El pantano lleva tres años consecutivos sufriendo la sequía con un nivel inquietantemente bajo.Actualmente, el porcentaje del volumen embalsado está por debajo del 16%, ligeramente menor que el pasado año en la misma fecha.
El puente del antiguo pueblo palentino de Villanueva del Río, ahogado por el embalse aguilarense en 1963, vuelve a estar al descubierto, aunque desafortunadamente, esto se está convirtiendo en algo frecuente en los últimos tiempos y el continuo peregrinaje que antes existía al lugar ha cesado.
No obstante, sigue impresionando a quienes allí se acercan a visitar este imponente viaducto de cinco ojos que cada vez está más deteriorado, pero en este siglo XXI ya han sido muchas las ocasiones en las que ha emergido y ya no acapara tanto la atención. Los visitantes, tan habituales y numerosos otros años de estiaje, apenas se ven, porque poder ver así el puente en verano se está convirtiendo en algo trágicamente habitual.
El embalse palentino lleva tres años consecutivos sufriendo la sequía con un nivel inquietantemente bajo. Actualmente, el porcentaje del volumen embalsado está por debajo del 16%, ligeramente menor que el pasado año en la misma fecha. Contaba este viernes 25 de agosto con un caudal de 39,34 hm3, cuando su capacidad total es de 247 hm3 y siendo la media de los últimos 10 años en estas fechas de 120 hm3.
No ha sido solo la falta de lluvias y precipitaciones de nieve que ha habido a lo largo del año, también las olas de calor de este verano fustigan aún más el estado del embalse, tanto en la escasez de agua como en el aspecto de la tierra que lo rodea, totalmente agrietada y seca.
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