La joven palentina sustituye en el cargo a Ester Urraca, que ha encabezado la junta directiva durante los últimos 25 años. La nueva presidenta, colegiada en ejercicio desde 2019, finalizó sus estudios en Relaciones Laborales y Recursos Humanos en el campus de La Yutera y desde entonces ha compaginado su trabajo en una empresa palentina con la actividad en el Colegio de Graduados Sociales.
El relevo en el Colegio de Graduados Sociales de Palencia llega con la joven Andrea Castrillo (Palencia, 1996), que sustituye en el cargo de presidenta a Ester Urraca, quien ha permanecido a la cabeza de la junta directiva desde hace 25 años. Andrea Castrillo toma posesión del cargo siendo la más joven dentro del Consejo General de Graduados Sociales de España. La joven palentina, que se convirtió en presidenta de forma oficial el pasado día 2 cuenta con experiencia dentro del Colegio de Graduados Sociales, del que en los últimos cuatro años ha sido secretaria. Una nueva etapa que asume con mucha ilusión y con el objetivo principal de poder acercar la entidad a los más jóvenes y aumentar de esta forma los 51 que actualmente la forman.
La nueva presidenta, colegiada en ejercicio desde 2019, finalizó sus estudios en Relaciones Laborales y Recursos Humanos en el campus de La Yutera y desde entonces ha compaginado su trabajo en una empresa palentina con la actividad en el Colegio de Graduados Sociales, que ahora quiere transformar para evitar que desaparezca en una década debido al descenso de colegiados.
–¿Cómo afronta los primeros días al frente de este nuevo cargo?
–Están siendo días muy intensos porque, aunque ya formaba parte de la junta directiva, hasta que no tomas posesión del cargo no eres consciente de todo el trabajo que lleva detrás. Por tanto, poniéndome al día y estudiando cómo está la situación. También nos estamos adaptando todos los miembros de la junta directiva, aunque está siendo fácil porque todos compartimos una misma idea de lo que queremos hacer con el Colegio de Graduados Sociales en los próximos cuatro años.
–¿En qué momento decidió dar un paso hacia adelante?
–Ester Urraca decidió dejarlo, por lo que el cambio ha sido fácil. No es lo mismo que si te tienes que enfrentar a un compañero en unas elecciones, por ejemplo. Sí que es verdad que no ha habido malas sensaciones ni mala acogida y Ester me lo está facilitando todo muchísimo. Me siento muy arropada por ella y en los primeros meses va a estar junto a mí. Ella, además, sigue en la junta directiva como vicepresidenta.
–¿Cómo es el día a día del Colegio de Graduados Sociales?
–Desde la pandemia, sobre todo, tenemos muchísima actividad. Somos los guardianes y las personas que acompañan en todo momento a los ciudadanos en los trámites con la Seguridad Social. Tramitamos altas y bajas, contratos, ERTES, seguros sociales, nóminas, prestaciones, subsidios… Todo el cambio de la legislación laboral: pensiones, salario mínimo, jornadas… nos afecta. Tenemos que adaptarnos a todo ello y llevarlo al día en despachos y empresas. Es un día a día muy complejo, llevamos unos cinco años de continuas novedades. Además, nos reunimos cada tres meses con la Seguridad Social y transmitimos las dudas, quejas o mejoras que nuestros colegiados nos transmiten. Es un trabajo que no se ve. Mensualmente se acude en pleno a Madrid.
–¿Cuál es su situación ahora mismo en Palencia?
–Tenemos 51 colegiados en tres modalidades: ejercientes al servicio de empresas, ejercientes libres y no ejercientes.
–¿La figura del graduado social se ha visto relegada?
–Yo diría que se ha visto relegado al trabajo de oficina. Tenemos distintas salidas: en departamentos de Recursos Humanos, en los que cada vez más hay personas con otras formaciones; también en asesorías y gestorías, a través de todo el tema de tramitación y, sobre todo, tenemos una figura en los juzgados de lo Social, donde defendemos los intereses de empresarios y trabajadores frente a la Seguridad Social u otras empresas. Esa figura se ha quedado un poco olvidada. De hecho, en Palencia solo hay tres personas que se dediquen a ello y que vayan a sala.
–¿Qué perfil de colegiados tiene el colegio?
–Es un perfil de una edad media de 55 años, sobre todo, en el caso de ejercientes. La gente joven se colegia pero como no ejercientes ya que, o no trabajan de ello, o trabajan en grandes corporaciones. Para poder acudir a sala tenemos que estar colegiados como ejercientes. Somos una de las tres profesiones jurídicas que tiene obligación de estar colegiado siempre y cuando acudamos a sala. Los jóvenes ya no vamos a sala y por eso el perfil es diferente y es de no ejerciente. Si esto no cambia, en unos años no habrá ningún graduado social en Palencia que vaya a sala.
–¿Ha sido acorralada esta figura por la de los abogados?
–Sí, todo el mundo sabe lo que hace un abogado laboralista pero no un graduado social. Es triste porque cuando tú estudias Derecho tienes dos asignaturas de derecho laboral, pero en el grado de Relaciones Laborales y Recursos Humanos te pasas cuatro años especializándote en ello. En la parte teórica somos especialistas en ello, pero el problema es que no podemos acudir al Tribunal Supremo y muchos clientes piensan en eso y se deciden por un abogado. Es triste porque somos los grandes olvidados en muchas ocasiones.
–¿Pasan por ahí los retos?
–Yo me he puesto el reto de que en cuatro años hay que conseguir gente joven. Tenemos la suerte de contar con la Universidad de Valladolid aquí en Palencia y por eso quiero trabajar codo con codo con la facultad y que toda esa gente joven se anime a colegiarse. Tenemos que ofertarles formación y poder contar con ese talento joven y contarles las distintas salidas laborales que tenemos, que son muchas y diversas.
–¿Es difícil encontrar un relevo en la junta directiva?
–Sí, lo está siendo. La gente joven no quiere entrar y no quiere involucrarse. Muchas veces da miedo, pero no pasa nada. Yo cuando llegué no conocía a nadie, pero no pasa nada porque los primeros que quieren dar este relevo son los más veteranos.
–¿Cómo va a arrancar?
–Mi idea es que durante el primer trimestre de 2024 ya podamos comenzar con la formación, pero quiero contar con todos los colegiados y que me digan en qué quieren formarse o que ven necesario. Además, ya me he puesto en contacto con José Antonio Orejas, el decano de la facultad, y tenemos pendiente reunirnos para hablar las distintas ideas que tenemos y orientar toda esta captación y trabajar de forma conjunta. Hay que darse a conocer, ha sido un goteo de nuevos colegiados no ejercientes, pero no es suficiente. La idea es captarles a todos ellos o a la mayoría. Si no trabajamos en esta línea, en diez años el Colegio de Graduados Sociales de Palencia habrá desaparecido.
0 comentarios