El bipartidismo se impone en todos los distritos de la capital, con un diseño claramente definido. El PP recupera el puesto de primera fuerza política en la ciudad de Palencia, pero los barrios siguen siendo mayoritariamente socialistas.
Palencia vuelve a ser de color azul, al menos en cuanto a resultado general, porque el PP recuperó este domingo el puesto de primera fuerza política de la ciudad, que había en abril de 2019. Desde ese momento, en todas las elecciones que se han celebrado en la capital palentina, el PSOE ha sido la fuerza más votada, bien fueran las generales o las municipales. En todas las citas, el color rojo se extendía prácticamente por todo el casco urbano de Palencia.
Incluso en las pasadas elecciones locales, cuando la mancha azul del PP se extendía prácticamente por toda España, en Palencia la victoria socialista resultaba incontestable y los populares únicamente conseguían imponerse en los barrios tradicionalmente más conservadores, como la zona centro o el Campo de la Juventud, en donde el voto del PP es mucho más fiel, aunque se hayan dado citas electorales recientemente en las que los socialistas se llevaban todos los distritos, incluidos aquellos que les son más reacios.
Pero las tornas han cambiado y el PP vuelve a ser la fuerza mayoritaria en la capital, como lo ha sido tradicionalmente en las elecciones generales. En esta ocasión, los populares han conseguido 17.695 votos, lo que supone el 39,76% de los votos emitidos, con un incremento de casi el 6%. Mientras, el PSOE, con 16.617 votos, se queda dos puntos por debajo de los populares. Muy lejos, demasiado, aparecen los registros del resto de partidos, con Vox como segunda fuerza (5.215) y Sumar como cuarta (2.762), ambos en clara tendencia a la baja.
De esta forma el bipartidismo se impone en todos los distritos de la capital, con un diseño claramente definido. Todo el corazón de la ciudad, conformado por los barrios más céntricos, San Pablo y Santa Marina, el Centro y el Campo de la Juventud, votan mayoritariamente al PP. A ellos se une también Allende el Río, aunque en esta zona de la ciudad casi podría hablarse de empate, dado que la diferencia se sitúa en solo dos votos más para los populares (284 frente a 282).
Y toda esa céntrica mancha azul se ve rodeada del color carmesí que identifica a los socialistas, ya que todos los barrios periféricos han votado mayoritariamente al PSOE. De esta forma, los socialistas ganan en Palencia en los barrios del Cristo, Ave María, San Juanillo, Pan y Guindas, Santiago, Avenida de Madrid, El Carmen y San Antonio.
Sin embargo, este largo listado de barrios socialistas ha estado a punto de verse recortado, puesto que la diferencia entre los principales partidos ha sido mínima. Si en Allende el Río la ventaja para el PP era por dos votos, en otros distritos, algunos de larga tradición obrera como El Carmen, el PSOE ha ganado solo por 19 votos. Y también ha sido muy ajustada la votación en la Avenida de Madrid, en donde la diferencia ha sido de solo siete sufragios a favor de los socialistas.
Por su parte, Vox, que se consolida como la tercera fuerza política de Palencia encuentra también sus mayores graneros de votos en el Centro y en el Campo de la Juventud, como el PP, con lo que se evidencia una fuerte presencia del denominado bloque de derechas en estos barrios. Pero aun con todo, Vox ha perdido mucho terreno en la capital palentina en estos cuatro años, en lo que al voto nacional se refiere. La formación derechista ha caído en más del 11%, dado que ha recibido casi setecientos votos menos que en 2019. De hecho, solo ha ganado un mínimo peso en el Cristo, en San Pablo y en El Carmen.
Tampoco para Sumar han ido bien las cosas en estas elecciones generales en Palencia, dado que ha visto su apoyo electoral notablemente reducido con respecto al que obtuvo hace cuatro años la coalición Unidas Podemos. Han perdido 1.159 votos, lo que supone casi el 30% del electorado, con caídas muy pronunciadas en algunos de los barrios tradicionalmente obreros como en Pan y Guindas, entre otros.
Otro aspecto relevante en el voto de los palentinos ha sido la desaparición de Ciudadanos, dado que no se han presentado en esta ocasión a la convocatoria nacional. La formación naranja tuvo su máximo apogeo en las elecciones generales de abril de 2019, cuando obtuvo más de 8.100 votos en la capital palentina. Se colocó de esta forma como tercera fuerza política de la ciudad, mirándole muy de cerca a los populares, que rondaron en aquella ocasión los 13.000 votos, frente a unos 16.000 del PSOE. Estos resultados provocaron además un acontecimiento histórico, como fue el reparto de diputados entre tres formaciones políticas, rompiendo el tradicional 2-1 que se obtiene siempre en Palencia. Pero fue un momento puntual, Ciudadanos se desinfló en gran medida siete meses después, en las eleccciones de noviembre, en las que cayó al quinto puesto, con 2.878 votos, y perdiendo su diputado, que volvió a manos del PP, aunque en la ciudad seguía ganando el PSOE. Pero se da la circunstancia de que para la elección de los representantes en el Parlamento se cuentan todos los votos de la provincia y no solo los de la capital, y en ese contexto el PP lleva imbatido desde el año 1993, cuando Felipe González entraba en sus horas más bajas.
La caída de Vamos Palencia
Otra clave que debe analizarse en estas elecciones es el comportamiento del electorado de Vamos Palencia. Este partido localista nació fundamentalmente como contrapunto a los grandes partidos nacionales para luchar por un hueco en la corporación municipal de Palencia. Su continuo trabajo para llegar a la opinión pública y un discurso basado en las principales quejas del palentino medio, le espolearon en la campaña electoral de las elecciones municipales de mayo y le auparon al cuarto puesto del espectro político de Palencia, prácticamente a la par que Vox. Obtuvieron en mayo tres concejales, con un respaldo de 4.177 votos, los suficientes para convertirse en el partido clave de cara a la investidura del siguiente regidor de Palencia.
Finalmente, la formación localista se inclinó por apoyar la opción de la fuerza más votada, en este caso el PSOE, cuya candidatura encabezaba Miriam Andrés, que resultó elegida como primera alcaldesa de la capital palentina. Vamos Palencia consiguió además tres puestos en la Junta de Gobierno Local y un trato preferente por parte del equipo de gobierno municipal, al que puede condicionar cualquier decisión.
Ante este éxito incial, Vamos Palencia no dudó en formalizar una candidatura para las elecciones generales, con la confianza de que ese proyecto localista que tan bien cuajó en las municipales pudiera también hacerse un hueco entre el electorado de las generales, al estilo de otras formaciones como Teruel Existe. Pero no fue así. La apuesta nacional no cuajó entre los votantes palentinos y Vamos Palencia ha visto cómo se diluía en esta nueva cita con las urnas. Aquellos 4.177 votos de mayo se han visto reducidos a 1.307, un 2,93% del electorado. Un resultado con el que no habrían siquiera podido entrar en el Ayuntamiento.
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