La renovación del Museo de Palencia no cerrará durante las obras que arrancan en mayo. Se cambiarán los paneles informativos, reorganizarán las exposiciones y mejorará la zona para los más pequeños.
El mosaico y los bustos romanos son dos de las cosas que más gustan a los visitantes cuando penetran en el Museo de Palencia. El mosaico de Océano y las Nereidas, hallado en la Villa Possidica en Dueñas y datado en la primera mitad del siglo IV d. C., con el dios marino adornado con cuernos de pinzas de crustáceos y barbas de algas, encandila a grandes y pequeños. Esta obra continuará descansando en el centro de la planta de abajo, donde se remodelarán todos los panales informativos. Por su parte, los bustos romanos perderán los cristales que les cubren para estar más cerca de los visitantes, aunque se instalará una zona perimetral para protegerles.
La obra de renovación del centro museístico ubicado en la Casa del Cordón, del siglo XVI, arrancará a finales de mayo, después del Día de los Museos (18 de mayo). El Ministerio de Cultura, titular de este organismo aunque la gestión esté transferida a la Junta, aprobó un proyecto, con un presupuesto base de 150.000 euros, para que el centro palentino pueda ofrecer una imagen más atractiva. La empresa elegida para conseguir ese lavado de cara y modernización es SIT Spain.
Aunque hasta finales de mayo no se vea el trabajo directamente en las instalaciones, ya se están elaborando los textos y carteles, escogiendo las imágenes y reorganizando todas las exposiciones. «Se van a cambiar los paneles informativos y se van a convertir en cajas de luz con fotografías en color retroiluminadas para que haya más color. Esta vez no se cierra el museo, vamos a trabajar con la obra vista, gusta más aunque genera algunos problemas de organización», señala el director del Museo de Palencia, Francisco Javier Pérez.
La obra, que en principio concluirá en el mes de julio, comenzará por la entrada del edificio, para continuar en la planta de abajo, donde está la zona de prehistoria y el mosaico, y continuará en la planta romana. En esta última, se va a crear un espacio sobre la historia romana, medieval y moderna de Palencia capital, que «creo que gustará mucho y es un yacimiento que no está apenas representado en el museo. Es para exponer todos los trabajos y estudios hechos en los últimos veinte años».
Otra de las novedades de esta remodelación es la construcción de la recreación de una pared romana, a raíz de las pinturas de esta época que se han recuperado. Al lado de esta nueva creación, se instalará un miliario (pieza que marcaba las distancias en las calzadas romanas) del emperador Decio, hallado en Cordovilla de Aguilar, de más de dos metros de altura (212 centímetros) y medio metro (51 centímetros) de grosor.
La zona infantil, el espacio didáctico para los más pequeños, también será reformado en esta obra. «Queremos que los escolares tengan un lugar aún más digno para hacer sus talleres», señala el director del museo. El arenero, para realizar excavaciones, contará con ruedas para poder trasladarse y la cueva prehistórica, otro de los equipamientos que más gustan a los escolares, se renovará para mejorar esta idea. De hecho, los pequeños de la casa representaban el 60% de las visitas al Museo de Palencia durante el curso escolar, algo que desde el centro están comenzado a recuperar con la covid-19 ya más controlada.
Espacio con vida
«Echábamos mucho de menos a los niños, el visitante habitual no hace ruido y el museo está en silencio y parece que no hay nadie. A mí me agrada ver a los niños que corren, chillan, se les oye y el museo tiene vida», reconoce Francisco Javier Pérez. El Museo de Palencia acumula una media de 800 a 1.000 visitantes al mes en este 2022. «Más o menos llevamos la misma estadística del año pasado, que terminamos con 8.906 visitantes, contando con todo el problema de la pandemia y que estuvimos más de un mes cerrados y sin escolares. Con los colegios, volveríamos a estar con índices anteriores a la pandemia, entre 14.000 y 17.000 visitantes al año», afirma con satisfacción.
El almacén del Museo de Palencia, situado debajo del mismo, guarda auténticos tesoros. Incontables tesoros. «Tenemos cientos de miles de piezas porque para nosotros merece la misma importancia uno de los capiteles que un pequeño fragmento de vasija rota», reconoce Francisco Javier Pérez. Ycada año entran una media de 4.000 piezas en el almacén. Algunos de estos descubrimientos serán expuestos cuando sea remodelado, como los sarcófagos de Baltanás, cuya tapa será mostrada en las instalaciones palentinas antes de que concluyan las obras.
Junto al mosaico y a los bustos, a los visitantes les atrae más que nada el tesoro de Valsadornín. «Llama la atención porque es un algo novedoso, es muy difícil ver una pieza similar, es complicado encontrar una vasija con tantas monedas», concluye.
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