La cofradía San Pedro Mártir de Verona acoge hasta mañana una exposición de máquinas de escribir antiguas. Puede visitarse en su sede (calle Los Pastores, 3) entre las 19 y las 21 horas.
El sonido de las teclas impulsando los tipos móviles sobre el papel es fácilmente reconocible. Un sonido agradable, que manifestaba la acción de escribir, y que durante siglos fue la melodía que acompañó a escritores, periodistas, guionistas, directores o trabajadores de oficina durante su jornada laboral.
Las máquinas de escribir mecanizadas han sido una herramienta indispensable para dejar los textos patentes en el papel entre el siglo XIX y gran parte del siglo XX, hasta que la irrupción de los ordenadores desbancó la hegemonía que este invento tenía en multitud de sectores. El modelo que llegó a la actualidad fue en gran medida obra de Christopher Latham Sholes, Samuel W. Soulé y Carlos Glidden, y data de finales del siglo XIX.
La cofradía de San Pedro Mártir de Verona de la capital acoge hasta mañana una exposición dedicada a estas herramientas, en la que los asistentes pueden observar algunos de los modelos que antaño se utilizaban para escribir. En total, 29 piezas componen esta muestra, las cuales están expuestas de forma cronológica para ofrecer a los visitantes una visión de la evolución del invento.
Desde 1914 (año del que data la máquina más antigua de la exposición) hasta 1990 (la más moderna), estos históricos dispositivos fueron los protagonistas en miles de oficinas a lo largo de la geografía nacional e internacional. En la muestra, destaca la presencia de la marca Hispano Olivetti, con modelos pertenecientes a España e Italia, como es el caso de la máquina española Studio 46 de 1973, por citar algún ejemplo. En la treintena de piezas tampoco faltan modelos como el Mignon número 3 de la marca AEG o una Canon ES3 japonesa.
Que esta muestra pueda disfrutarse en la sede de la cofradía es gracias a Juan José López García, natural de Cuenca y afincado en la provincia desde hace casi cinco décadas. De las 29 máquinas que componen la exposición, 24 son de su propiedad.
Su afición por los teclados mecánicos comenzó a los 14 años. Ahí empezó a hacerse con diferentes piezas.«Algunas personas se enteraban de que hacía esta colección y me las regalaban», asegura a DiarioPalentino su propietario. «Desde los 13 años empecé a escribir a máquina. Mis padres me dibujaron un teclado en un cartón y así empecé a manejar los dedos», afirma en relación con sus comienzos. A renglón seguido, manifiesta su relación con este invento a lo largo de su trayectoria profesional, pues ha trabajado siempre con telégrafos, pasando de «la máquina de escribir a los teletipos», según afirma a este rotativo.
Para aquellos que quieran visitar la exposición, pueden hacerlo hasta mañana en la sede de la cofradía (calle Los Pastores, 3) entre las 19 y las 21 horas.
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