La lluvia y el frío han lastrado las reservas de última hora, que suelen ser cuantiosas, y amarga ligeramente el balance final para el sector. «Ha sido una pena porque creíamos que el puente iba a resultar mucho mejor de lo que finalmente ha sido», señala Javier Pastor.
El mal tiempo ha estropeado las buenas expectativas que había para este puente en Palencia. La ocupación que apuntaba al 100% para toda esta semana se ha visto mermada hasta el 60% debido a la falta de reservas de última hora, así como las cancelaciones que se han producido en los días previos. El balance que se hace desde los establecimientos hoteleros es algo decepcionante, ya que las previsiones eran muy halagüeñas, pero al final han resultado ser menos positivas de lo que se había estimado. El factor determinante, asegura el sector, ha sido la intensificación de las lluvias y el mal tiempo registrado durante toda la semana.
Las previsiones para este puente de diciembre eran muy buenas desde hace semanas, cuando los alojamientos de Palencia auguraban una ocupación, prácticamente, al completo durante estos días, pero lo cierto es que esta previsión meteorológica ha terminado por modificar el comportamiento de los turistas y visitantes. «Ha sido una pena porque creíamos que este puente iba a resultar mucho mejor de lo que finalmente ha sido. No se han producido las reservas de última hora y también se han efectuado cancelaciones debido al mal tiempo por lo que el balance no es bueno. Ahora ya estamos pensando en la Navidad», resume Javier Pastor, director del hotel Rey Sancho de Palencia.
En este análisis coinciden otros hoteles de la ciudad como el Castilla Vieja, que también ha sufrido numerosas cancelaciones de última hora debido a la previsión meteorológica anunciada y posteriormente confirmada. En definitiva, se esperaba de esta una semana mucho mejor de lo que ha resultado.
«Han caído muy mal los días festivos, cuando ha sido puente en una comunidad no ha sido en otra y se ha juntado un poco todo y ha sido una semana no muy buena. Ha habido días mejores que otros, pero la media no ha superado el 60%. La gente ha visto la previsión y no invita a salir a conocer ningún destino», explica Eduardo Relea, director del Hotel Castilla Vieja y presidente también de la Asociación de Empresarios de Hotelería de Palencia, quien señala que la lluvia ha echado a mucha gente para atrás ya que quien viene a Palencia busca realizar actividades culturales y de naturaleza que con este tiempo no son tan atractivas como cuando hace bueno.
En torno al 65% también se ha mantenido la ocupación durante toda la semana en el Hotel Don Rodrigo, cuya directora, Manuela Merino, confirma que el sector esperaba una mejor respuesta durante estos días festivos que finalmente se han quedado a medio gas sin cumplir las expectativas que habían previsto. «El verano fue muy bueno, funcionó de forma impresionante y esperábamos que este puente también fuera así», señala Manuela Merino, quien asegura que desde que reabrió el hotel hace justamente un año, siempre han trabajado con reservas de última hora e incluso efectuadas el mismo día.
Una decepción común entre los alojamientos de la capital palentina, que esperaban una buena respuesta por parte de turistas que vinieran hasta la ciudad para disfrutar de unos días de descanso y también de la programación navideña que se ha intensificado durante esta semana para atraer el interés de los turistas. La Ruta Pallantia para conocer la ciudad de Palencia durante la Edad Media o la Ruta Modernismo para vivir como a finales del siglo XIX y principios del XX recorriendo la ciudad más modernista y sorprendente han sido algunas de las propuestas especiales que durante estos días ha ofrecido el Ayuntamiento de Palencia.
Los testimonios
Ana Urarte y Manuel Núñez, vienen de Vitoria y se alojan en Aguilar
«Nos encanta venir a esta zona y a este hotel porque podemos traer al perro»
Ana Urarte y Manuel Núñez han llegado desde Vitoria, sobre todo, a descansar. Se alojan desde el pasado jueves en la Posada Santa María la Real de Aguilar, un edificio construido a finales del siglo XVIII y reconvertido en un elegante alojamiento que sigue conservando la esencia de los tiempos pasados y los elementos románicos originales que la caracterizan. Aquí se alojaron hasta este domingo, pero están tan encantados con el lugar que piensan volver el próximo fin de semana. «Creo que es el mejor hotel de por aquí, el personal es muy atento y agradable, la habitación es muy acogedora, pero sobre todo porque te ofrece más servicios que en otros sitios como es, por ejemplo, poder traer a tus mascotas», exponen. Ellos han venidos acompañados de su perro yorkshire. Además de disfrutar de unos días de relax, también han aprovechado para pasear por el pantano y visitar la Cueva de los Franceses.
Nieves Martínez y Carlos Sierra, vienen de Cantabria en autocaravana
«Lo que más hemos disfrutado es de las iglesias románicas, que estaban abiertas»
Nieves Martínez y Carlos Sierra son dos turistas cántabros que han aterrizado estos días en Aguilar de Campoo. Llegaron el miércoles, día 7, desde Selaya con su autocaravana y se quedaron hasta ayer. Les gusta mucho esta zona y vienen muy a menudo. «Es siempre para nosotros una parada obligatoria cuando nos vamos de vacaciones o, a veces, venimos para pasar el fin de semana», comentan. Nos gusta mucho hacer rutas de montaña, recorrer Las Tuerces, ir a la zona de Cardaño, la Senda de Ursi u otras rutas por la Montaña Palentina. Pero estos días, dada la previsión de lluvias, decidieron dedicarlo a hacer varias rutas por el románico palentino.
«Además de senderismo, solemos venir a andar en bici y varias veces hemos hecho la ruta del románico, pero generalmente nos hemos encontrado con las iglesias cerradas, por eso hemos aprovechado ahora que están abiertas para ir a visitarlas», señalan. Entre las que más les ha gustado la de Revilla de Santullán, «es espectacular». También han aprovechado a ir al cine a ver algún estreno que tenían en lista y a subir al castillo de Aguilar, que lo tenían pendiente. Otra actividad que les gusta hacer es salir de picoteo «porque hay mucho ambiente».
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