ya no solo a nivel provincial, si no a escala nacional. Pero, con el paso del tiempo, dejarán de ser necesarias en exteriores.
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