La gran recogida, la campaña más importante del año, se desarrollará el 24 y 25 de noviembre a través de 45 supermercados de la capital y la provincia.
Un noviembre más, los palés del Banco de Alimentos están casi vacíos. Y es que la operación kilo de primavera, que se desarrolló del 2 al 4 de junio, ha sido la última campaña hasta el momento y los alimentos van menguando porque la necesidad no cesa. «Hemos podido dar a todo el mundo, pero ya nos urge pasta y legumbres. Ahora tenemos leche porque nos han dado una donación privada», señala la secretaria del Banco de Alimentos de Palencia, Rosa Ortega.
A finales de este mes llega la gran recogida, que es, sin duda alguna, la más importante del año. En 2022 se recaudaron 24.800 euros entre las donaciones económicas en los supermercados junto con los 12.256 kilos de comida recogida en empresas y colegios. Con todo este montante de generosidad de los palentinos, se pudo abastecer a las familias más vulnerables de la capital y la provincia durante más de seis meses. Y posteriormente, con la operación kilo de primavera, la que tuvo lugar a principios de junio, se recaudó 3.811 euros. A este importe se unieron los 2.854 euros de la campaña de Asucyl (asociación de empresarios de supermercados de Castilla y León), que hicieron un total de solidaridad de 6.665 euros.
La gran recogida vuelve este 24 y 25 de noviembre a través de 45 supermercados (Gadis, Carrefour, Mercadona, Alcampo, Lupa, Dia, Tifer Froiz, Familia y Cereaduey) de la capital y de la provincia. Aunque, en principio, la campaña dura solo viernes y sábado, tanto Mercadona como Dia y Froiz la mantendrán activa hasta el 30 de noviembre, el primero, y hasta el 3 de diciembre, los dos siguientes.
Un año más, se lleva desarrollando así desde la pandemia, las donaciones que se realicen en caja serán solo económicas. «Para nosotros es mucho mejor, ya que así podemos disponer de los alimentos que necesitamos», explica Rosa Ortega. Solo Cereaduey realizará la donación mixta, con la posibilidad de dar comida y el importe que se quiera al pagar el resto de la compra. Esa cantidad, la que se dona, queda reflejada en el ticket y va íntegramente al Banco de Alimentos. Una vez que termina la campaña, el supermercado hace un recuento con el total recaudado, que normalmente puede comenzar a utilizar el Banco de Alimentos una vez concluyan las fechas navideñas, ya que es la época de mayor trajín y venta, y la asociación suele pedir directamente en palés. Así, el dinero recaudado permanece en los supermercados y lo va gastando la entidad poco a poco con los productos que vaya necesitando para asistir a todos los usuarios.
Para esta nueva campaña, desde la entidad palentina buscan voluntarios, pero no para recoger comida como en años anteriores, sino para informar a la gente de cómo pueden colaborar económicamente en la gran recogida. «Le puede costar más hacerse a la gente mayor, que están acostumbrados a dar kilos y esto es distinto para ellos», argumenta la secretaria del Banco de Alimentos.
La necesidad no desciende en Palencia. «Esto no baja y va a subir», advierte Rosa Ortega. Actualmente el Banco de Alimentos atiende y ayuda a 2.324 usuarios. Cierto es que la cifra se ha podido reducir en unas cien personas desde julio, pero los próximos meses se va a incrementar porque una asociación que mantiene a personas en situación vulnerable va a llevar a cabo una serie de cambios y durante ese tiempo será el Banco de Alimentos quien ayude a esas familias necesitadas.
Y es que el Banco de Alimentos, al que las personas que necesitan ayuda llegan tras una valoración de los Ceas y a través de una entidad, atiende a 33 asociaciones actualmente, una cifra que no suele variar. Rosa Ortega explica que los repartos no se hacen directamente a los usuarios, sino que todo se lleva a cabo a través de las asociaciones.
El perfil de las personas que necesitan el apoyo alimentario que ofrece el Banco de Alimentos ha variado mucho desde la pandemia. Ahora son familias jóvenes, de 35 a 40 años, con niños pequeños en edad escolar. Tanto es así, que el 20% de los usuarios que mantiene y da apoyo la entidad actualmente son menores. «Antes tenía mucha gente más mayor, pero se están reduciendo los usuarios de 60 años o así y están aumentando mucho los jóvenes», advierte Rosa Ortega.
Sí que pueden tener un trabajo, pero este es a media jornada o con un salario precario, con el que es imposible abarcar todos los gastos actuales, con el incremento de la comida, de la luz y al que actualmente hay que sumar ahora las hipotecas o los alquileres. «Para mucha gente es imposible poder afrontar todos los gastos que hay en estos momentos, que son cada vez más cuantiosos», agrega.
Además, el Banco de Alimentos se ha encargado de repartir, en dos fases, en mayo y en octubre, los alimentos que llegan de la Unión Europea, a través del Fondo de Ayuda Europea para los Más Necesitados (FEAD). Un total de 354 usuarios de diez asociaciones, distintas a las que apoya el Banco de Alimentos, han sido las beneficiarias de este apoyo.
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