Derrota del EasyCharger en un duelo que dominaba con solvencia mediado el tercer acto, donde cometió errores en una defensa hasta entonces perfecta, su rival recuperó la desventaja y ganó en el final a cara o cruz (62-63).
No pudo mantener su racha victoriosa el EasyCharger Palencia, aunque por muchos minutos dominó con autoridad el duelo (40-22 durante el tercer acto), hasta que permitió que su rival creyera que tenía opciones, el partido se tornó más físico e igualado y, en un final a cara o cruz, la canasta de Albert Lafuente casi en el último segundo, decidió (62-63).
Primer periodo de escasa anotación en el que el equipo palentino tardó en cogerle el ritmo al juego, a remolque del equipo leridano durante los primeros compases (3-8). Los visitantes, con el venezolano Michael Carrera como gran baluarte ofensivo, acaparando las acciones de ataque de su equipo. Aunque el MVP de la LEB Oro en la primera mitad de curso acababa con solo cuatro puntos en su haber en el primer acto, fruto del buen trabajo colectivo de los morados en defensa.
La reacción palentina le daba la vuelta al marcador, con la primera canasta de la noche de Bamba Fall y dos seguidas de un activo Roberts Blumbergs (en un duelo donde la labor interior iba a ser decisiva, ante la ausencia de Mus Barro). Por primera vez por delante ya el EasyCharger (9-8), no perdió el mando en el intercambio de canastas: Marc Hugues con un tiro lateral para los visitantes y Prince Ali, culminando un robo de balón, para sellar el 11-10.
El segundo cuarto se ponía en marcha con el primer triple del encuentro, obra de Juan Rubio, que ayer volvía a vérselas con rivales de físicos más poderosos, con la bravura de siempre. También aparecían el techo de los visitantes Badji (2,18 m), que machacaba el aro palentino tres veces seguidas; y el base morado Micah Speight, que brillaba en la anotación en esos diez minutos (10 puntos, con dos triples). Incluso Pedro Rivero tuvo que situar durante una pequeña fase del periodo a sus dos bases a la vez, al verse obligado a sustituir momentáneamente a Prince Ali para ser atendido de un fuerte golpe en la nariz.
El equipo local aumentaba su diferencia pasado el ecuador del periodo (26-18) cuando Dani Rodríguez encestaba su primera canasta, lejana, y a continuación Rubio sumaba bajo el aro. Y, con el contrapunto de Shaquille O’Neal Cleare, que encontraba su ventaja física en posiciones cercanas al aro, dominaba el EasyCharger. Rondaba la decena (29-20), con el triple de Dani. Y se marcharía con ella al descanso. Fue con un 32-22, tras una acción de tirador puro en la que Chuso González lograba un bello triple.
Se reanudaba el encuentro con un estupendo parcial favorable a los de Pedro Rivero, capaces de situarse con 18 de diferencia (40-22). Detenía el duelo el entrenador visitante, Gerard Encuentra, después de dos minutos. Su equipo volvía con una defensa mucho más dura, lo que poco a poco logró frenar el caudal ofensivo de los palentinos, que también notaron el desgaste acumulado. Pese a ello, todavía dominaba con claridad el EasyCharger. Hasta que, tras el 47-31, el Lleida encadenó dos triples (dentro de un parcial de 0-8) de un Ignacio Rosa al que no había podido encontrar hasta entonces. Y el equipo catalán volvió a meterse en el partido (47-39).
Se atascaron los locales, castigados incluso con una técnica a Ali por (¿simular?) otro golpe en la cara como el que antes le había hecho sangrar y los visitantes acertaron en sus tiros.
Y así acababa el tercer periodo, con un último triple de Marc Hugues, con el ajustado 51-49. Los leridanos estaban cerca, y en el comienzo del cuarto acto lograrían situarse por delante muchos minutos después (53-54). Fue un periodo intenso, con alternativas hasta el 61-61. En un final a cara o cruz el EasyCharger no acertó con el triple de Ali, solo logró un tiro libre de Rubio (que cogía el rebote a 11”) y, en el siguiente ataque visitante, buena acción de Albert Lafuente (en ausencia de Schreiner, guio a su equipo), fintando y anotando de dos casi sobre la bocina.
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