Los festejos continuaron ayer en la capital con el espectáculo ‘Hamelín’ y actividades infantiles en barrios como el de San Pablo.
El Carnaval continuó ayer en la capital con la representación en el Teatro Principal del espectáculo Hamelín, basado en el tradicional cuento infantil.
Los niños vivieron la misteriosa desgracia de una ciudad que altera su convivencia de forma dramática: la población es invadida por una plaga de ratas pero nadie sabe de dónde vienen. Un nutrido público compuesto por decenas de familias pudo disfrutar de la lectura moderna de un clásico que mantiene viva su esencia dentro de la programación que el Ayuntamiento ha preparado para estos carnavales.
Barrios. Tras el gran desfile del sábado en el que cientos de participantes -público general, integrantes de Ampas y asociaciones vecinales- ataviados con pintorescos disfraces recorrieron la calle Mayor de la capital hasta llegar al Salón, donde se entregaron los premios, los festejos del Carnaval se desplazan a los barrios.
El disfraz, en familia y bien acompañado – Foto: Juan Mellado
Prueba de ello fue ayer el de San Pablo, cuya asociación vecinal organizó un espectáculo de magia hasta el que se acercaron decenas de familias.
Los más pequeños, disfrazados de superhéroes Marvel, princesas Disney y con otras coloridas vestimentas, fueron obsequiados con gofres para amenizar la mañana del domingo de Carnaval.
Hoy las asociaciones de vecinos del Campo de la Juventud y de la Nueva Balastera organizan un minicirco y una discomóvil con animación, juegos y regalos en las plazas de la Constitución y de los Dulzaineros, respectivamente.
Mañana será el turno de la fiesta de Carnaval y la chocolatada en los entornos de la AVV Avenida de Madrid, para cerrar la programación de los carnavales el miércoles con el cortejo fúnebre y el entierro de la sardina.
En defensa de la educación pública. El AMPA del colegio Ave María ganó tras el desfile del sábado el primer premio en la categoría de centros educativos, creada este año, gracias a sus disfraces de colmena de abejas.
Desde el AMPA se han mostrado «muy felices» por el reconocimiento y porque «gracias al esfuerzo de las familias» han logrado visibilizar su centro.
«El Ave María es un colegio pequeño y como asociación de madres y padres queremos reivindicar la importancia de tener un buen centro de educación pública en cada barrio», explican. «Una escuela de cercanía -añaden- supone entre otras cosas que nuestros hijos e hijas puedan ir andando al colegio, el fomento de su autonomía, la cercanía con otras familias del barrio y la creación de lazos de convivencia» para dinamizar el barrio.
Por ello mandan un mensaje al Ayuntamiento y a la Consejería de Educación:«Apuesten por nuestro centro para, entre todos, seguir manteniendo un espacio de educación pública de calidad y para todos».
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