El comandante Raúl Plaza llevó a la selección a Jordania y evocó el gol de Iniesta en el Mundial en el minuto 116 de trayecto. No era la primera vez que el palentino, que lleva 24 años en Iberia, trasladaba al equipo español. Lo hizo en septiembre de 2019 cuando les llevó de Rumanía a España tras ganar 1-2 en la fase de clasificación de la Eurocopa.
Era el minuto 116. El Airbus A350, que trasladaba a la selección española a la capital de Jordania para medirse al combinado asiático en el amistoso de este jueves, sobrevolaba Cefalonia en Grecia. En ese preciso instante, comenzó a hablar el comandante palentino Raúl Plaza a toda la expedición de La Roja. «Hola equipo, buenas tardes. En este momento llevamos 116 minutos de vuelo, un número muy simbólico, seguro que os suena, ¿verdad? ¿Os acordáis de ese minuto épico en el que Iniesta marcó ese gol ante Holanda?», preguntaba desde la cabina en una gran campaña de marketing de la compañía aérea. «En Iberia queremos recordar este número mágico 116 porque en él sigue viviendo la ilusión», continuaba, rememorando el gol que dio a España el Mundial de 2010, en un vuelo que duró cuatro horas y media por llevar el viento en cola. Hace doce años, Raúl Plaza estaba viendo la final de Sudáfrica junto con su familia y unos vecinos a través de un proyector y con una sábana como pantalla en Madrid. Así vivió el gol del Mundial.
No era la primera vez que el palentino, que lleva 24 años en Iberia, trasladaba al equipo español. Lo hizo en septiembre de 2019 cuando les llevó de Rumanía a España tras ganar 1-2 en la fase de clasificación de la Eurocopa.
«Con el que más hablé de la selección fue con Ansu Fati, que coincidí con él en el baño y me preguntó si podía ver la cabina porque le gustaban mucho los aviones», rememora Raúl Plaza. «Le pregunté quién iba a ganar el Mundial y me dijo que España, por supuesto», añade entre risas. El palentino le deseó suerte y le animó diciendo que «a por ellos, que tenéis muy buen equipo».
También estuvo un rato con Luis Enrique, aunque este estaba más concentrado. «Me hice una foto con los dos, sobre todo por mis hijos que son muy futboleros», afirma el palentino, vinculado a Abia de las Torres. Tanto recuerda sus orígenes, que llevó un carro de madera de 1958 en honor de su abuelo, Mariano Plaza, hasta Rascafría, en Madrid, para tener «un pedacito de mi querida Palencia en casa».
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